Uno de los favoritos no pega una pero no cae y el otro hace todo bien pero pierde votos

Tiempo de lectura: -'

16 de agosto de 2019 a las 12:07

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Esta campaña viene muy pobre en propuestas y discusiones de fondo sobre el país de los próximos cinco años. Pero la competencia política está apasionante.

El escenario que se configuró en las últimas semanas resultaba impensable tiempo atrás. Los dos favoritos para ganar las elecciones tienen cada vez más nubarrones en el horizonte:  en uno de los casos por yerros propios, en el otro por cambios que no se veían venir con tanta fuerza. De eso se trata la newsletter de hoy.

Pero antes veamos un poco de números:

 

La historia política uruguaya en una gráfica: en el próximo punto, ¿qué cambiará?

En este gráfico animado está resumida la historia de los partidos políticos y las elecciones en Uruguay.

Si te concentrás solo en el final de esa serie histórica, impresiona ver el crecimiento del Frente Amplio desde su fundación. Es como un caballo que empieza a avanzar y avanzar hasta llegar al primer puesto, algo que mantiene ya desde hace 20 años, aun con una pequeña fuga de votos entre 2004 y 2009 que luego recupera en 2014.

Dentro de 72 días se marcará un nuevo mojón allí y sabremos cómo se acomodan las barras de cifras.

¿Es posible que ese primer lugar para el  FA cambie en esta elección? Si esa misma pregunta la formulaba hace algunos meses la respuesta era sí. Hoy, después de ver todas las encuestas posinternas, la respuesta parece ser no. Lo curioso es que el cambio en esa valoración no se da por un crecimiento del Frente  Amplio en la intención de voto. Por el contrario, el oficialismo está estancado según la tendencia de la mayoría de las encuestadoras.

Te recuerdo que todos los datos de las consultoras los podés ver aquí, en el  Monitor de Encuestas de El Observador, que esta semana estrena gráficas con los escenarios de balotaje. Luego volveré a las encuestas, más que nada a la tendencia que marcan todas, que es donde hay muchos puntos de encuentro y cuestiones para analizar.

Pero tampoco es un debilitamiento de la oposición lo que hace que el FA hoy no vea amenazado el lugar de ser primera fuerza. Por el contrario, ambos bloques están muy estables desde hace meses.

Lo que hace que el oficialismo esté prácticamente seguro en su primer lugar es que la oposición cambió su composición desde la interna en adelante. Hasta hace algunos meses estaba clarísimo que el Partido Nacional era, despegada, la primera fuerza opositora. Y que si seguía creciendo podía superar en octubre al partido de gobierno.

El crecimiento del Partido Colorado y de Cabildo Abierto, dos cosas que en mayor o menor medida marcan todas las encuestas, hace que hoy sea difícil imaginar que blancos o colorados, individualmente, superen al FA.

¿Es importante para algo el primer lugar, en un sistema con balotaje? No tiene, como es obvio, la misma importancia que previo a 1999. Pero sí determina quién es el partido con mejor representación parlamentaria.

Ese gráfico histórico también muestra una constante de 2004 en adelante: el orden entre el segundo y el tercero. Y hoy, algo que tampoco era previsible meses atrás, también está en duda por el aumento en la intención de voto al Partido Colorado.

En lo que no hay dudas es que la actualización de este gráfico animado incorporará al menos a un partido nuevo: Cabildo Abierto. Otros pelearán por su lugar, pudiendo llegar a ser incluso ocho los partidos que se metan en el próximo Parlamento, algo histórico.

 

Hasta ahora, Martínez nunca pasó al ataque

Leonardo Carreño

El candidato oficialista, Daniel Martínez, viene de varias semanas en las que no pega una. Desde las internas para acá es difícil encontrar –aunque alguno hay– días en los que le salgan bien las cosas.

Repasemos algunos episodios con un breve análisis:

●      La elección de la compañera de fórmula, más allá de la evaluación que cada uno tenga sobre Graciela Villar, fue muy complicada porque abrió heridas en varios frentes. Comunicacionalmente fue desgastante que toda una semana estuviera –al decir de Juan Castillo haciendo un “casting”. Por más que al exintendente le parezca “un disparate” que se diga eso, fue la imagen que dejó después de decenas de entrevistas y reuniones. Además, molestó a un montón de sectores y figuras del FA; en especial enojó a Danilo Astori y a Carolina Cosse, quien se mostró “dolida” por la decisión: “Para mi fue muy duro”, dijo.

●      Los días de paz. En un momento parecía que Martínez había salido de esa crisis y pasaba al ataque. En el FA trataban de encontrarle los puntos positivos al episodio de la vice. Y los tenía. Era una demostración de liderazgo y de fuerza, algo que él necesitaba, porque lo había resuelto sin la bendición de los viejos líderes. Ese momento, sumado a la negociación para acercar a Fernando Amado a un acuerdo electoral con el FA, fue el único en el que pareció tener control positivo sobre su campaña. Pero casi enseguida llegaron otros problemas, autogenerados por el candidato: las dificultades de comunicación.

●      El déficit fiscal. Era su primera salida de campaña posinternas a recorrer barrios de Montevideo. Al ser cuestionado por un periodista sobre el rojo de las cuentas públicas, se equivocó: “Hay que hablar con propiedad. Todos sabemos que el déficit fiscal preocupa. Ahora bien, del 4,8% hay un 1,7% que es del impacto de la inclusión justa y decidida por el gobierno de los cincuentones. Eso tiene fecha de caducidad, no es que sea permanente”. En realidad, es totalmente al revés. La ley de los cincuentones no explica el alza del déficit fiscal, sino que al contrario. Por razones contables lo reduce a corto plazo en 1,7 puntos del PIB.

●      Cinco días después volvió a fallar en la comunicación, al hablar de las cifras de la pobreza. Dijo que los gobiernos de blancos y colorados “dejaron un país que tenía casi 50% de pobreza". En 2004 la pobreza “afectaba a 39,9% de hogares", según las cifras oficiales.
¿Por qué digo que son problemas de comunicación? Está claro que Martínez sabe cómo funciona el déficit fiscal y no está talenteando. Mucho menos creo que esté tratando de falsear la realidad, ni en esa oportunidad ni en la de la pobreza. En ese segundo caso es más claro su yerro. Si repasás el discurso entero, unos minutos antes dice: “Y la crisis del 2002 parió casi a la mitad de los uruguayos bajo el límite de pobreza”. No lo dijo, pero seguramente su intención fue señalar que la mitad de los niños que nacieron en la crisis lo hicieron bajo la línea de la pobreza. Si quiere ser presidente debe mejorar urgente estos problemas de comunicación porque le pueden salir más caro aún.

●      El Gucci. Todo el episodio de esta semana se comenta solo. ¿Qué necesidad tenía Martínez de sumarle a su campaña un lío típico de programa de chimentos de las 3 de la tarde? Como dijo el presidente del FA, fue “un mamarracho mal manejado". Primero porque lo deja muy mal parado con el cerno de votantes frenteamplistas, que les dan a las luchas feministas una importancia fundamental. Luego, con la enmienda que realiza, vuelve a consolidar la imagen de un líder que cede inmediatamente ante las presiones de su partido. Esto es más grave aún, porque él debe convencer a los frenteamplistas desencantados de centro. Un episodio previo a las internas conecta con este: en junio dijo que “la URSS fue una vergüenza” y la izquierda “está pagando sus horrores”. Los comunistas salieron a matarlo y él dio marcha atrás y pidió disculpas.

●      Uno de los emblemas de su administración en la IMM fue su enfrentamiento con Adeom. Con eso conectó con buena parte de la ciudadanía molesta con los desbordes sindicales en Montevideo, sobre todo en un tema muy caro: la basura. Al frente del cargo más importante que maneja la limpieza de la ciudad estaba un hombre de su extrema confianza: Fernando Puntigliano. Esta semana, sumó otro episodio negativo con su renuncia, luego de que el actual intendente, Christian Di Candia, decidiera ceder ante Adeom y postergar la tan comentada privatización que Martínez defendía. En esta buena nota de María Eugenia Fernández hay una explicación del tema. 

●      Otra debilidad de la campaña del exintendente ha sido la falta nombres y equipos en las diferentes áreas (salvo en seguridad). Esta semana se movió en ese sentido al presentar a los técnicos que lo asesorarán en economía. Además de que a mi gusto lo hizo tarde, considero que es un error no mostrar una cara visible. Es bueno sin dudas mostrar un equipo de 15 personas, pero comunicacional y políticamente los ciudadanos necesitan ver un rostro particular que se haga responsable del rumbo económico. Hoy los grupos más ortodoxos del FA salieron a cuestionar el equipo de Martínez. Más allá de que se siga alimentando un ruido innecesario de campaña, que los más radicales lo critiquen puede ser un guiño positivo para el electorado de centro que necesita reconquistar el FA.
Lo que no ayuda en ese sentido son los choques entre Astori y Bergara. Martínez necesitaba en este equipo al expresidente del Banco Central y su ausencia dice mucho.

Después de todo esto, ¿hay alguna buena noticia para el FA? Sí. Y es justamente que pese a todo eso, no cae en las encuestas. Una conclusión puede ser que allí, entre el 30% y el 37%, está su piso. De ahí para arriba puede crecer si empieza hacer las cosas bien.

 

Del otro lado, Lacalle Pou: ¿en serio no da bola a las encuestas?

EFE

A diferencia de hace cinco años, Luis Lacalle Pou está haciendo (casi) todo bien. Sin embargo, los resultados no se ven en las encuestas.

Vayamos a 2014. A esta altura de la campaña había cometido varios errores grandes.

●      En una entrevista en TV Ciudad en agosto de 2014 dijo que, en el marco de su política de dar vuelta la página por los desaparecidos, era partidario de suspender las excavaciones. Este año reconoció que ese fue “su error más grande”.

●      El tema de las ocho horas de los trabajadores rurales también fue un error grande de campaña. En una rueda de prensa a la salida de Conventuales le preguntaron por qué no había votado esa ley y él dio argumentos: “Porque no lo creímos apropiado al trabajo en el medio rural”, dijo en agosto de 2014. Sin embargo, los blancos sí votaron esa ley.

●      La bandera y el consejo de ancianos. El primero fue simplemente un gesto. Pero sumado al segundo se volvió complejo. En un país conservador y de gente mayor, su juventud podía ser una debilidad frente a un expresidente como Tabaré Vázquez, y no lo calibró.

●      Los choques con Bordaberry. El líder colorado iba tercero y en un momento de la campaña empezó a pegarle para tratar de acercarse. Lacalle, si bien resistió bastante, en algún momento le contestó.

●      Los deslices de su barra. Tal vez Graciela Bianchi diciendo que el Plan Ceibal había construido “idiotas informáticos” fue de los episodios más claros.

Cinco años después a la misma altura de la campaña logró mantener a raya a sus dirigentes, se cuida de no chocar con su rival pero eventual socio electoral Ernesto Talvi, evitó frases polémicas y no ha cometido errores en sus declaraciones. Pero aún así, las encuestadoras le trajeron malas noticias en el último mes.

Hay diferencias entre ellas sobre cuánto cayó la intención de voto al Partido Nacional luego de las internas. Los números concretos los podés ver en el Monitor de Encuestas. En lo que sí hay coincidencias entre todas las consultoras es en la tendencia. Pese a que el bloque opositor está estable –y es mayor que el oficialismo– el  PN cae a costas de Cabildo Abierto y el Partido Colorado.

Lacalle Pou dijo esta semana que no cree que “eso sea una tendencia” y dio a entender que no le dará importancia a esos datos. “Estoy acostumbrado a subir y bajar. No me voy a enfrentar con las encuestas. No creo que sea una tendencia”, dijo en su gira por el interior.

Está bien, es lo que tiene que decir. El día que reconozca públicamente su preocupación, empezó a perder. ¿Qué es lo que hay de fondo? En el equipo de Lacalle sienten que pasa lo mismo que en las internas: todas las encuestadoras daban una tendencia en caída a costa de Sartori. Luego ganó con luz. 

¿Pero realmente el candidato blanco y su comando desconocen lo que muestran las encuestas? No parece ser así. Si uno mira al detalle sus movimientos, puede encontrar algunas acciones que ya tomó para enfrentar esta situación.

Empezó a mejorar la relación con Sartori. En una entrevista con Natalia Gold esta semana, el candidato admitió eso. “Creo que cuanto más frontales son las relaciones, más simples y transparentes, aunque no sean del todo buenas. Con algunos participantes de la elección (por Sartori) tenía que sacar la libreta de cuentas y chequearlas. Enseguida después, descartarlas. Tiré las cuentas viejas a la basura”, dijo.

A Sartori lo necesita para que vuelva a acercar al PN votos que no son necesariamente del partido pero que en junio lo votaron.

En su discurso de la convención nacionalista del pasado sábado también podemos encontrar algunas señales. En ese caso para frenar los votos más de derecha que se le pueden estar fugando para Cabildo Abierto.

Dijo que ejercerá “toda la autoridad” que la Constitución lo habilite y habló de “reprimir sin miedo”. “Yo me quiero hacer responsable del gobierno de mi país. Se vienen momentos de ejercer la autoridad, con justicia y con humildad”, dijo. Si bien ese concepto ya la ha dicho, el tono y la importancia que le dio denota su atención a ese electorado.

Otras notas de la semana

●     Ping pong de Gonzalo Charquero en La Mesa Chica con Gonzalo Abella: cómo frenar a UPM, un libro de Lenin y la mujer que lo llamó por la invasión extraterrestre. También lo podés escuchar en Spotify.

●      Detrás del rodaje de “De cerca”, el programa de Facundo Ponce de León con los candidatos

●      Cayó el apoyo a Vivir sin miedo: por primera vez no alcanza el 50% de adhesión necesario

●      Las promesas electorales son sagradas

●      Talvi y Sanguinetti apuntan hacia Manini alertando sobre la "fragmentación" del sistema

●      Martínez: los argentinos votaron "contra un modelo económico fracasado"

●      “FA en campaña es un elefante pesado y a veces torpe", pero "cuando se mueve se siente", dijo Agustín Canzani

●      Mieres dijo que "descarta votar al candidato del Frente Amplio" si hay balotaje

●      Corrupción policial: ¿qué proponen los candidatos para combatirla?

 

Mi nombre es Gonzalo Ferreira, soy editor jefe de El Observador. Podésescribirme a este mail por sugerencias y comentarios. Si tenés ideas de cómo mejorar este nuevo producto soy todo oídos.
CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.