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26 de noviembre 2025 - 5:00hs

Inteligencia artificial. Las dos palabras más escuchadas en el mundo de la tecnología desde hace tres años fueron puestas en contexto en el evento Energía Summit, organizado por El Observador y desarrollado este miércoles.

Representantes de Oracle, Microsoft, McKinsey & Company y Marvik participaron de un panel donde analizaron el impacto energético de la IA, los desafíos de sostenibilidad y las oportunidades que surgen para Uruguay.

Rodrigo Beceiro, cofundador de Marvik, una empresa uruguaya que brinda soluciones de inteligencia artificial, recordó que su empresa comenzó a trabajar con IA hace casi una década: “Vimos que tenía un impacto transformador tan profundo que hacía sentido meterse en eso.”

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Explicó que su enfoque no es tecnológico sino práctico: “No es hacer tecnología por hacer tecnología, sino mejorar la vida de alguien.” Según dijo, el auge actual de la inteligencia artificial también exige responsabilidad: “Utilizar Inteligencia Artificial tiene un costo muy alto, energético y de desarrollo.”

Beceiro afirmó que las empresas están en distintos niveles de madurez, pero con un punto en común: “Todas son conscientes de que precisan adoptar esto en alguna medida”. En ese sentido, señaló que la clave está en “amigarse con la tecnología y sacarle el máximo provecho antes de que lo haga la competencia”.

Por su parte, Sofía Guidotti, directora general de Oracle Cono Sur, destacó la brecha entre la velocidad de la tecnología y la capacidad de las organizaciones para adaptarse: “El 20% de las empresas dicen que no miden con KPIs lo que hacen con IA. Menos del 1% en Latinoamérica alcanzó la madurez”.

Guidotti consideró que el desafío principal es cultural: “La tecnología está, pero lo que tenemos que entender es para qué quiero usarla". Agregó que los líderes deben impulsar el cambio: “Si no damos el ejemplo como líderes, difícilmente vamos a poder transformar la cultura de la IA".

Data Centers, sostenibilidad y consumo energético

El debate giró luego hacia el impacto de los data centers, la infraestructura que sostiene el desarrollo de la inteligencia artificial y el almacenamiento de datos.

Frédéric Blas, socio de McKinsey & Company, destacó el contexto favorable del país: “El año pasado, 99% de la energía eléctrica de Uruguay fue limpia". Explicó que esta matriz coloca al país “en el top de países atractivos para inversiones basadas en energía renovable”.

Blas advirtió, sin embargo, que aún existen brechas: “Hay que sistematizar el uso de energía renovable y mejorar la eficiencia dentro de los data centers”. El especialista también llamó la atención sobre el uso de agua: “En un país que ha sufrido una crisis hídrica, esto es relevante". En este sentido, propuso soluciones que apunten a la reutilización de calor y a sistemas de refrigeración con aire en lugar de agua, como se hará en el data center de Google que se instalará en el Parque de las Ciencias.

Roberto Icasuriaga, director de Soluciones de Ciberseguridad para las Américas de Microsoft, aportó una visión global: “En el mundo se construyen unos 140 data centers por año, dos o tres inaugurados cada semana". Indicó que Uruguay “no será un hub, pero sí un oferente con características especiales, como la energía renovable”. Según dijo, esa ventaja también permite “exportar servicios de ingeniería y diseño energético”.

Guidotti coincidió en que Uruguay atraviesa un momento favorable: “Tienen más del 90% de sus energías renovables y una visión de sostenibilidad singular a nivel global.”

Desde el enfoque empresarial, Beceiro explicó que Marvik prioriza la eficiencia: “Tratamos de llevar modelos más chicos, con igual efectividad, para reducir el consumo.” Agregó que la IA también puede equilibrar su huella: “Automatizamos procesos que antes tenían un impacto igual de negativo.”

Blas advirtió sobre el “costo energético oculto” de la digitalización: “El consumo de los data centers es del orden de 1,5 a 2% del total global, y se prevé que se duplique.”

Icasuriaga detalló las medidas implementadas por Microsoft: “A partir de 2024, todos los nuevos Data Centers tienen sistemas de enfriamiento con cero agua". Esa tecnología, dijo, permite ahorrar “125 millones de litros de agua por centro”.

El ejecutivo añadió que “92% de la energía proviene de fuentes renovables” y que “más del 90% de los componentes de los servidores son reciclados” dentro de un modelo de economía circular.

Conectividad, innovación y próximos pasos

El panel también abordó el rol del 5G en el desarrollo tecnológico. Para Beceiro, Uruguay es un "laboratorio ideal" por su conectividad y su matriz energética. Consideró que esa combinación permite desarrollar y exportar soluciones que integran IA, robótica y automatización.

Guidotti señaló que la inversión en conectividad “permite democratizar la tecnología y avanzar en la digitalización del país”. Subrayó que “el punto es cómo estamos usando esta tecnología para mejorar procesos y generar nuevas líneas de negocio".

Cerrando el debate, Icasuriaga destacó que la próxima fase del desarrollo de la inteligencia artificial se centrará en eficiencia e innovación aplicada: “La próxima ola de IA estará en la eficiencia operativa.”

Y dejó una advertencia: “No existe ningún proyecto de inteligencia artificial que no sea, a la vez, un proyecto de ciberseguridad".

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