Nacional > SEGÚN FISCALÍA

Nadia, la niña que murió por una bala perdida: el relato de la fiscal de la "escena dantesca" del crimen

La jueza del caso, Blanca Rieiro, dará conocer su fallo en los próximos días; el juicio se mantuvo sin resolución por casi dos meses debido a distintos recursos interpuestos
Tiempo de lectura: -'
29 de mayo de 2023 a las 12:16

La fiscal del caso, Mirta Morales, sentía que las palabras no le alcanzaban para transmitirle a la jueza el horror que vivió una familia trabajadora el 9 de abril de 2021 en el asentamiento Campo Galuso. Por eso, como un rompecabezas, iba relatando los hechos, mientras proyectaba fotos, citaba declaraciones de los testigos, informes de peritos, y usaba crudos adjetivos. Aunque aclaraba con énfasis: "Esta escena dantesca no la está haciendo dantesca la fiscalía, fue dantesca".

Como nada de eso le era suficiente para ilustrar lo terrible que había sido el homicidio de Nadia Morales, una niña de 12 años que esa noche estaba haciendo sus deberes en su casa hecha de chapas, cuando una bala perdida la mató, la fiscal Morales recordó la historia de Dionisio Díaz. A Nadia la cargó desesperada su hermano hasta la puerta del asentamiento, como Dionisio cargó a la suya durante siete kilómetros en Treinta y Tres. En el cuento, Dionisio termina muriendo, pero después de salvar a su hermana. Por eso es recordado por su valentía y sacrificio.

En la historia de Nadia, pese a los grandes esfuerzos de sus hermanos, la niña murió. Incluso llegaron a pedirle auxilio a los acusados por el homicidio, que se movían en un auto prestado, pero se les fue negado, según la teoría fiscal. 

Este jueves se cerró el juicio por el crimen y las partes presentaron sus alegatos de clausura. Según consta en el registro de la audiencia al que accedió El Observador, la Fiscalía de Homicidios de 2o Turno ratificó su pedido de condena para los dos acusados de 23 años de prisión

Durante toda la exposición, con una voz que cada tanto se cortaba, intentó resaltar la dignidad de la familia de Nadia, que está compuesta por sus padres y seis hermanos. Ella "vivía en una casa muy precaria, construida con chapas y palos, en una zona de un asentamiento conocido por todos como el Campo Galuso. Una zona que a todos los que vivimos en Montevideo nos da vergüenza que exista, pero existen. ¡Existen! Estas personas viven allí, como vivía Nadia, con muchísima dignidad. Con un ánimo de superación constante", contó. 

Nadia era parte de un cuadro de fútbol, soñaba con estar en la Selección Uruguaya y era "muy querida y cuidada por sus padres". "Ese día estaba en el lugar que tenía que estar, en su casa, haciendo los deberes a las 9 de la noche. En compañía de su mamá y su abuela mientras su papá hace lo que todo papá hace, salir a trabajar", complementó. 

En sus extensos alegatos, la fiscalía fue entrelazando la sucesión de hechos con las pruebas que había propuesto durante el juicio y que, a su entender, prueban su teoría. El Gordo y El Moco (los dos acusados) fueron al asentamiento a buscar a un vecino de Nadia, que tenía 16 años, con quien habían tenido un enfrentamiento. Se encontraron con su padre, quien se negó a "entregar" a su hijo. A partir de eso, El Gordo golpeó al hombre varias veces y al ver que su hijo no salía, ambos —y otras tres personas que no fueron identificadas— dispararon "sin límite" dentro del asentamiento. Una de esas balas pasó la pared de chapa y le dio a Nadia Morales, quien murió pocas horas después.

La abuela de Nadia, que salió a ver qué pasaba vio a El Moco disparar y el vecino vio a El Gordo. Ambos declararon en el juicio, como también la madre y dos hermanos de Nadia. Cuando la niña es alcanzada por la bala, uno de sus hermanos, que al momento tenía 16 años, la cargó hasta la puerta del asentamiento y se cayó a los pies del auto de los atacantes. Otro de sus hermanos les tocó el vidrio y les pidió que la lleven al hospital, a lo que se negaron. 

Días después, la tía de Nadia —que también declaró en juicio— fue a ver al Moco a su casa y cuenta que este le dijo que fue El Gordo quien disparó. 

"Estaban plenamente conscientes de esto y lo que podía pasar, pero eso no sirvió para que modificaran su designio criminal y munidos de arma de fuego dispararon sin piedad impactando las balas en las viviendas de la familia del vecino y la de los Morales", destacó la fiscal. 

Por su parte, los abogados defensores de El Gordo —Diego Etcheverrito y Lorena Mercurio— y El Moco —Cristobal González— optaron por señalar que la mayor responsabilidad la tenía el otro. Los primeros afirmaron que ese día su cliente se encontró con El Moco de casualidad y que este le dijo que había tenido un problema en un partido de fútbol con el hijo del vecino de Nadia, así como que lo habían amenazado y tenía miedo. Como siempre ofició de "mediador" en el barrio, se ofreció a ir a hablar con él, explicó.

El Gordo reconoce haberle pegado al padre del vecino —y como dice la fiscalía, haber ido hasta allí en un auto prestado— pero advierte que le mostró desde un principio que no estaba armado. Indica que cuando el hombre cae desmayado, él se va caminado hacia el auto y que viene corriendo detrás El Moco y le dice: "Arrancá que se quemó todo". Y por eso se fueron. 

A su vez, los abogados creen que la teoría fiscal tiene fallas, puesto que los dos testigos que dicen haberlo visto en el lugar son la madre de la víctima —que según dijo Etcheverrito comete un error al nombrarlo dado que da su primer nombre y su apellido como si fueran personas distintas— y el padre del vecino, a quien cuestionan porque tiene cámaras de seguridad en su propiedad pero cuando fue la policía a recogerlas dijo que se las habían robado. Además de asegurar que como estaba desmayado nunca podría haber visto a su cliente disparar. 

"Estuvo en el momento y con las personas equivocadas", afirmó. 

El abogado de El Moco, González, dijo que no está comprobado que él tuviera un conflicto con el hijo del vecino, dado que el padre no lo declaró y es algo que solo puso sobre la mesa El Gordo. Además, cuestionó el testimonio de la abuela de Nadia quien dijo haberlo visto disparando. Recordó que la mujer usa lentes y ese día llovía, por lo que hubiera sido imposible que ella hubiera visto, con claridad, a través de una rendija, que era su cliente. 

Los testigos también dijeron que hubo gritos y nadie reconocía la voz de su cliente. 

La familia de la víctima —que escuchó toda la audiencia en una sala al costado de la principal— fue representada por el Consultorio Jurídico de la Universidad de la República. Su director, Juan Raúl Williman, pidió que se cumpla en todos sus términos lo solicitado por la Fiscalía y recordó que la madre de Nadia declaró que "lo que hacían era trabajar todo el día y es ese el ejemplo que les daba a sus hijos".

Le pidió a la jueza Blanca Rieiro que haga justicia por la muerte de la niña porque Nadia "no puede ser solamente un número". "Nadia es Nadia. Nadia es Nadia Morales, una niña de 12 años con toda la vida por delante". 

Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...