El delantero de Peñarol Felipe Avenatti no cumplió las expectativas desde su llegada al club y tiene grandes posibilidades de irse en el actual mercado de pases.
El club que negocia por su llegada es Boston River que en esa posición perdió al paraguayo Freddy Noguera, que se fue a Cerro Porteño.
Peñarol y Boston River ya hicieron negocios el año pasado: Peñarol le contrató a Guzmán Rodríguez y le dio a cambio, en préstamo, a Juan Rodríguez al que hoy negocia al exterior.
Rodríguez terminó vendido este año a Red Bull Bragantino y Peñarol embolsó un dinero ya que tenía un 2% del futbolista.
En el caso de Rodríguez, el Sastre también se quedó con un pequeño porcentaje por la vidriera que le dio al jugador en la temporada 2024 y que fue trampolín para que jugara el Sudamericano sub 20 del año pasado.
Avenatti llegó a Peñarol a mediados del año pasado tras jugar en Kortrijk de Bélgica.
Llegó junto con Facundo Batista para potenciar un ataque donde destacaba Maximiliano Silvera, pero donde el brasileño Matheus Babi no logró convertirse en una pieza de cambio eficiente.
Batista tuvo un muy buen semestre. Alternó en el ataque con Silveira y marcó goles importantes. Al final del año lo contrató Polissya de Ucrania y luego de que un dron (utilizado en la guerra que el país sostiene con Rusia) cayera en la puerta de su casa, rescindió su contrato y se fue a Atlético Nacional de Medellín.
Avenatti, en cambio, fue el tercer recambio para el puesto de 9, y le costó entrar en sintonía.
Jugó ocho partidos la temporada pasada y metió un solo gol.
Este año sufrió un desgarro que lo dejó dos meses afuera de las canchas, dando por tierra por ese mito que dice que los desgarros dejan a los futbolistas solo 21 días afuera de las canchas.
En lo que va del 2025 ha jugado siete partidos sin poder anotar. De los 309 minutos que jugó la temporada pasada bajó a 154 siendo sus prestaciones muy escasas.
El entrenador Diego Aguirre contrató para el puesto a Alexander Machado pero llegó a utilizar en ese puesto al argentino-paraguayo Héctor "Tito" Villalba en alguna ocasión puntual, siendo Maxi Silvera inamovible.
El equipo necesitaba desesperadamente otro 9 y por eso llegó a préstamo de Gremio, con un importante cargo de cesión, Matías Arezo, por seis meses.
El salario de Avenatti ronda los US$ 20 mil y a Peñarol le urge bajar el presupuesto que se infló considerablemente cuando se compró el pase de Leonardo Fernández a comienzos de año ofreciéndole un salario impactante para el medio local.
Ese presupuesto se verá incrementado con el salario de Arezo (el 100% de lo que le paga Gremio), más su cargo de US$ 300 mil (al contado), la parte del salario que compartirá con Puebla por Emanuel Gularte, más allá del dinero que resigna el zaguero, y el contrato por Jesús Trindade.
A cambio, el club se desprendió de Rodrigo Pérez que rescindió, de Franco "Cepillo" González que se fue a préstamo a La Equidad, más allá de que su salario rondaba los US$ 5.000 mensuales, Camilo Mayada termina contrato en julio y su salario rondaba los US$ 25 mil y Léo Coelho que tiene todo acordado para emigrar al ascenso de Brasil y dejará de percibir US$ 30 mil mensuales.
En el caso de Pérez, el año pasado llegó con uno de los sueldos más bajos del plantel y con una cláusula de rescisión de apenas US$ 21 mil por la cual estuvo a punto de emigrar a Everton a comienzos de año. Por eso Peñarol le mejoró el contrato.
El club lleva semanas trabajando en las salidas de Avenatti y Gastón Silva. Este último percibe US$ 25 mil mensuales. Llegó tras estar seis meses parado en Puebla y su precaria condición física hizo que se desgarrara antes de poder debutar y por ahora solo ha estado en cancha 31 minutos. Aguirre no lo tendrá en cuenta para el segundo semestre del año si se queda, salvo que decida darle minutos en la Copa AUF Uruguay.
Pero claro, para lograr la rescisión de Avenatti, el club choca con una frase que ha utilizado muchas veces el presidente Ignacio Ruglio en estos dos últimos años para blindar a sus jugadores y evitar que se vayan a mitad de temporada: "Nadie les puso un revólver en el pecho para firmar". Gastón Silva tampoco.
Con Avenatti se avanza para colocarlo en Boston River y soliviantar algo el presupuesto repartiendo algo de salario entre ambos clubes.
El 9 tiene contrato hasta el 31 de diciembre de este año.
Peñarol incrementó en un 50% su presupuesto al comenzar la temporada 2025 luego de un 2024 donde fue campeón uruguayo por destrozo y semifinalista de Copa Libertadores.
Al arrancar el año se proyectó una inversión de US$ 19 millones para la temporada, para el fútbol profesional de la institución, pero esa cifra se verá ahora incrementada. En los primeros seis mese del año, Peñarol debió cubrir un presupuesto de US$ 1,5 millones mensuales.
Por su participación en Copa Libertadores, este año Peñarol lleva ganados US$ 5.240.000 aunque se perdió jugosas recaudaciones por tener que jugar sus tres partidos de fase de grupos a puertas cerradas.
El pasaje a cuartos de final, tras el duelo de octavos contra Racing de Avellaneda, tiene un botín en premios de US$ 1,7 millones.
Los números finales no están todavía arriba de la mesa: Peñarol quiere contratar a un golero (avanza por el chileno Bryan Cortés) y un extremo (se enfrió lo del colombiano Edwuin Cetré). Además, se seguirá trabajando en la depuración del plantel para cerrar esta posibilidad de Avenatti.