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Violentas protestas por la detención del ex primer ministro pakistaní
Este miércoles se multiplicaron las violentas protestas en todo Pakistán cuando el ex primer ministro Imran Khan fue puesto en detención provisional luego de su arresto inesperado el martes por un caso de corrupción.
Los enfrentamientos habían estallado entre los partidarios del Pakistán Tehreek-e-Insaf (PTI, Partido Pakistaní por la Justicia), que lidera Khan, y las fuerzas de seguridad, luego de que se anunciara el martes el arresto del exgobernante.
Según las fuentes policiales, al menos seis personas murieron en los incidentes.
Pero cuando por la mañana de este miércoles el abogado de Khan, Ali Bukhari, declaró que "el tribunal aprobó la puesta en detención provisional de Imran Khan durante ocho días", los enfrentamientos arreciaron.
El gobierno pakistaní desplegó soldados del Ejército en tres provincias, entre ellas la de la capital, Islamabad, y la de Punyab, la más poblada, donde unos 1.000 manifestantes fueron detenidos y 130 policías resultaron heridos desde el inicio de los disturbios.
La residencia del mando militar en Lahore (este) fue incendiada por los manifestantes, que, además, bloquearon el acceso del cuartel general del ejército en Rawalpindi, cerca de Islamabad, a pesar de que el Ejército amenazó con lanzar una "fuerte represión" contra los que ataquen las instalaciones militares y del Estado.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó este miércoles a las autoridades a "respetar" los procedimientos y el Estado de derecho en el caso del exgobernante, y pidió a "todas las partes abstenerse de la violencia".
Por su parte, los jefes de la diplomacia de los Estados Unidos, Anthony Blinken, y del Reino Unido, James Cleverly, pidieron que se respete "el Estado de derecho" en Pakistán.
La detención de Khan se produjo luego de meses de crisis política y después de que el exprimer ministro acusara a los militares de haber estado implicados en un complot para asesinarlo.
El abogado del PTI, Sher Afzal Marwat, señaló a la agencia de noticias AFP que “Khan está de buen humor, pero las fuerzas paramilitares que lo detuvieron lo golpearon en la parte trasera de la cabeza y en una pierna”.
Según Rana Sanaullah, ministro del Interior pakistaní, “el arresto de Imran Khan se hizo de conformidad con la ley". Y agregó que “la detención estuvo a cargo del principal órgano de lucha contra la corrupción, el National Accountability Bureu (NAB), un organismo independiente que no es controlado por el gobierno".
Los manifestantes destruyeron en Peshawar el monumento Chaghi, una escultura en forma de montaña que recuerda el sitio de la primera prueba nuclear realizada en Pakistán. Allí, uno de los partidarios de Khan, Niaz Ali, señaló a AFP que "si creen que la detención de Imran Khan nos desmoralizará, se equivocan del todo. Estamos de su lado y lo apoyaremos hasta la muerte".
Con el fin de apaciguar los ánimos, las autoridades ordenaron el cierre de las escuelas a nivel nacional y restringieron el acceso a las redes sociales. Pero nada de eso parece haber dado resultado
El PTI continúa llamando a sus partidarios a ganar las calles, a pesar de que la Policía advirtió que está en vigor la ordenanza que prohíbe las concentraciones de más de cuatro personas y que la aplicarán de forma estricta.
Khan, que enfrenta decenas de procesos judiciales, fue expulsado del poder el año pasado por una moción de censura y busca presionar al frágil gobierno de coalición del primer ministro Shehbaz Sharif para que organice elecciones anticipadas antes de octubre.
