+Colonia se proyecta como el principal centro de innovación de América Latina. A mediados de 2023 comenzó la construcción de esta iniciativa conocida como el Silicon Valley uruguayo. En los últimos días, en un nuevo hito para su desarrollo, se alió con Fraunhofer, un prestigioso think tank (laboratorio de ideas) y centro de investigación alemán que impulsa más de 30 ciudades inteligentes en todo el mundo. En este marco, +Colonia se erige como el proyecto más desafiante que tienen entre manos en la región. "Traerlos a ellos es traer la mayor experiencia internacional para que +Colonia -que está en su estadío inicial- pueda desarrollarse con este bagaje internacional", destacó al respecto el CEO del mega proyecto Eduardo Bastitta.
Esta alianza permite no solo diseñar y planificar la infraestructura y servicios de la ciudad, sino que el think tank contribuirá en la interacción de todos los actores necesarios para que la ciudad se desarrolle en línea con sus altas expectativas.
En este contexto, el directivo de Fraunhofer, Mike Letzgus y el CEO de +Colonia, Eduardo Bastitta, conversaron con Café & Negocios acerca de las perspectivas de su alianza y de cuáles son las claves de la primera ciudad concebida como inteligente en Uruguay. A continuación un resumen de esta entrevista.
¿Qué le interesó a Fraunhofer del proyecto +Colonia en Uruguay?
Mike Letzgus (ML)- Este proyecto tiene algo muy único, primero por el tamaño, es muy grande, es un terreno abierto que tiene una fuerte identidad histórica y, a su vez, está en una ubicación estratégica.
Nos gusta la visión de este proyecto porque en mi campo de investigación- de ingeniería de las ciudades- tenemos el fuerte pensamiento de que las ciudades deben verse de forma holística. En especial en Europa todo está muy sectorizado: aquí trabajás, aquí vivís y aquí jugás y creo que el futuro es pensar estas cosas juntas de un modo dinámico. Al hacer el acercamiento de investigación en +Colonia entendí que este es un proyecto faro del que nos encanta formar parte. Creemos que es una muy buena fusión, que podemos aprender desde ambos lados y contribuir mucho al proyecto.
¿Cómo se lleva esa visión holística de una ciudad a la práctica?
ML- Es una pregunta difícil. Nosotros no tenemos una única herramienta que se aplique a todos los casos. Es una co-creación, trabajamos en conjunto con nuestros stakeholders, no llegamos para aplicar una cierta metodología.
Lo primero es mirar la visión y la estrategia que se tiene, hacia dónde va, cuáles son sus metas actuales, en cinco años, en 10 y en 20. Lo importante es entender la estrategia, sus objetivos e hitos. En una segunda etapa evaluamos en conjunto la estrategia. También es muy importante la evaluación, poner a prueba cada paso para saber si estamos en el buen camino o hay que cambiar.
Nos proponemos escenarios para proyectar lo que va a suceder, por ejemplo, en la hoja de ruta de la tecnología en los próximos años y pensar cómo va a incidir en la ciudad y en los cambios que sean necesarios. Es un proceso de evolución y co-creación.
Foto: Leonardo Carreño.
"Realmente la única constante en un desarrollo como este es el cambio"
¿Es una posibilidad que se hagan cambios significativos al proyecto a raíz de esta alianza?
Eduardo Bastitta (EB)- El proyecto nuestro tiene como principal característica la flexibilidad. Cuando uno está diseñando una ciudad del futuro la única constante es la incertidumbre. El proyecto está planificado de entrada y parte de las premisas que trabajamos con los urbanistas liderados por el estudio Gómez Platero—un estudio de vanguardia internacional— y que en nuestro proyecto la sacó de la cancha porque llegó a la final del premio de urbanismo y arquitectura más importante del mundo. Cuando se piensa cuál es la característica más importante además de estar matricialmente atravesado por la naturaleza, de tener el concepto de ciudad de los 15 minutos, o las macro-manzanas, un montón de conceptos urbanísticos que están entremezclados en el proyecto urbanístico que tenemos, entendemos que la premisa fundamental es la flexibilidad.
Mike (Letzgus) conoció el proyecto y lo primero que nos dijo fue que estaba muy bien impresionado.
ML- Sí, cuando me acerqué al proyecto quedé muy impresionado por la visión y el entusiasmo que había detrás de él. Es verdad que puede haber puntos que cambien el masterplan, pero realmente la única constante en un desarrollo como este es el cambio.
El proceso será lo más interesante, yo no veo ningún problema de que haya cambios. Quizás nos demos cuenta de que tenemos que cambiar ciertos aspectos para las próximas etapas, aprendemos y no tenemos miedo de cometer errores. Así es como innovamos.
Más allá de que lo constante es el cambio, ¿cuáles son los pilares en los que acuerdan? ¿Qué no pueden faltar en la consolidación de la ciudad inteligente?
ML-Hablamos mucho sobre esto. Creo que como concepto una ciudad no es inteligente, es concreto, es vidrio; lo inteligente son sus ciudadanos.
Considero que lo más importante es la habitabilidad, por eso es importante que nosotros estemos ahí, vivamos ahí y la usemos.
Una ciudad inteligente es una ciudad que es saludable, donde se puede vivir de un modo saludable. Obviamente la tecnología es un pilar porque la vida se vuelve compleja, el ser humano se vuelve cada vez más complejo y la tecnología puede ayudar a hacer las cosas más eficientes.
También la sustentabilidad, si tengo que trasladarme no tengo que tener mi propio auto, sino poder usar uno de la forma en que lo necesite. A su vez es fundamental que los ciudadanos puedan interactuar entre ellos, crear comunidad, porque la ciudad es asfalto, la vida se la da la gente que vive allí. Eso para nosotros es fundamental.
La ciudad es un ecosistema, pero está en otro ecosistema que es la naturaleza y aquí ambos se combinan, el 50% del proyecto será naturaleza y eso genera impacto, es trabajar en conjunto con la naturaleza y no dividir la ciudad de la naturaleza, sino integrarlas como un gran ecosistema.
La idea es crear aquí en Uruguay un faro para decirle al mundo que esto es algo que la innovación puede hacer. En la región +Colonia es el proyecto más desafiante de Fraunhofer. Cabe resaltar que el centro de investigación no tiene fines de lucro, no viene a generar ganancia.
¿Qué implica el desembarco en Uruguay para Fraunhofer?
En la etapa actual podemos trabajar desde Alemania. Sin embargo, haremos visitas de semanas, quizás meses, en las que mis colegas y yo ayudaremos. Lo bueno es que gracias a la tecnología podemos trabajar mucho en el proyecto desde Alemania.
Nos gustaría que a futuro pudiesen establecerse una o dos personas de forma permanente en una etapa posterior porque este es un proyecto a largo plazo.