En noviembre de 2022 la firma UKG (Ultimate Kronos Group) anunciaba su llegada a Uruguay con bombos y platillos. La firma de tecnología estadounidense con más de 70.000 clientes en 150 países, líder global en servicios de administración de personal y de recursos humanos, montó en Uruguay su centro tecnológico para América del Sur y, desde sus oficinas en el LATU, desarrollaba soluciones tecnológicas de escala global.
La empresa levantó su perfil, tuvo fuerte presencia en medios locales y construyó un equipo sólido de más de 300 empleados en Uruguay- en su mayoría profesionales tecnológicos- que hablaban con entusiasmo de su trabajo en una empresa con una buena cultura organizacional.
Pero un día los bombos y platillos se cortaron en seco y dieron paso a un silencio sepulcral. Los portales de trabajo daban cuenta de que algo pasaba, también los sitios como Reddit donde los empleados se volcaban a contar en primera persona su experiencia al ser despedidos de un día para el otro. “El cimbronazo más fuerte fue ver cómo te desarman todo de un día para el otro”, decía una exempleada de la firma a Café y Negocios tras contar desde adentro su experiencia de desvinculación de UKG. Ese mismo final abrupto fue lo que la alentó a contar su historia.
El despido frío, tajante, desde una pantalla no es propio de la cultura regional y mucho menos de la uruguaya donde los empresarios campean los temporales, por lo general, tratando de afectar lo menos posible a la fuerza laboral aunque las condiciones del clima de negocios no siempre sean las más auspiciosas.
Por eso la salida de UKG fue shockante para los trabajadores, pero también para una industria que hace más de dos años mira de lejos y de reojo los despidos de las grandes tecnológicas.
La palabra oficial de UKG nunca apareció y el hermetismo de la empresa persiste hasta el día de hoy. El manejo de la empresa que no notificó al gobierno, ni a las autoridades del sector, ni tampoco tuvo prevista la gestión de la comunicación de su salida del país sorprendió a todos. En medio de esta incertidumbre, fuentes del sector indican que los costos operativos fueron el gran motivo que llevó a la multinacional a relocalizar operaciones, posiblemente, en India.
Las alarmas encendidas
Poco antes del anuncio en Uruguay, UKG expandió sus operaciones en India con la inauguración de un nuevo centro de excelencia en Pune, destinado a impulsar la innovación en los productos y servicios globales de la firma. Esta información de Reuters pasó desapercibida en su momento pero cobra relevancia ante la salida de la empresa de Uruguay.
La expansión de esa oficina con capacidad para hasta 250 empleados, se centrará en el desarrollo de las plataformas y soluciones de gestión de personal basadas en IA de UKG. En este país la multinacional emplea, al menos, a 3.000 personas en sus oficinas de Noida, Bombay y Bangalore.
Esta apuesta por India no es novedad para el sector, ese país recibe la inversión de más del 60% de las principales empresas de tecnología del mundo que externalizan allí al menos algunos de sus proyectos de tecnología. Además, según la Asociación Nacional de Empresas de Software y Servicios de este país (Nasscom), los ingresos de la industria crecerán allí un 5,1% hasta los US$ 282.600 millones en el año fiscal 2025 y seguramente para 2026 superen los US$ 300.000 millones. ¿El principal diferencial de India? Los costos salariales de los profesionales de TI, que son sensiblemente más bajos que en Estados Unidos, por ejemplo, y también menores que en Uruguay, aunque la calidad de los profesionales, afirman desde el sector, no llega a ser tan alta como en nuestro país.
En palabras del presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información, Amílcar Perea, Uruguay debe apostar a sus fortalezas para captar este tipo de inversiones. "Estamos en un mercado hipercompetitivo donde las decisiones empresariales de los grupos no pasan por las filiales y esto nos deja como lección aprendida que una empresa, como es este caso, con una presencia grande en Uruguay, con 300 puestos de trabajo, puede relocalizarse en ocho meses", dijo en diálogo con Café y Negocios y agregó: "Es un mensaje fuerte y claro de que hay que seguir apostando a las condiciones que tenemos que dar para seguir siendo atractivos”.
Esta vez el cimbronazo pegó con fuerza y encendió las alarmas de un sector que viene de varios años de apogeo y espera continuar por la misma senda.
Los números de la gran industria uruguaya sin chimenea
Este martes la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información presentó su encuesta anual del sector TI con los principales datos de la industria en 2024.
La facturación total del sector TI socio de Cuti mantuvo su senda de crecimiento en 2024 y alcanzó a US$ 3.681 millones (equivalentes a 4,5% del PIB de nuestro país).
El aumento de la facturación total del sector TI se explicó tanto por mayores ventas en el mercado interno como al resto del mundo. La facturación de las empresas en el mercado local aumentó 12% con respecto a 2023 y alcanzó los US$ 1.358 millones.
Las ventas al exterior (tanto por exportaciones como por filiales de empresas uruguayas en el extranjero) alcanzaron a US$ 2.323 millones en 2024, lo que significó un aumento de 7% frente a 2023.
Según el estudio, en 2024, la facturación creció en casi todos los tipos de empresas del sector. Las ventas de las empresas que facturan US$ 5 millones o más creció 10% el año pasado y se situó en US$ 3.425 millones (lo que representa el 93% de la facturación total del sector).
Las que facturan menos de US$ 1 millón al año también tuvieron buenos resultados el año pasado, las que que facturan anualmente entre US$ 200.000 y US$ 1 millón crecieron 17% y las que facturan menos de US$ 200.000 al año, un 12%. En contraposición, las ventas de las empresas que facturan entre US$ 1 millón y US$ 5 millones cayeron 11% en 2024.
De la encuesta se desprende que Estados Unidos continúa siendo el principal destino de exportación aunque su participación bajó del 82% al 78% en el último año.
Si bien el informe da cuenta de una diversificación de mercados, el peso de las exportaciones en la facturación total se mantuvo. En este sentido, desde la CUTI hicieron hincapié en potenciar la colaboración público-privada para hacer más competitivo al país por medio de convenios de acceso a nuevos mercados, desarrollo de la marca Uruguay Technology, mejorar la estructura de apoyo para la internacionalización de startups y fortalecer vínculos con actores clave del ecosistema de inversión.