"Los uruguayos son bimonetarios". Esta afirmación de Ignacio Arechavaleta, socio de Banca Minorista de Itaú Uruguay, se respalda en la fuerza que mantiene la moneda extranjera, a pesar de sus fluctuaciones, en la cultura del ahorro en Uruguay. ¿Puede cambiar esta conducta? El ejecutivo de Itaú considera que sí, aunque no a corto plazo. "Tiene que pasar tiempo, paciencia, y bajar las expectativas", recetó el líder de Itaú.
La principal barrera para migrar hacia una economía desdolarizada, sostuvo, es la inflación. "Si agarrás una serie de 20 años, solamente en cuatro cumplimos con el rango meta", eso vuelve dificil que tanto las personas físicas como las empresas confíen en la estabilización de la inflación. "Si se estabiliza en el rango meta y se sitúa dentro del 3% o 4% de forma sostenida yo creo que se puede atacar la desdolarización", dijo.
Desde su perspectiva, la forma de transitar este camino no será de la mano de medidas coercitivas."Si mañana sale una legislación que diga que las propiedades se tienen que publicar en unidades indexadas lo que va a hacer la gente es agarrar la calculadora y pasarlas a dólares", analizó. ¿El camino para lograrlo? Educación financiera y estímulos que generen confianza y lleven a la población a inclinarse por el peso uruguayo. Además, sostuvo, es fundamental que las expecativas inflacionarias de analistas y empresarios estén alineadas "para que se animen a tomar decisiones". "La desdolarización se ataca de dos frentes: depósitos y créditos", expuso.
Para llegar a un modelo como el chileno donde las propiedades se publican en UF (Unidad de Fomento) la clave está, para Arechevaleta, en tener una economía que durante 10 años sea estable y en la que el peso sea "una moneda de refugio".
Puertas adentro
"Si vos ganas en pesos, yo te presto en pesos", indicó el ejecutivo a propósito de la intención del banco de evitar el riesgo en el cambio de moneda y sostuvo que el 80 % del stock de los créditos totales que tiene hoy su banca minorista son en moneda nacional. En esta línea, el crédito hipotecario, por ejemplo, se realiza el 90% en unidades indexadas.
Con el reciente surgimiento de la administradora de fondos Itaú Asset Management el banco también aporta una alternativa a través de un fondo en moneda local con una liquidez actual de US$ 100 millones. "Esto es desdolarizar la economía o generar alternativas", afirmó Arechavaleta. La participación en el fondo mediante canales digitales y a partir de $10.000 y una rentabilidad promedio de 7, 81 en moneda nacional logró el efecto de masificación buscado con la herramienta. "El 60% de los que invirtieron en Asset nunca habían invertido", apuntó.
En este camino de nuevas opciones que escapen al dólar, el socio de Banca Minorista de Itaú aseguró que el banco explora la creación de un fondo en unidades indexadas a largo plazo para personas físicas, "a 20 años, un ahorro casi previsional" que puede ser un mecanismo para complementar las jubilaciones.
Más plazos fijos y depósitos a la vista
Tras el surgimiento de Itaú Asset Management el banco esperaba una "canibalización de los depósitos a la vista hacia la plataforma de inversión" por la demanda de mayor rentabilidad de sus clientes. Sin embargo, Arechavaleta estima que algunos eventos coyunturales como la crisis de los fondos ganaderos incidieron en un aumento de las inversiones en plazo fijo y también en un incremento de depósitos a la vista. "No lo logramos correlacionar directo, pero es uno de los supuestos", indicó y agregó: "tiendo a pensar que es de las cosas que están por detrás" de la mayor apuesta de los consumidores por el sistema financiero bancario en detrimento de otras opciones.