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El Observador | Leonardo García
El Observador | Manuel Albaladejo

Por  Leonardo García  y Manuel Albaladejo

Presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU)
12 de noviembre 2025 - 5:05hs

En el marco del 80.º aniversario de las Naciones Unidas, se vuelve imprescindible reflexionar sobre el papel que juega la industrialización sostenible en el desarrollo económico y social. Hoy, más que nunca, la industria se posiciona como un motor para enfrentar los desafíos del siglo XXI: la crisis climática, la transformación tecnológica y las tensiones geopolíticas. En este sentido, Uruguay tiene ante sí una oportunidad histórica para redefinir su modelo productivo y consolidar una política industrial verde.

La política industrial ha dejado de ser un tabú. En todo el mundo, gobiernos están recuperando su capacidad de planificación estratégica para fomentar sectores productivos que generen empleo de calidad, impulsen la innovación y promuevan la sostenibilidad. Uruguay no es ajeno a esta tendencia. El lanzamiento del Consejo de Industria y los Núcleos Productivos, así como la Iniciativa Uruguay Sur, son señales claras de una voluntad política renovada para construir una política industrial a 2050 que esté alineada con cinco megatendencias globales.

Una de estas megatendencias es la transición energética y verde. Uruguay ha sido pionero en energías renovables, y ahora tiene la posibilidad de aprovechar su matriz energética limpia para descarbonizar sus procesos industriales y posicionarse como referente regional en producción sostenible. Esta ventaja comparativa puede ser un diferencial clave en un mundo que demanda cada vez más productos con bajo impacto ambiental.

Otra transformación en curso es la digitalización de la producción. La industria 4.0, con tecnologías como la inteligencia artificial, la automatización y el análisis de datos, redefine la competitividad industrial. Es fundamental diseñar una estrategia nacional de digitalización que acompañe a estas empresas en su maduración tecnológica, permitiéndoles integrarse a cadenas de valor más sofisticadas.

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La reconfiguración de las cadenas de valor globales, acelerada por la pandemia y las tensiones geopolíticas, también abre nuevas oportunidades. Uruguay ha trabajado para posicionarse como un hub de innovación y negocios en América Latina. Fortalecer esta estrategia con políticas industriales que promuevan la incorporación de conocimiento y tecnología puede mejorar la inserción del país en los mercados internacionales.

Los cambios demográficos y sociales, como el envejecimiento poblacional, están generando nuevas demandas, especialmente en sectores como el farmacéutico. Uruguay cuenta con clústeres consolidados en esta industria, con fuerte orientación exportadora y potencial para expandirse hacia servicios de I+D y diagnóstico.

Por último, la transformación de los sistemas alimentarios representa una oportunidad estratégica para el país. Con una base agroindustrial sólida y una clara orientación exportadora, puede avanzar hacia una agroindustria verde, trazable y tecnológicamente avanzada, integrándose a nuevas cadenas globales vinculadas a la seguridad alimentaria y la sostenibilidad.

La industria manufacturera uruguaya constituye uno de los pilares fundamentales del entramado productivo del país. Genera una facturación del entorno de USD 20 mil millones y representa aproximadamente el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Considerando la contribución indirecta de sus proveedores, la participación del conglomerado empresarial industrial aumenta al 16% del PIB. En efecto, parte de la caída de la participación de la industria en el PIB de las últimas décadas responde al efecto estadístico de las tercerizaciones de actividades en manos de proveedores comerciales y de servicios, pero que siguen dependiendo del core industrial. Este sector ha demostrado una notable capacidad de adaptación, diversificación y generación de valor, consolidándose como un componente esencial tanto de la estructura económica como de la cohesión territorial y social del Uruguay.

La industria uruguaya se encuentra en una coyuntura estratégica. Las decisiones que se tomen hoy definirán su capacidad de insertarse en un nuevo paradigma productivo global. La nueva política industrial debe ser un pacto nacional que articule al Estado, las empresas, los trabajadores, la academia y la sociedad civil, con una visión de largo plazo que combine sostenibilidad ambiental, innovación tecnológica y cohesión social.

El 80.º aniversario de las Naciones Unidas nos recuerda el valor del multilateralismo y la cooperación internacional. La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), como agencia especializada en desarrollo industrial, reafirma su compromiso con Uruguay y la región, promoviendo una industrialización verde que contribuya al bienestar social y al respeto del medio ambiente. La historia nos muestra que los países que han apostado por la industria fuerte, son los que logran construir sociedades más prósperas y resilientes. Uruguay tiene todo para avanzar en este sentido.

ONUDI y Cámara de Industrias del Uruguay (CIU) elaboraron conjuntamente la nota técnica titulada “Uruguay, Hacia Una Política Industrial Verde”, que profundiza en estas temáticas y propone lineamientos estratégicos para el desarrollo industrial sostenible del país. El documento fue escrito por Carola Saavedra, directora de Comunicación y Proyectos de CIU; Manuel Albaladejo, Representante de ONUDI para Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay; María Belén Alamilla Collares, Asistente de investigación en ONUDI; Sebastián Pérez, asesor económico de CIU; y Valeria Cantera, jefa de la Dirección de Estudios Económicos de CIU, y puede consultarse aquí.

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