Juan Castillo procura un sucesor al mando del Partido Comunista; remarca respaldo a Orsi aunque reconoce que "no es un gobierno socialista"
El ministro de Trabajo fue el más votado por el Congreso del Partido Comunista para el nuevo Comité Central pero quiere pasar la posta como secretario general; Andrade quedó segundo y dirigentes provenientes del Sunca salieron entre los más votados pese a la causa en Fiscalía
“Si tendremos convicción los comunistas que para esta altura del año fuimos más de mil acá”, dice uno de los tantos camaradas que corren a fumar y tomar aire después de cuatro horas de votación en el Club Atenas, agobiados por un calor de diciembre que obligó a poner más ventiladores y hasta produjo algún que otro desmayo.
Poco más de mil delegados se registraron para participar el fin de semana en el XXIII Congreso del Partido Comunista, el primero desde que el Frente Amplio volvió al poder. Una de las claves del domingo radicaba en la votación a mano alzada para investir a los nuevos integrantes del Comité Central, que ahora se reunirá el próximo sábado para oficializar la composición del futuro Comité Ejecutivo y del secretario general que liderará una de las estructuras más importantes de la izquierda.
Una vez más Juan Castillo se erigió como el más votado de los camaradas, con 617 adhesiones a su favor. El actual ministro de Trabajo ha sido el secretario general del Partido Comunista desde 2017 y lleva casi 30 años dentro del Comité Central.
Pero esta vez, el “Negro Juan”, como lo llaman sus compañeros, se encargó de dejar en claro al Congreso comunista y a El Observador que ya no está en condiciones de ocupar ese puesto. Castillo declaró para esta nota que la “expresión democrática de siempre” de su partido refleja un “respaldo político” y la “simpatía y cariño” de la colectividad a la que ha “dedicado gran parte de la vida”, pero que esta vez llega “con un nivel de desgaste importante”.
“El partido conoce mi forma de pensar y sabe que lo que más me ha faltado en estos nueve meses ha sido tiempo. Me hace falta crear unas horas más al día para tener posibilidades. El partido no merece que yo le dedique el tiempo que me sobra, y tengo una dedicación especial y un compromiso muy fuerte con el presidente de la República y el gobierno al haber aceptado el cargo de ministro de Trabajo”, afirmó.
No es raro que Castillo, que junto a Ana Olivera participa en todas las reuniones políticas importantes en representación de los comunistas, dé señales de cansancio. Ya lo había hecho en 2022 cuando el Congreso le renovó la confianza, pero esta vez su rol de ministro hace que los suyos den por hecho que esta es la salida definitiva y que el motivo de especulación de muchos camaradas a la salida del Club Atenas sea quién será el responsable de tomar la posta.
20250813 Oscar Andrade
Foto: Inés Guimaraens
Los votos del Congreso no son decisivos para definir un orden, pero sí sirven de indicios. Fueron 609 comunistas los que renovaron al senador Óscar Andrade para el Comité Central, una cantidad de adhesiones que le valió ser el segundo más votado detrás de Castillo. Algunos dirigentes consultados por El Observador aseguraron que él es un firme candidato como cara visible del partido a asumir la secretaría general, pero también hay otros que consideran que ese nunca fue su rol en la orgánica.
Por otro lado, tal como adelantó Búsqueda, hay entre la dirigencia quienes creen que Castillo debería continuar al mando del Partido Comunista, por ser una figura de amplios consensos y porque Andrade –más allá de no estar indagado en la causa– está envuelto en la investigación de Fiscalía por desvíos de recursos del Fondo de la Construcción (Fosvoc), ya que los condenados Bruno Bertolio, Santiago Bernaola y Víctor Rivero acusaron en un inicio estar actuando bajo órdenes de sus superiores en el Sindicato de la Construcción (Sunca), algo que el senador ha rechazado enfáticamente como “la versión de los sinvergüenzas” que están “hasta las manos”.
En este sentido, una de las revelaciones del Congreso fue que los principales dirigentes del Sunca figuraron entre los más votados al nuevo Comité Central. A modo de ejemplo, el hoy diputado y exsecretario general del gremio hasta 2024, Daniel Diverio, salió como el quinto dirigente más votado del Partido Comunista.
Laura Alberti, secretaria de Finanzas tanto del Partido Comunista como del Sunca, y a su vez indagada en la causa de Fiscalía, también quedó entre las primeras 15 posiciones con 526 votos. Eso sí, en el último Congreso tres años atrás había integrado el podio de los más votados junto a Castillo y Andrade.
Por su parte, también formará parte del Comité Central comunista el actual secretario general del Sunca y vicepresidente del Pit-Cnt, Javier Díaz, quien al cierre de la aclamación se dio un fuerte abrazo de festejo con Andrade.
La lectura inmediata, reconocieron dirigentes consultados por El Observador, es que el caso del Sunca “no salpicó” a su dirigencia en la orgánica comunista.
El podio de los más votados al Comité Central lo completó Enrique Méndez, dirigente de la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea y secretario de Organización del Pit-Cnt. En cuarto lugar quedó el diputado Bruno Giometti y en la sexta posición la exintendenta Ana Olivera, quien acaba de renunciar a su banca en la Cámara de Representantes y cuya dilatada trayectoria lleva a algunos camaradas a especular con que ella sea la indicada para tomar el cetro de Castillo.
Ana Olivera
Foto: Leonardo Carreño
Otro de los nombres importantes que siempre está llamado a jugar un rol protagónico en la estructura comunista es el actual secretario de Organización del partido, Guillermo Rehermann.
“Hay que elegir una dirección que conjugue ambas cosas: el relevo y la experiencia, algunos de los que estuvimos hasta ahora hay que estar allí y algunos de los que ingresaron ahora hay que darles la posibilidad”, sostuvo el ministro Castillo.
“No es un gobierno socialista”
El ministro de Trabajo enfatizó para esta nota que hay una “absoluta correspondencia” en la “confianza política” con el presidente Yamandú Orsi.
“Es un compañero y un amigo de muchos años de militancia y estoy absolutamente convencido que si Yamandú pensara algo sobre mi posición o la actitud del Partido sería uno de los primeros en decirnos. Eso no ha ocurrido, no nos ha manifestado desconfianza, cada vez que ha podido ha salido a respaldar. El partido en estos tres días, en cada intervención resaltaba esto, tenemos que tratar de no caer en las provocaciones de afuera. Nos debemos a nuestro gobierno del Frente Amplio y de Yamandú Orsi. Alejo cualquier vicio de posibilidad de quiebre”.
Castillo se mostró molesto con versiones que pintan un antagonismo entre el gobierno y su partido, en especial ante la iniciativa del impuesto a los millonarios, fogoneada por los comunistas pero descartada por la Torre Ejecutiva.
“Lo que no escondemos, porque no somos falsos los comunistas, es que en algunas cosas tenemos discrepancias. Pero las discutimos en los organismos. Ningún compañero del FA ni de la gestión de gobierno tiene que leer un diario o escuchar una radio para saber lo que pensamos nosotros, ellos son los primeros que se enteran. Podrán dar toda la manija que quieran, pero nos sentimos muy cómodos dentro del FA, y muy firmes como comunistas y revolucionarios”, subrayó.
Juan Castillo
El ministro de Trabajo, Juan Castillo
Foto: Leonardo Carreño
“No engañamos a nadie, queremos hacer la revolución, construir el socialismo, somos solidarios internacionalmente con todos los pueblos que luchan y hoy con Venezuela amenazada, con Colombia amenazada, con Cuba cercada. No escondemos nada, somos así, transparentes”, reivindicó Castillo.
Ante la mención del propósito de “construir el socialismo”, consultado sobre si la administración de Orsi “es socialista”, el ministro de Trabajo reconoció: “No es un gobierno socialista, no lo es. Integramos este gobierno, es nuestro gobierno y aprobamos un programa y le somos fieles. Nuestro respeto por los compañeros que nos representan pero la absoluta tranquilidad para todos de que somos fieles al programa que elaboró el FA”.