Con seis años, Juan Aparicio Rodríguez Elhordoy protagonizó un ejemplo precioso sobre lo sana y disfrutable que es la ruralidad, vivida incluso en medio de una gran ciudad, como este viernes cuando ingresó a la pista de calificaciones de la raza Corriedale en la Rural del Prado y mostró un carnero al jurado con la solvencia de un experiente cabañero.
Lejos de las pantallas -de celulares y otras- que controlan demasiado el interés y tiempo de muchos niños de su misma edad y -en algo especialmente trascendente- cultivando valores clave (como el respeto a los animales que tanto nos brindan).
"La Corriedale es una gran familia y una escuela para los niños"
Sus padres -María José Elhordoy Stirling y Nicolás Rodríguez Ayphassorho-, contaron que "vivimos toda la vida con la oveja, la Corriedale es una gran familia más allá de la competencia, es una escuela para los niños, acá somos todos amigos y a él y a otros niños los vemos disfrutar".
"A él le nace estar acá, está deseando venir, estar con las ovejas... también presentó animales en la pista de la Expo Durazno", mencionaron.
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María José, Juan Aparicio y Nicolás en una foto que dentro de algunos años observarán con especial cariño.
Está claro que lindos antecedentes en la familia del pequeño Juan Aparicio, de gente enamorada del Corriedale, de quienes él pueda aprender y no solo cómo mostrar a un animal en la pista, hay montones y a modo de ejemplo basta señalar que es nieto del actual presidente de la Sociedad de Criadores de Corriedale del Uruguay (SCCU), Rafael Elhordoy.
Por lo que se vio en la pista, es válido dudar sobre si su abuelo con su celular hizo más fotos de los estupendos carneros y majestuosas ovejas que fueron calificadas o de su nieto en el rol de pequeño cabañero.
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Juan Aparicio exhibe a su brete ante Gonzalo Gambetta, experiente ovinocultor, jurado de la raza Corriedale en el Prado 2025 -junto a su colega peruano Rodrigo Zegarra-.
Hay futuro para una raza de ovinos cuya gremial cumplió 90 años
El cabañerito que se lució en la pista de esa emblemática raza de la ovinocultura uruguaya, cuya gremial de criadores está cumpliendo 90 años en 2025, vive en Montevideo, por lo tanto va una escuela capitalina... pero es de esos casos poco frecuentes que si le preguntan "¿playa o campo?" no duda y elije ir hacia donde están los animales.
Los sitios preferidos de Juan Aparicio son, entonces, las cabañas familiares, "Don Miguel" y "Taita Porá".
"Pasar ahí las vacaciones es su pasión", dijeron.
Agregaron que "es chico, pero le encanta todo lo que sea relacionado con el campo, caballos, ovejas y vacas, siempre está motivado con los animales, ya dice que quiere ser ingeniero agrónomo cuando sea grande, como el padrino (Rafael Elhordoy, tío de Juan Aparicio y una suerte de referente también para el niño, incluso entraron juntos cada uno con un carnero a la pista)".
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Rafael y Juan Aparicio, padrino y ahijado, tío y sobrino, dos corriedalistas que ponen lo suyo para extender el rico historial de una raza familiera como pocas.
Admitieron, finalmente, que no dudarían ni un segundo en recomendarle a quien les pregunte ese estilo de vida que al cabañerito tanto le agrada, estar en el campo, entre animales: "Es un gusto demasiado sano y demasiado bueno, no lo forzamos a nada, todo es bien natural porque le apasiona, y como padres por supuesto que los valores que son propios del campo nos encanta que los tenga desde bien chico".