—Fijate, ¿vos ves algún niño acá en la protesta?
—Ahí tenés. A los niños a esta hora no los podemos traer acá. Nos da miedo.
Es viernes a las 19 horas en Malvín. Más precisamente en el cantero de Avenida Italia que divide el norte del sur del barrio. Unos 50 vecinos se juntan, la mayoría no se conocen, a protestar por la inseguridad del barrio. ¿Cuál Malvín? ¿El sur o el norte? "Ninguno de los dos", dice un vecino a El Observador. "No hay una frontera, dos cuadras más arriba o más abajo de Avenida Italia es lo mismo. Somos todos perjudicados".
La mayoría de los vecinos viven en ese radio. Dos cuadras arriba de Avenida Italia o dos cuadras más abajo. Al oeste de Alejandro Gallinal y al este de Concepción del Uruguay. La mayoría son personas mayores, que viven históricamente en esa zona y destacan el cambio en el barrio. "Antes se entendía que los robos te pasaban más al norte, por la zona de Hipólito Irigóyen. Ahora vienen para acá, en moto. Algunos te das cuenta que son del barrio porque conocen las salidas y cómo escaparse rápido", cuenta una señora.
Que un almacenero tiene una bala en la pierna tras una rapiña al comercio. Que a la madre de una vecina la tiraron para robarle un celular. Que los adolescentes prefieren bajarse en otras paradas de ómnibus y que los vayan a buscar para que no caminen hasta la casa. Todas esas historias son repetidas por los vecinos que hablan entre ellos con cara de preocupación.
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Martín Prato
Una zona gris en Malvín en la que confluyen tres seccionales pero que los vecinos dicen que "no son prioridad"
Los manifestantes hablan entre ellos mientras también aplauden como señal de protesta. Señalan, en lenguaje coloquial, lo que los académicos y expertos en seguridad definen como el corrimiento del delito. Ante mayor patrullaje e intervenciones en determinados barrios, los robos se corren. "Como los milicos están todos más para el norte, ahora se vinieron todos para acá", dice otro vecino. Es que el Ministerio del Interior tiene intervenida la zona de las seis cuadras que atraviesa la calle Boix y Merino por Malvín Norte, bajo la premisa de que allí van a parar los objetos robados por motochorros en el lado sur.
Ese corrimiento ha llevado, según los vecinos a un mayor aumento de rapiñas y una mayor violencia en los robos en esa zona. "Se perdieron los códigos de que si sos del barrio no te robaban. El consumo de drogas los pierde. Ahora hasta por un celular te la dan", dice un vecino histórico del barrio.
Otro señala la zona de la Cañada Malvín, a una cuadra al sur de Avenida Italia, en donde también ocurren muchos de los robos que denuncian. "Esa zona es tremenda. Salís de noche y no sabés".
"Además no sabés a que seccional llamar", señala María, la vocera de la organización que convocó a la manifestación. "Porque para ninguna somos prioridad", denuncia.
Lo que María señala es que a los vecinos, dependiendo a que altura vivan, les pueden corresponder tres seccionales diferentes en caso de que sufran un robo. Si viven al este de Alejandro Gallinal es la seccional 14. Si viven al sur de Avenida Italia y pasando Gallinal hacia el centro es la seccional 11. Pero si cruzan Avenida Italia al norte es la seccional 15.
"Para ninguna somos prioridad. La 15 está con Euskalerría y la Unión y para ellos somos privilegiados. La 14 llega hasta Gallinal y prioriza Carrasco Norte. La 11 está más en el sur. Entonces si ocurre un robo acá en Avenida Italia tenés que estarte fijando a quién le corresponde. Porque no somos ni sur ni norte", explicó.
Según las estadísticas oficiales, Malvín Sur es el tercer barrio capitalino con menos necesidades básicas insatisfechas, mientras que en Malvín Norte hay tercio de los hogares con necesidades básicas con necesidades básicas insatisfechas. La seccional 11 no registró denuncias por homicidios en 2023. En Malvín Norte las denuncias por hurtos son un 50% más que al sur de avenida Italia. En la seccional policial de la zona hay casi 16 homicidios cada 100 mil habitantes.
La placita del barrio en Malvín que está "divina" pero que "vive vacía por el miedo"
Los vecinos están apostados en el cantero que está enfrente a la plaza Augusto Sandino, en Avenida Italia y Segovia. La plaza fue reformada hace unos años en el marco del plan de accesibilidad. Tiene juegos inclusivos para personas con diferentes discapacidades, tiene caminería interna, rampa y cartelería. Está iluminada y el pasto está bien cortado.
Pero la inversión que realizó la Intendencia de Montevideo en ese espacio no es aprovechado por los vecinos. ¿Por qué? Por el miedo. "Vos la viste la plaza, ¿no? Está divina para llevar a los niños y sentarse. Pero no la podemos usar. Vive vacía por el miedo. Y más a esta hora cuando se empieza a hacer de noche", señala decepcionado un vecino.
Justamente la organización de vecinos que convocó a la manifestación se llama La Placita del Barrio. Porque el fin principal es ese. Poder utilizar ese espacio público "sin miedo" a que los roben.
"Yo nunca voy, menos con gurises". Alrededor de esa plaza hay una parada de ómnibus en la que, dicen, prefieren no esperar ni bajarse. "Vamos a otra. Porque se esconden por ahí y te roban".
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Martín Prato
Para los vecinos esa plaza representa todo. La unión entre la frontera entre el sur y el norte que ellos quieren romper. "Nos reunimos con los tres jefes de las seccionales para una estrategia en conjunto. Con la alcaldesa del municipio E. Pero no solo queremos más patrullaje. Queremos más ómnibus para poder subir tranquilos. Poder ir a la plaza que reúne a todos. Queremos poder recuperar el barrio. La cultura de barrio. Y cuando hablo de barrio, te hablo del barrio entero. Ni sur ni norte", resumió María.