“Hay que portarse bien”. No lo dijo una maestra, ni un padre, ni un recreador. Lo repitió una y otra vez el presidente del Instituto de Inclusión Social Adolescente (Inisa), Jaime Saavedra. “Hay que pensar en salir de acá y no volver ¡nunca más!”, le insistió a los jóvenes presos este jerarca al que Lucía Topolansky trata de “cura laico”.
La gran novedad en la ex Colonia Berro era que a su lado estuviera el presidente Yamandú Orsi. Ya había estado en 2013, con “menos canas” y como mano derecha de Marcos Carámbula en la Intendencia de Canelones; pero la nueva investidura lo convirtió en el primer jefe de Estado en visitar el centro desde su adquisición hace más de un siglo. Los adolescentes lo aprovecharon.
“Te tenemos una propuesta para la Colonia”, le dijo uno de los internos. “Que los jóvenes mayores de 18 tengan visita conyugal”, completó con seriedad, no sin risas de los que escuchaban alrededor. “Por lo menos tener una conyugal una vez a la semana, podría ser”, sugirió, y su amigo concedió que podría ser “una vez cada 15 días”.
Orsi le pasó el fardo a Saavedra: “Los que mandan son ellos”. El presidente del Inisa ya lo había escuchado ni bien pisó la colonia. “Si no hacés las cosas bien, manejate (...). Si se portan bien, lo vamos a arreglar”.
Orsi fue clave para garantizar la continuidad de Saavedra cuando este planteaba que las diferencias con su vice, Eugenio Acosta, eran irreconciliables. Después de las turbulencias internas que derivaron en la renuncia del director oficialista, el Frente Amplio quedó –paradójicamente– en minoría: Saavedra, un ex Frente Juvenil del MLN formado bajo el ala del sacerdote Uberfil Monzón, a la cabeza; Daniel Radío, del Partido Independiente, como vice; y el colorado Ángel Fachinetti por la oposición.
El nuevo directorio está revisando protocolos, y parte de eso se vio al mediodía del jueves en la Colonia Berro: decenas de adolescentes llegaron y se fueron sin grilletes y tuvieron libertad para moverse y conversar.
Uno de los más jóvenes se interesó en el uniformado que aguardaba a Orsi. Se está planteando la carrera militar. El coronel Andrés Batista, edecán del presidente, lo invitó a inscribirse cuando cumpla 18. “¡Estuvo en el Congo!”, intervino Orsi. “Como seis veces”, recordó el coronel y se puso “a la orden”.
Saavedra sueña con que la ex Colonia Berro se vuelva “un gigantesco polo de inclusión social, de esperanza y de ilusión por el futuro”, como declaró en mayo a Búsqueda. Este miércoles festejó el convenio con el Instituto de Empleo y Formación Profesional (Inefop) para capacitaciones en distintos oficios para 270 mayores de 15 años vinculados al Inisa.
“Es de tal magnitud que tenemos garantizado por lo menos una capacitación por cada uno de los gurises que tenemos”, afirmó Saavedra, quien ha dicho que el presupuesto del Inisa basta para cumplir sus cometidos. “Lo tenemos que resolver con el auxilio de ANEP, Inefop y todas las instituciones que quieran colgarse con nosotros (...). Tenemos chiquilines que han cometido daños irreparables. Tienen que estar en privación de libertad, sin hacerles daño, pero procurando que no se hagan daño a sí mismos (...) Para el 90% de los chiquilines y chiquilinas con los que trabajamos, tenemos que regar un mar de oportunidades porque son almas en pena”.
Los reclamos
Apenas bajó de la camioneta junto a su esposa Laura Alonsopérez, Orsi recibió la carta de tres docentes de Secundaria que trabajan en los centros Sarandí y Piedras en la órbita de la otrora Colonia Berro. “Lamentablemente no se conoce mucho la educación en contexto de encierro, está bastante marginada. (...) Hoy tenemos un liceo ahí adentro”, plantearon, y el presidente las felicitó luego porque “no todo el mundo sabe que esta gente existe”. A otros docentes que saludó durante el mediodía los llamó “patriotas”.
Las profesoras contaron que los adolescentes del Inisa “no llegan a la educación formal”. “Tenemos jóvenes que vienen dos veces por semana, una hora, y eso es altamente insuficiente para una reinserción o para una trayectoria educativa real”, explicaron. También contaron que a la hora de elegir las horas en Secundaria están en una “segunda ronda”, lo que afecta la atención porque “ya tarde no está todo el cuerpo docente”. El presidente quedó en averiguar con la Anep.
Otra docente interrumpió la rueda de prensa de Orsi para hacer saber que hace falta “apoyo interdisciplinario”. El presidente respondió que “algo de eso” le plantearon, pero “en un parrafito”, por lo que podían “surgir cosas” en “una reunión más de trabajo”.
La profesora devolvió que les gustaría volver a encontrarse con él. Orsi recogió el guante, como luego repetiría varias veces a lo largo del encuentro: “Vendremos de vuelta, con más tiempo y tranquilos”.