Los pecados que cometió Peñarol en el año y que lo condenaron a abdicar el título de campeón uruguayo ante Nacional
Mirá cuáles fueron los errores que Peñarol cometió a lo largo del año y que lo privaron de revalidar el título de 2024: la suerte no lo ayudó con las lesiones ni con las pelotas en los palos en las finales con Nacional, pero antes el club falló mucho a la hora de conformar su plantel
Peñarol atraviesa horas de bronca y dolor. La derrota en finales con Nacional, con el título de la Liga AUF Uruguaya en juego, pegó fuerte porque dejó al equipo de Diego Aguirre sin la posibilidad de revalidar el título de campeón uruguayo.
Los dirigentes se llamaron a silencio en las horas posteriores a la derrota del domingo, 1-0 en el Gran Parque Central.
El martes a la noche hubo consejo directivo y ahora la directiva volverá a reunirse en dos semanas.
El entrenador se tomó unos días de licencia para dar vuelta la página del Peñarol 2025. Luego se seguirá trabajando en el rearmado del plantel de cara a la temporada 2026.
Los presididos por Ignacio Ruglio necesitarán varias caras nuevas para recomponer su plantel.
Pero a la hora de conformar un plantel deberán mirar lo que hicieron a fines de 2023 luego de perder las finales con Liverpool y no lo que pasó después de un brillante 2024 donde fueron campeones uruguayos de punta a punta, además de semifinalistas de Copa Libertadores.
El primer gran error del armado del plantel 2025 fue cambiar el eje de las contrataciones que se hicieron en 2024.
En aquel entonces, Aguirre, que además de entrenador se convirtió en director deportivo de Peñarol guiando toda la política de contrataciones y la estructura deportiva del club, apostó por jugadores que el año anterior (2023) haya tenido mucho rodaje y un historial reciente sin lesiones. La mayoría de las altas fueron sub 30, como marcan los patrones del fútbol internacional.
Así llegaron jugadores como Javier Cabrera, Leonardo Fernández, Maximiliano Silvera, Eduardo Darias, Javier Méndez, Washington Aguerre, Gastón Rodríguez o Leonardo Sequeira a los que se sumaron en el segundo semestre Facundo Batista, Alan Medina y Jaime Báez, además de Felipe Avenatti. Los únicos más 30 fueron Gastón Ramírez y Damián Suárez. El equipo tuvo una respuesta física increíble, fue competitivo a nivel internacional y arrasó en el plano local con un Leo Fernández superlativo.
La contratación de jugadores sin rodaje en 2024
20250706 Martín Campaña Nacional Peñarol clásico Final Torneo Intermedio 2025. Foto: Leonardo Carreño
Martín Campaña
Foto: Leonardo Carreño
Para 2025, Peñarol hizo una apuesta histórica para comprar la ficha de Leo Fernández en US$ 6.300.000 y luego salió al mercado a apostar por jugadores de renombre pero con poco o nada de rodaje en 2024 como Martín Campaña, Gastón Silva y David Terans.
Terans se superpuso con Leo Fernández en cancha, pero su contratación no fue un desacierto.
Cuando Fernández se lesionó ante Racing, en Copa Libertadores, entró y metió el gol del triunfo. Cuando entró en la final del Torneo Intermedio ante Nacional lo hizo en gran nivel en una clara demostración de que un equipo grande debe tener cambios de nivel para ganar partidos, títulos y campeonatos. Las finales se las perdió por una lesión de tendón de Aquiles.
Ninguno de los tres rindió a la altura de lo esperado por Peñarol. Y a mitad de año el club tuvo que salir otra vez al mercado a reforzar esos puestos con el chileno Brayan Cortés, Emanuel Gularte y Alejo Cruz.
También llegaron Eric Remedi, al que le costó unos meses alcanzar una buena forma (a pesar de que en 2024 fue habitual en San Lorenzo), y Alexander Machado como una joven promesa, pero a los seis meses fue cedido a préstamo a Defensor Sporting.
La contratación de Diego García
20250827 Diego García Río Negro de San José Peñarol Copa AUF Uruguay 2025. Foto: @CopaAUFUruguay
20250223 Eduardo Darias y Leonardo Fernández River Plate Peñarol Torneo Apertura 2025. Foto Inés Guimaraens (9).jpeg
Eduardo Darias
Foto: Inés Guimaraens
Detrás de Leo Fernández, el mejor del Peñarol 2024 fue Eduardo Darias, a quien Peñarol le compró la ficha tras su notable temporada.
Pero Darias había jugado ocho meses con los ligamentos cruzados rotos. En algún momento esa rodilla iba a decir basta. Y lo dijo bastante rápido: en marzo. El reemplazo llegó en julio, Jesús Trindade, porque quiso la mala suerte que sus recambios naturales en zona media como Tomás Olase y Germán Barbas, juveniles del club, también se rompieran los ligamentos.
Trindade es un 5 posicional, un jugador muy táctico. Darias es extremo por naturaleza pero Aguirre lo hizo doble 5 para darle a su equipo aceleración por la calle central, empuje y presión en cambio enemigo. No fue un cambio pieza por pieza y Peñarol perdió mucho en el año sin Darias.
El cortocircuito entre Léo Coelho y Javier Méndez
20250815 Léo Coelho se despidió de Peñarol con una sentida carta
Diego Aguirre resolvió el tema puertas adentro pero Peñarol pasó días tirantes. A mitad de año, con seis meses de contrato en el club, Coelho se fue y Méndez se quedó. El brasileño había arrancado muy bien el año y Méndez muy mal. Con el tiempo, Méndez recuperó su buen nivel de 2024, pero en partidos claves en el año falló: la revancha con Racing por Copa Libertadores, la semifinal con Liverpool (donde venía haciendo notable partido hasta el gol de Abel Hernández) y la final de ida ante Nacional.
La insólita situación de Jaime Báez
Jaime Báez en Cerro Largo vs Peñarol
Jaime Báez
Foto: Dante Fernández / FocoUy
El pecado más grave que cometió Peñarol en todo el año fue no poder contratar un extremo de calidad.
Jaime Báez no repitió en el primer semestre de 2025 su muy buen nivel del segundo de 2024. En mayo rescindió contrato porque extrañaba a su familia radicada en Italia.
Peñarol ya sabía de la baja de Eduardo Darias por toda la temporada. Cada vez que Terans jugó como extremo se sintió ajeno a la posición. Diego García tuvo un arranque muy irregular. Los juveniles Leandro Umpiérrez y Stiven Muhlethaler iban de a poco.
El aurinegro se enfocó en el colombiano Edwin Cetré. Cuando se cayó esa posibilidad recurrió en julio a Alejo Cruz que apenas llegó al club, se lesionó y jugó en cuentagotas todo el semestre.
En setiembre, luego de la rotura de ligamentos de Javier Cabrera, Aguirre pidió el retorno de Jaime Báez que volvió tras estar cinco meses parado y sin poder encontrar club en setiembre. Rindió poco y nada, como era de esperar.
Las ausencias de Darias y Cabrera le sacaron al avión de Aguirre sus dos turbinas.
El no de Fernando Muslera
Estudiantes' Uruguayan goalkeeper #16 Fernando Muslera gestures during the Copa Libertadores quarterfinal second leg football match between Argentina's Estudiantes de La Plata and Brazil's Flamengo at the Jorge Luis Hirschi Stadium in La Plata, Buenos Air
Fernando Muslera
Foto: AFP
La caída del pase de Fernando Muslera fue todo un golpe para el presidente Ignacio Ruglio y a su política de dar por concretadas negociaciones aún no firmadas.
En el no de Muslera, la mecánica de contrataciones de Peñarol no falló. El golero puso condiciones, se las aceptaron y luego terminó optando por una propuesta ulterior y mayor en lo económico. Terminó en Estudiantes. Ahí sí hubo plan B: el chileno Brayan Cortés, que no dio la talla. Washington Aguerre dejó un vacío imposible de llenar. El arco de Peñarol demanda una personalidad muy especial y Aguirre lo habría probado en 2024, aún con sus excesos.
A nivel deportivo el equipo se levantó de un comienzo de Apertura pésimo. Le puso empeño y ganas al Torneo Intermedio por primera vez desde su creación en 2017 y lo ganó, por penales ante Nacional.
Aplastó al tricolor en el Torneo Clausura cortando una larga racha de derrotas clásicas.
Tuvo un grupo accesible de Copa Libertadores, pero lo superó, con el sello de Diego Aguirre. En años anteriores tuvo grupos igual de accesible pero el equipo era incapaz de llegar a octavos.
Tuvo la clasificación en la mano a cuartos de final enredándole la serie a Racing pero sus insólitos fallos defensivos (Emanuel Gularte, Javier Méndez, Maxi Olivera...) y un par de goles claros errados lo condenaron sobre la hora.
Llegó a la final estructuralmente desarmado y con un plantel cortísimo. Con una línea de juego un poco más definida pero sin el vuelo ni la intensidad del 2024, cosas que en un clásico naturalmente se emparejan. Perdió las finales por falta de recursos. Terminó con Matías Arezo y Maxi Silvera sentados en el banco mientras las piernas frescas de Christian Ebere establecieron la diferencia. No le cobraron un penal a los 8 minutos. Así y todo, metió dos pelotas en los palos en momentos claves de las dos finales. La suerte no estuvo de su lado y ya se lo había anunciado con su racha de lesiones. Pero antes de que se manifestara la suerte, Peñarol ya se había equivocado bastante.