Venís de meses complicados en la dirección del Inisa, con un director que acaba de salir, Eugenio Acosta. Ahora entró Daniel Radío. ¿Cómo tenés pensado trabajar con ese grupo que venía disconforme contigo y que apoyaba a Acosta? ¿Cómo vas a limar esas asperezas?
Fueron meses peculiares, pero yo estaba muy tranquilo con la decisión que había tomado. Estaba muy confiado en que las cosas, independientemente de cómo fuera la resolución final, se iban a ubicar en el lugar en el que tenían que se ubicar, estando yo o continuando el juego. Y esto no tiene que ver con una cosa personal, sino que tiene que ver con una propuesta programática, con un talante de la conducción. Estas diferencias estuvieron. Y la propuesta programática es la que nos obliga. Yo no tengo ningún problema personal con nadie, recorro a todos lados, todo el mundo me ve acá, cómo me vinculo con la gente, a qué hora llego a trabajar, a qué hora me voy, cuántos días trabajo. Y de hecho, hay un día a la semana, que es los viernes, que recibo a todo el mundo. Vienen a tratar las situaciones más diversas y yo lo hago con el espíritu. Ahora se incorporó Daniel (Radío), y estamos contentísimos, trabajando muy cómodamente con Daniel y con Ángel Fachinetti, que es el representante de la oposición. Pero además, yo creo que esta jugada, entre comillas, esta decisión del presidente es muy sabia, y a mí me deja muy tranquilo, porque el oficialismo es oposición, es minoría. Entre todos juntos vamos a construir... es un gran mensaje. Todos juntos en esta propuesta programática, escuchando a todo el mundo y llenos de ilusión en este camino que ya estamos recorriendo. Porque a pesar de que hubo ciertas tormentas, hubo mucho trabajo, todo el tema del presupuesto, todo el tema de definir las condiciones de trabajo para avanzar en la carrera administrativa que es una necesidad grande. Es la batalla que tenemos que dar para que termine de una vez por todas el reino de la discrecionalidad, que se ubica la gente de acuerdo a si es amigo o no de un director.
Ya vamos a hablar de eso, pero me quedaba la duda de si pudiste tener un encuentro, una instancia con estos trabajadores que de repente estaban disconformes con tu designación o con las decisiones que venías tomando en el directorio.
No tengo problema con nadie. Nadie me preguntó. Y doy por bueno que habrá algunas diferencias. Yo tengo unas relaciones extraordinarias con todos, con todas las personas. Dispenso siempre un trato respetuoso, todo lo cálido que puedo ser. Exijo eso como contraparte y eso es lo que vivo todos los días. En todos los casos habrá gente que comparte más, gente que comparte menos. Lo que siempre digo es, no se puede perder ni la transparencia ni la calidez para atender a la gente y el respeto para atender a la gente y dar buenos argumentos para fundamentar la exposición.
El sindicato del INAU, el sindicato de los trabajadores siempre fue un aspecto importante de la gestión del INISA. En función de cómo esté esa relación, es que después le puede ir bien o mal a la gestión. En ese sentido, con la salida de Acosta, ¿te aseguraste un trato, un acuerdo con los trabajadores para poder gestionar con cierta paz, con cierta concordancia?
He tenido, lo he dicho públicamente, antes de asumir, una extraordinaria relación con el sindicato, con los integrantes del sindicato, con sus autoridades. Este, además, es un organismo que tiene una altísima tasa de sindicalización. Y no tengo más que palabras de agradecimiento porque ha sido una relación completamente constructiva. Y acordamos, esto vuelvo al punto inicial que te señalaba, acordamos la batalla madre que es que vamos por la carrera funcional. Este jueves empieza a funcionar la comisión que va a definir la carrera funcional, la carrera administrativa y el organigrama de la INISA para terminar con esta cuestión medio absurda, que no ayuda al Estado Uruguayo y no ayuda a la INISA, ni nos ayuda a nuestros cometidos. Esta comisión empieza a funcionar con representantes de cada uno de los directores, con un representante del sindicato, con la gerencia general, y nos hemos rodeado de industrias y compañías que nos van a ayudar. Conrado Ramos nos va a acompañar honorariamente en todo este proceso, ya lo dijo públicamente el otro día en búsqueda. El director de la Oficina de Servicio Civil, Sergio Pérez, estuvimos conversando y nos va a acompañar también en este proceso que es muy importante. Mario Castro, que fue presidente del Banco del Seguros del Estado, que inició un proceso similar hace muchos años, un hombre con vasta experiencia en la gestión del Estado en este tipo de situaciones y con una larga trayectoria sindical, también nos va a acompañar. Así que estamos muy, muy ilusionados. Y el sindicato participa de esto. Para mí es el colmo de la felicidad. Vamos a tener un primer documento en diciembre, porque además lo vamos a hacer con vértigo, y queremos que esto se eche a andar muy rápidamente y que terminemos este periodo con un gran ejemplo de avance en este sentido para el INISA y para el Estado todo. En dos meses están todos los primeros concursos de las encargaturas que hoy se designan a dedo, ya van a estar implementados. Toda encargatura que no tengamos urgencia en resolver, porque hay algunas que son urgentes porque este auto se arregla en movimiento, entonces hay algunas cosas que tenemos que resolver provisoriamente con el método anterior, que es el método de la decisión del directorio, todas las demás ya se van a concursar, todas se van a concursar. y con representantes del directorio, con representantes del sindicato, sujetos estrictamente al reglamento que el INISA tiene para este tipo de situaciones.
Sobre esta reestructura que llamás la madre de la estrategia. ¿Cómo va a cambiar el funcionamiento más allá de la carrera funcional? ¿En qué se traduce este cambio para el INISA?
Todas las instituciones modernas tienen que tener claramente definidas cuáles son las funciones que tienen que desarrollar, cuáles son los cargos que necesitan, cuáles son las tareas que desempeñar y todos los funcionarios y todas las funcionarias tienen que tener claro cuáles son los méritos que deben cosechar para acceder a esos lugares, para mejorar, y tiene que haber una currícula de capacitación que sostenga ese proceso. Que vos tengas la tranquilidad de que vas a competir con otro en condiciones de igualdad y no que Jaimito va a entrar en tu lugar porque tiene un amigo en el directorio. Esto es tremendamente importante y eso cambia, tranquiliza, serena y pone al Inisa, y al Estado uruguayo, en el futuro inexorable. Tiene un costado para mí muy importante, que es el cuidado de los fondos públicos. Yo tengo que ser un celoso custodio de los fondos públicos. A rajatabla, cada peso que nosotros estamos ejecutando acá viene de tu bolsillo, del mío, del de ellos. Entonces, el peso que yo pongo para sostener esa estructura tiene que estar sostenido por procedimientos de excelencia, de garantías. Esa es nuestra obligación, la ejecución razonable del presupuesto, la ejecución celosa de la cristalinidad de las decisiones tomadas. Cuando eso no sucede, tenemos en el Inisa, como ha ocurrido, y en otras partes del Estado Uruguayo, como el de Público, todos los problemas que tenemos.
¿A qué te referís? ¿Qué tipo de problemas?
Cuando vos tenés una organización en la que no queda claro cómo la gente tiene que hacer para ascender en su carrera, entonces queda la arbitrariedad, que es la madre de todas las ineficiencias. Porque yo te pongo a vos como gerente general de la Inisa porque sos mi amigo y justo yo caí en la presidencia del Inisa. Eso no puede ser. Y además también tiene otro costado que es el costado del miedo, de la obsecuencia, porque en la medida si lo que yo tengo que hacer no es prepararme, no es estudiar, no es ser buen trabajador, sino ser amigo del director, entonces tengo que empezar a cuidarme y a ser obsecuente, voy a decir qué cosas le gustan a Jaimito porque en esa medida yo accedo a cierto lugar y eso está muy mal. Entonces eso es un cambio radical en la gestión.
¿Y eso no ha ofrecido resistencias?
Cinco minutos, yo. A mí me hace gracia, cuando yo no conocía a Suinau, no conocía a José Lorenzo López, no conocía a nadie. Cuando la presidencia tuvo la generosidad de ofrecerme este lugar y finalmente yo llegué, a los dos días le pedí una reunión al sindicato y me llevó cinco minutos. Porque mi planteo fue este, vamos por esto. Todos los otros líos los arreglamos conversando, pero vamos por esto. Porque si yo hubiera querido, a partir del primero de abril de este año, hubiera definido 686 encargaturas. Es muy loco. Y con eso, el gestor desprevenido tiene la tentación funesta del poder. Te da mucho poder. Entonces hay que tener mucho trabajo sobre uno mismo para darse cuenta de que eso es una gigantesca trama. No solo no es poder, es una trama.
Otra de las novedades que se vienen ahora es el programa de desarrollo de capacidades y competencias para los adolescentes que cumplen sanciones dispuestas por la justicia en el INISA. ¿Cuál es el cambio significativo que trae?
Se incorporan en la ley de presupuesto, ojalá que se aprueben después del debate, dos artículos sin costo que tienen que ver con estas dos ideas. La primera, es una vieja idea con la que yo venía peleando hace años y que tuve la suerte de que en algún momento algo de esto se aplicara. Que es que los centros de detención, en este caso de Inisa, sean espacios fiscales promovidos para que las empresas puedan instalarse, desarrollar sus negocios y dar trabajo a los chiquilines. Es decir, que los centros de detención estén habilitados para permitir que las empresas se instalen, que le den trabajo a los chiquilines, a las chiquilinas, que si no están los perfiles le puedan dar trabajo a la familia de los chiquilines que también precisan, o que si tampoco alcanza que le den trabajo a la familia de los funcionarios. Todos los centros de detención tratando de que el capitalismo entre a nuestro centro de detención. Porque tú y yo, nosotros todos disfrutamos sufrimos a veces las ingratitudes del capitalismo, pero disfrutamos de sus mieles. Los centros de detención no. Creo que es una novedad del mundo mundial. Entonces esto yo creo que va a ser, si nos va bien, y yo creo que nos va a ir bien, nos va a permitir esto. Y una segunda norma, sin costo también, es para que haya una agencia que sea el brazo operativo y técnico para el desarrollo de estas experiencias. Entonces ahí nosotros incorporamos otros saberes que nosotros no tenemos, ir a buscar a empresarios que puedan venir a trabajar y que tengan contactos con el mundo empresarial, con el mundo industrial, que tengan ese contacto que nos ayude a desarrollar los centros de atención en esta línea.
Has hecho hincapié en la importancia de avanzar en las medidas alternativas de los internos del INISA. ¿De qué manera se puede ampliar para que llegue a más adolescentes que están hoy incluidos en el INISA?
Uruguay tiene desde el 2014 un proceso muy virtuoso, poco conocido, que es que el número de adolescentes sometidos a medidas penales, privado de libertad, viene en descenso. Estábamos como en cerca de 800 y estamos en 340. Han pasado todas las administraciones. La privación de libertad tiende a reducirse. Y tenemos más adolescentes en medidas alternativas. Pero, como el Inisa es hijo del Inau, ese proceso de separación no terminó de completarse, entonces ocurre que algunas medidas alternativas las atendemos acá en Montevideo, en Canelones, en Soriano, en Salto, pero tenemos que completar ese proceso y que todas las medidas alternativas pasen a atenderse en la órbita del Inisa. Eso nos va a permitir, si hacemos bien, como se ha hecho hasta ahora en la atención de las medidas alternativas, profundizar este proceso. Entonces, algunos gurises hoy, que por no tener medidas alternativas, por ejemplo en Rivera, terminan en privación de libertad en la Colonia de Berro, puedan ser bien atendidos en su departamento si son delitos menores. Ese es un camino. El otro camino es que nosotros tenemos es que de los 340 chiquilines, la mitad están en condiciones jurídicas, de pasar a ser atendidos con medidas alternativas. Entonces estamos haciendo ya todo un análisis de todos esos casos para después ir a conversar con la Justicia y empezar a recorrer de modo prudente la resolución de estos casos, siempre que la Justicia les parezca interesante.
¿Cómo estás de presupuesto?
Todos los problemas que tenemos que resolver, tenemos cómo resolverlos. Vamos a dejar todo a nuevo. Pero con una lógica distinta, no vamos a hacer cárceles nuevas. Vamos a agarrar esto y ya empezamos a reformarlo. Lo vamos a hacer todo con trabajo los chiquilines también. Pero, después de que arreglamos, cuidalo. Como vos y en tu casa. Estos dos artículos del presupuesto nos habilita a contratar a aquellos chiquilines y chiquilinas que quieren trabajar para algunas actividades propias de Inisa, en condiciones como cualquier trabajador o trabajadora. No como ocurre en cárceles, que el peculio se paga en negro. Eso lo solucionamos con esta norma. Tenemos que arreglar el (hogar) Piedras, vamos a empezar dentro de poco. Y lo vamos a dejar de punta en blanco con la plata que tenemos.
¿Qué los vas a poner a hacer?
Hay un plan de obra, arreglar los baños, pintar, arreglar el jardín. Los que quieran y lo pueden hacer, y vamos a trabajar junto con cuadrillas que vamos a tener de mantenimiento en convenio con la Dinali y con Inacop. Esto empieza a la brevedad. Después lo vamos a cuidar. Yo tengo gente que trabaja en lugares que cuando llueve se inunda, o gente en privación de libertad viviendo como la mona y trabajadores trabajando en condiciones inaceptables. Tenemos que solucionarlo. Pobres pero dignos, dice alguien que fue uno de 11 hermanos.
¿Pero cómo se explica que el presupuesto no sea un problema? Es un problema en toda la administración pública, o al menos eso es lo que se denota ahora en la discusión por el presupuesto. Y aparecés vos diciendo, “yo problema de plata no tengo”. ¿Es que antes no se ejecutaba?
Hubo problemas de ejecución. Había un millón y pico de dólares en el Ministerio de Transporte y Obras Públicas. Eso lo recuperamos, viene para nosotros y lo vamos a ejecutar en esta modalidad. Porque antes se había elegido otra modalidad, de repente te construían 22 plazas de una, como pasó en el edificio El Hornero, digamos, que lo vamos a inaugurar dentro de poco, eran 22 plazas por un millón y medio de dólares. Con ese millón y medio de dólares quiero reparar todo el Inisa.
¿Hiciste otros recortes, cuáles fueron?
Es mirar el gasto chico. No compro más impresoras. Hasta ahora con las impresoras que tenemos acá no se venía el mundo abajo. Entonces ahí mandé parar todo y son 23 millones de pesos. Es una fortuna, más lo que tenían en el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, son casi $ 100 millones.
¿Recortaste $ 23 millones en gastos superfluos?
No, superfluos no sé, porque yo no quiero mirar para atrás en ese sentido. Desde que estoy acá nadie me vino a decir nunca que había un problema con la impresora. Entonces, ¿para qué voy a gastar $ 8 millones en la impresora? No sé si es este el ejemplo. Después te paso el listado de todo lo que corté. Tuve una extraordinaria reunión con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas. En cinco minutos nos entendimos, les pareció bien, quedaron encantados y van a ir a visitar la Colonia Berro para ver cómo nos pueden ayudar. Y nos van a devolver la plata.
Has asumido ya que no todos los adolescentes son rehabilitables. ¿Qué se hace con ellos? ¿Se dan por perdidos?
Hay un aspecto más institucional y después un aspecto personal. Pero te voy a poner un poquito de contexto. Hay que tener máximo respeto por las familias de las víctimas. Máximo respeto por todos los discursos de mano dura. Porque algunos de los adolescentes que están bajo nuestra responsabilidad han cometido crímenes imperdonables, que le han arruinado la vida a las familias, a las víctimas, ni qué decirlo, a las familias, familias enteras. Y han hecho cosas, algunos de esos juicios, la minoría, yo digo 10%, pero qué sé yo, es lo que yo he vivido, la minoría, esos adolescentes, Yo no los querría ni de vecino, ni de vecina, ni de novio de mi hija. Entonces, especialmente desde la izquierda, hay que decir esto con toda claridad: yo estoy del lado de las víctimas. Y algunos de los casos que están bajo nuestra responsabilidad revelan un desorden psicológico, espiritual y emocional que, si yo dijera que tengo alguna esperanza en que eso se arregle, sería un hipócrita. No lo sé, no lo sé. No tengo la competencia para saberlo. Desde mi ignorancia, no lo creo. A los 15 años sos un triple homicida. Yo no lo sé. Desde mi no saber, no creo que tenga mucho arreglo el asunto. Pero si ocurriera el milagro, feliz de la vida, ¿qué más quiero? Después, mientras tanto, es tratar muy responsablemente de que ese tipo de situaciones no sigan generando más daño que el que generaron y que no se dañen a sí mismos. Esas son mis dos preocupaciones centrales. Y creo que han sido las preocupaciones centrales del inicio. Si uno mira todos los números del inicio, dan indicadores de mejora. Hay protocolos para la aparición de los casos de autodeterminación que han mejorado, también hay temas de la fuga, todo ha mejorado.
Pero ellos también van a salir algún día.
Bueno, eso ya es otro cantar. La Justicia dispone lo que dispone y nosotros tenemos gente muy competente, muy formada, con amplia experiencia, pero ya no será más responsabilidad de Inisa.
¿Cómo ves la propuesta que impulsa desde el Parlamento Blanca Rodríguez de generar un comisionado parlamentario para adolescentes?
Es una buena propuesta. Estamos en un momento muy difícil, muy peculiar. No recuerdo un momento similar a nivel de infancia y adolescencia. Entonces, me parece que una voz en el Parlamento, que informe el Parlamento, que sensibilice, que esté todo el día, todo lo que esté a su alcance, informando y asistiendo, haciendo sugerencias, me parece que va a ser un lindo aporte. Se lo dije a Blanca, que tuvo la gentileza de invitarme a conversar para recoger la opinión nuestra, debería ver un poquito, porque ya pasó en adultos, la coordinación con la Institución Nacional de Derechos Humanos, para no superponer las preocupaciones. Yo tendría cierta cautela en esa formulación.
Las voces críticas podrían decir que se crea otra institución para ser más diagnóstico, cuando en realidad el diagnóstico parecería ser claro que lo que se necesitan son acciones…
Es una visión equivocada. Los comisionados parlamentarios tienen que informar al Parlamento.
Tienen 129 o 130 comandantes. Y eso a mí me parece muy importante en estos territorios porque son, en términos generales, territorios olvidados. Cuando empecé con todo el tema de las cárceles, hace muchísimos años, en el Parlamento había muy pocos senadores y diputados que hacían el seguimiento de estos temas. Incluso, hasta no hace mucho, si uno pedía las actas de la Comisión de Seguimiento del Sistema Carcelario, no estaban todas. Entonces, realmente eran pocos, no me alcanzaban los dedos de la mano para contar a los parlamentarios y las parlamentarias ocupados y preocupados y que hacían el seguimiento de estos temas. Creo que indiscutiblemente la presencia de (Álvaro Garcé) en primer lugar, después la presencia de Juan Miguel Pettit, nos ayudaron a todos y ayudaron al Parlamento y a la sociedad general para tomar conciencia de los problemas, para hacerle sugerencias oportunas a las autoridades. Quien haga esa crítica, yo respondería con esto también. El caso del comisionado parlamentario fue con chauchas y palitos, porque era el comisionado parlamentario el sueldo que se pagaba y después eran pases en comisión. Realmente es un gasto eficiente.
Uno de los primeros temas que saltaron cuando asumiste en el cargo fue el problema que tenías con ciertos adolescentes extranjeros, que no tienen referencias acá y que eso genera una complicación también para los planes de rehabilitación. El embajador de Brasil se había contactado contigo, tuvieron una reunión. ¿Se pudo avanzar hacia una solución?
Sí, sí, estamos en contacto permanente. Se establecieron los contactos con el consulado y hay un trabajo muy afinado para resolver todo lo que se pueda resolver. Son pocos casos y eso ayuda también.
¿Se abrió la posibilidad de tener algún mecanismo de intercambio para que los adolescentes de otros países puedan cumplir la pena en su territorio o que vengan uruguayos para acá?
Ese es un problema judicial. Eso tiene que ver con las leyes. Nosotros no tenemos ni arte ni parte. Nosotros tenemos que arreglar la baldosa. Nuestra baldosa es muy complicada. En el marco de esa dedicación de arreglar nuestra baldosa, los legisladores vienen y nos consultan sobre algunas cuestiones, entonces nosotros podemos dar nuestra mejor opinión.
El otro tema que tienen interno es que tienen 40% de internos que cometieron delitos siendo menores de edad y ahora son mayores.
Si me preguntaran las autoridades. Yo digo, repensemos esto, repensemos esto. No les sirve al Inisa, pero sobre todo no les sirve a los chiquilines. Tengo una institución pensada para adolescentes. Tengo un hombrón de 25 años más la barba que le llega a las rodillas, conviviendo con un chiquitín de 16, se quiere matar.
¿Pero qué solución encontrás ahí?
Se incorporó a trabajar un asesor mío, es un abogado joven, muy talentoso, que nos va a dar una buena mano y uno de los mejores abogados del mundo. Le pedí armar un paquetito de sugerencias como insumo, para tirar en el debate parlamentario si es que este debate se da en algún momento.
¿Y creés que se puede llegar a concretar alguna solución en este periodo?
Visto desde el lugar donde estamos nosotros, esto es de una claridad tan manifiesta que debiera ser rápidamente resuelto. Pero los parlamentarios tienen su propio tiempo, no soy yo quien para opinar. Ojalá esto pudiera ser resuelto porque va a ser para el beneficio de todos.
¿En algún momento vos habías coqueteado con la idea de traerte a Radío como asesor, si no me equivoco, antes de todo esto, también al padre Mateo. Radío finalmente se integra. Ahora, ¿en qué quedó esa idea del padre Mateo?
No solo coquetear, sino un largo camino andado y un objetivo soñado por mí y planteado a nivel del directorio y planteado públicamente. Estoy en contra de las actitudes fundacionales de los que llegan a un cargo de gestión. Antes que Jaime Saavedra hay una larga historia. Yo llegué hasta 1984. Les anuncié a todos los trabajadores, a todas las trabajadoras, al sindicato también, que yo venía a conversar con todos los presidentes, con todas las presidentas y los iba a invitar a trabajar. Iba a tratar además de recolectar cuanta opinión ilustre hubiera en la vuelta que me pareciera importante. Y así lo hice. En el inicio estaba Juan Miguel Pettit, lo invité a Juan Miguel a hacer lo que él quisiera, dar clases. Bueno, ahora se va para la Institución de Derechos Humanos, complica un poco los planes. Hablé con todas las expresidentas y con todos los expresidentes. Veamos cómo se puede sumar, que todo el mundo aporte de algún modo. Y hablé con el padre Mateo, como expresidente. Y todo el mundo me dijo que sí, encantado y emocionado. Así que, esa jugada aspiro a lanzarla públicamente en noviembre, con todo el mundo aportando desde el lugar que quiera aportar. Si este paraguas espiritual se concreta y lo podemos presentar públicamente, yo quiero que Yamandú nos acompañe en la presentación, porque ese fue un gran mensaje para el país, me parece.
¿Con Gabriela Fulco también te reuniste?
Con Fulco también. Una preciosa reunión, muy amable, me fue de mucha utilidad y uno de los convenios, una de las pistas que me dio, uno de los datos que me dio, fue de tanta utilidad que va a empezar ahora un proyecto con el exfiscal de Corte Jorge Díaz y la Junta Nacional de Drogas en un proyecto de de capacitación y de venta de servicios en Belloni, que va a empezar a la brevedad. En un galpón que ya estamos acondicionando, que lo limpiamos y ahí se van a cuidar los autos decomisados. En un galpón que lo tenemos nosotros sin uso, ya lo limpiamos todo, lo estamos acondicionando, lo vamos a cerrar y va a ser un lugar de cuidado a esos autos.
Has dicho que el país tiene una oportunidad histórica de resolver los problemas de estos adolescentes, que lo que se haga en estos cinco años es clave. Entonces, ¿cómo ves la foto del INISA para 2030? ¿Qué te estás imaginando?
Nosotros todos queremos que el Inisa sea un ejemplo a nivel mundial, es decir, que la gente venga de todos los países del mundo a ver cómo Uruguay trabaja con los adolescentes que están sometidos a la justicia penal. Ese es mi sueño. No me satisfago con menos de eso. Quiero ser un ejemplo a nivel mundial. No por Jaime Saavedra. Porque yo veo que acá, por primera vez en mi extensísima trayectoria, encuentro una gran oportunidad país. Nosotros tenemos este proceso de poca privación de libertades, un proceso exitoso, una institución que aún con sobresalto va creciendo. Profesionales muy competentes, muy comprometidos, que quieren a la institución, cosa que no pasa en ninguna otra fuerza que tenga un componente asegurativo ni de Uruguay ni de la región, la gente quiere al Inisa, eso es un valor extraordinario. Y tenemos una justicia penal adolescente que es especializada, que conoce a los chiquilines, conoce a la familia, que si nos tienen que rezongar nos rezonga y si nos tienen que ayudar nos ayuda. Yo estoy muy ilusionado con eso. Por eso hago especial hincapié en la batalla madre de la carrera funcional, de la carrera administrativa, porque tenemos que tener agencias fuertes. No puede ser que en todos nuestros países las instituciones que trabajan con el pobrerío sean instituciones muy débiles. Tenemos todas las que ustedes puedan imaginarse, con muchísimas debilidades. Tenemos el Mides con debilidades, el INAU con debilidades, el Inisa con debilidades, cárceles con debilidades. Si queremos cumplir con los objetivos, instituciones modernas, fuertes, con sueños de futuro, con ganas de resolver las cosas del país, porque finalmente para eso estamos… Entonces yo tengo esa ilusión de que el INISA sea una agencia fuerte y ejemplar a nivel mundial. Con menos de eso no me satisfago y si no consigo eso, échenme las culpas a mí. No a Orsi, ni a Cosse, ni Lacalle Pou, ni a nadie. Soy Jaime Saavedra.