Con un liderazgo bicéfalo, pero con la certeza de que ninguno abandonará en la mitad de la carrera, lentamente el Partido Colorado (PC) empieza a trabajar en los asuntos que considera prioritarios para el 2029. No en quién será el candidato, ni la estrategia de campaña, sino los cimientos de una estructura que se observa vetusta y que es necesario aggiornar.
Los temas han formado parte de diversas conversaciones entre los dirigentes y quedaron ordenados en un “plan estratégico de fortalecimiento” del PC que funcionará como “hoja de ruta” para los próximos años.
El documento –que tiene en la portada a Fructuoso Rivera, Joaquín Suárez y José Batlle y Ordóñez– fue distribuido en la sesión del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de este lunes y plantea cuatro lineamientos estratégicos.
Consultado por El Observador, el secretario general colorado, Andrés Ojeda, lo valoró como “profundo” y el primero que ve en el siglo XXI con interés de “profesionalizar” la gestión de un partido político.
Consultoría y congreso ideológico
En primer lugar, los colorados se proponen “diagnosticar” –a través de la contratación de una consultora– la visión que el electorado tiene sobre ellos y segmentarlo en función de estándares establecidos.
Planean hacer estudios de posicionamiento del partido pero también de dirigentes, convencionales y militantes. La idea es que el informe final sea entregado este semestre y que se releven, al menos, al 80% de los dirigentes nacionales y departamentales, y al 60% de convencionales y militantes activos. También quieren generar un sistema de información electoral que comprenda los últimos tres períodos.
Con la información reunida, la intención es contratar un equipo de consultores para que junto a los órganos partidarios proponga una “estrategia general de acción para los próximos años”. El plazo fijado para la estrategia es octubre del año que viene.
En segundo lugar, buscan actualizar el posicionamiento ideológico, fortalecer la estructura, conformar equipos técnicos y desarrollar actividades de formación también para jóvenes.
Para cumplirlo, los colorados plantean hacer un “congreso ideológico” que permita alinear los “valores históricos con una visión contemporánea y de futuro”. El evento nacional tendrá a Robert Silva como responsable y deberá lograr una “participación mínima” de 300 personas, aunque previamente tendrán que organizarse actividades al menos en 15 departamentos.
También quieren reivindicar las figuras históricas y actuales a través de un plan de acción establecido.
Para fortalecer la estructura, plantean que haya sesiones semanales del CEN con referentes para definir posiciones del partido, que algunas sean abiertas en el interior y que participen organizaciones sociales. También fortalecer los clubes zonales.
Respecto al financiamiento, quieren realizar por lo menos un desayuno o cena anual de recaudación –con participación de 100 personas como mínimo– y una campaña de afiliación para aumentar un 30% la cantidad.
El punto final de este lineamiento es discutir y reformar la carta orgánica el año que viene.
Embajadores digitales y sociedad civil cerca
En un tercer lineamiento, los colorados se proponen tener una “política comunicacional” moderna y sostenida. Quieren construir una “narrativa institucional clara, alineada al posicionamiento ideológico y emocionalmente resonante”.
Las acciones que se proponen son definir un claim o eslogan institucional e incorporarlo en todas las comunicaciones. Ese claim va a ser realizado por un “equipo mixto” conformado por un consultor político, un equipo de comunicación y representantes del PC. Será después del estudio de posicionamiento y el congreso ideológico.
También quieren tener un prosecretario de comunicación, crear un estudio audiovisual y conformar una “red de embajadores digitales” que generen contenidos propios alineados con la posición del partido. La meta es que en 2026 haya 10 embajadores activos, en 2027 sean 20 y llegar a 40 en 2028.
Un cuarto lineamiento es posicionar la opinión del Partido Colorado como voz entre los sectores productivos, asociaciones, entidades y colectivos sociales.
La idea es organizar encuentros –al menos seis por año– con representantes pero también tener un “posicionamiento público” y mantener un observatorio de diálogo sectorial que debe producir, al menos, dos informes técnicos anuales.