El sector de turismo corporativo o de negocios, ese en el que los trabajadores viajan para asistir a congresos, reuniones con clientes o socios, capacitaciones o team building viene ganando terreno en Uruguay.
Una muestra de esto es que, según Gustavo Zerbino, gerente de crecimiento y nuevos negocios de Jetmar, este tipo de viajes se ha convertido en uno de los rubros más pujantes dentro de las líneas de negocio de la empresa. La agencia trabaja actualmente con más de 1.300 compañías en este segmento.
En este contexto, Zerbino y Erika Sosa, responsable del Departamento Corporativo de Jetmar, expusieron en un evento de cierre de año que convocó a aerolíneas, aseguradoras y compañías de distintos sectores, las tendencias que actualmente identifican en el mercado y que proyectan como determinantes para la evolución del turismo de negocios en el futuro.
Como principal tendencia del año, los especialistas destacaron la creciente incorporación de tecnología e inteligencia artificial en procesos que históricamente eran manuales. “Creo que es algo que nos traspasa a todas las áreas y en la nuestra es algo que estamos trabajando fuerte”, mencionó Sosa.
En el segmento corporativo, este proceso también supone adaptarse a las herramientas tecnológicas que utilizan internamente las empresas clientes, con el fin de integrarse mejor a su dinámica, brindar un soporte más cercano a los usuarios y facilitar la comunicación cotidiana.
No obstante, advirtieron que el avance tecnológico convive con una demanda en aumento por servicios personalizados. Tanto Zerbino como Sosa coincidieron en que la atención humana se vuelve un diferencial cada vez más valorado. “La tecnología vino a elevar la vara de la experiencia que damos, pero también elevó lo que pretenden los clientes del trato humano, de la cercanía, valoran que haya una persona del otro lado”, sostuvo el gerente de crecimiento.
Otra tendencia señalada por los ejecutivos es el aumento de la combinación entre viajes de negocios y ocio, práctica conocida como bleisure. Se trata de profesionales que extienden sus estadías laborales para sumar actividades de descanso, turismo o exploración de la ciudad. Esta modalidad —que implica anexar días de placer al inicio o al final del viaje corporativo— está siendo incorporada por un número creciente de empresas en sus políticas de viaje, sostuvieron.
“Es algo que incorporan dentro de las políticas de viajes, cada vez está más en auge el poder hacer el viaje de trabajo con el viaje de vacaciones”, sostuvo Sosa.
Según explicaron, esta tendencia tiene impactos positivos en la motivación y en la experiencia de los colaboradores.
A nivel global, según datos de Fortune Business Insights, el mercado de viajes bleisure muestra un dinamismo creciente. En 2024, este segmento fue valorado en US$ 685.200 millones y se proyecta que ascienda desde US$ 762.010 millones en 2025 hasta US$ 1,7 billones en 2032.
Por último, los referentes remarcaron que la capacidad de ofrecer propuestas “disruptivas y nuevas” se ha vuelto un factor clave para sobresalir en el segmento corporativo.