“¿Por qué vale más caro comer en el pedregullo que en La Casa Violeta?”, preguntó irónicamente Gastón “Rusito” González en la primera actuación 2019 de los parodistas “Los Muchachos” en el Teatro de Verano. Porque en broma o en serio, los precios en el principal escenario carnavalero se remarcan cada año. Y se remarcan con ganas.
Al carnaval siempre se lo mencionó como una fiesta popular. “El pobrerío rodea los tablados” cantaba José Carbajal “El Sabalero” para inmortalizar A mi gente. Y cierto es que hay tablados populares con precios más accesibles, pero también lo es que a muchos carnavaleros les encanta acompañar a los conjuntos en el concurso y los precios que se cobran en el Teatro de Verano cada año llaman la atención.
Empezando por la cerveza. En una de las dos zonas de venta de alimentos y bebidas, la del pedregullo, una lata chica de cerveza (354 ml) vale $ 100. El año pasado costaba $ 80. La suba de precio de un carnaval a otro es de 25%. Y aunque no está permitido llevarla en el bolso, vale recordar que en un supermercado la misma lata tiene un precio de $ 35 (se supone que con rentabilidad incluida).
Si se opta por un refresco, una lata de 354 ml en el templo de Momo también cuesta $100. El aumento respecto al anterior febrero es el mismo que en la cerveza. En góndolas una lata de esa marca de refresco tiene un valor de $ 31.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación de 2018 fue de 7,96%. O sea: el aumento de la cerveza y el refresco en el Teatro de Verano triplica el IPC.
A su vez, el rubro en el que están incluidas las bebidas alcohólicas tuvo un incremento de 11% y el de las bebidas no alcohólicas, un 6,78%. Otra vez: el aumento carnavalero es de más del triple de lo que marcan las cifras del INE.
También se puede hacer una comparación con los alimentos. Un chorizo al pan en el Teatro de Verano vale $ 120, mientras que en el local del Novillo Alegre en La Barra de Punta del Este en enero ofrecían dos chorizos al pan con papas fritas a $ 280. El del Teatro de Verano no trae papas.
Y si el comensal desea agregarle una porción de esa dorada y crujiente guarnición en el pedregullo, deberá abonar $ 140. Vienen con salsa de queso.
En el caso de las hamburguesas, durante los días del concurso de carnaval una al pan, también tiene un valor de $ 120 sin acompañamiento. En un bar céntrico cualquiera se puede comer una con papas fritas a $ 160.
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