La Cámara de Zonas Francas del Uruguay se manifestó en contra de la intención del gobierno de Yamandú Orsi de implementar el Impuesto Mínimo Global, algo que está contemplado en el proyecto de Presupuesto Nacional y que los directivos de este grupo ven con preocupación por la fuga de inversiones que pueda suponer.
El artículo 662 del proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo establece la creación del Impuesto Mínimo Complementario Doméstico (como se denomina en cada país al impuesto global planteado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). Este impuesto gravará las rentas obtenidas por las multinacionales que tengan operaciones por más de US$ 750 millones de euros anuales.
La defensa del gobierno de Orsi sobre este impuesto –principalmente ejercida por el ministro de Economía, Gabriel Oddone– se basa en que se trata de una "localización" y que no se crea uno nuevo, en el entendido de que la empresa lo tendrá que pagar en su país matriz (siempre que cumpla con las condiciones anteriores).
En Latinoamérica el único país que decidió adherir es Brasil, y de los 136 que acordaron su creación poco más de 50 lo han implementado.
Para el presidente de la Cámara de Zonas Francas del Uruguay, Enrique Buero, "no es el momento" para que Uruguay avance en la aplicación de este impuesto por razones de "competitividad", y porque además no está claro cuántos países efectivamente lo aplicarán.
"El resto está esperando, porque ha sufrido vaivenes para un lado y para el otro. Tiene la palabra global porque depende de la globalidad para que sea efectivo", explicó este jueves en una entrevista con En Perspectiva.
Para Buero aplicar este impuesto sumará "un desafío" a la competitividad a una lista que ya es "muy grande", sobre todo en comparación con los "principales competidores" de Uruguay en "captación de inversión extranjera" que son los demás países de la región que –a excepción de Brasil– todavía no han implementado el impuesto.
Consultado por el argumento de la "localización" (es decir, que la empresa pagará en Uruguay por algo que igualmente deberá pagar en otro país), Buero aseguró que esto no debería aplicar para las empresas usuarias de las zonas francas, que en Uruguay están exoneradas.
Detalló que la ley que creó estos regímenes estableció en uno de sus artículos que los usuarios estarán "exonerados de impuestos creados o a crearse" durante el plazo que dure el contrato que haya firmado la empresa para establecer sus operaciones. Y en otro de los artículos, indicó Buero, estableció que el Estado será el "responsable por los daños y perjuicios".
Ese, insistió, ha sido "uno de los pilares fundamentales" del país para "captar inversiones extranjeras" y que se ha valorizado en los últimos años, ante un escenario de incertidumbre global.
"Esa es la clave del éxito: las cosas claras. Por escrito y en una ley", señaló.
Por otra parte, el presidente de la cámara señaló que habrá empresas que, eventualmente, decidan pagar por el impuesto mínimo en sus casas matrices "por temas operativos" o para "evitar costos adicionales" en sus operaciones en Uruguay.
"Si tenemos una DGI que se presenta y pretende cobrar el impuesto, esas empresas en legítimo uso dirán que prefieren seguirlo pagando en su casa matriz porque para ellos no es neutro por x razones. Y son razones válidas", afirmó.
El presidente de la cámara estimó que una solución sería incluir en el artículo que crea este impuesto la salvedad para contemplar este tipo de situaciones. Sin embargo, señaló que desde el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) les advirtieron que eso no sería posible, dado que incumpliría los requisitos que la OCDE estableció para el impuesto.
Sobre los riesgos que implicaría para las empresas instaladas en Uruguay –y en especial en zonas francas–, Buero respondió: "Entendemos que este impuesto así como está redactado implica un riesgo para los que están y para nuestra capacidad de captar nuevas inversiones, porque perderíamos uno de los activos fundamentales que hemos tenido de poder decir que es una política de Estado y que las reglas de juego se cumplen y se respetan".