El abogado Gustavo Salle logró, en su segundo intento, llegar al Parlamento con un discurso antisistema y crítico de todo lo establecido. Con denuncias grandilocuentes pero con pocos resultados, ese discurso que sale de un megáfono que es casi una extensión de su cuerpo logró casi 65 mil adhesiones que le permitieron a Identidad Soberana tener dos bancas en la Cámara de Diputados.
Pero ese discurso no llegó a todos lados por igual y la costa este de Uruguay –Rocha y Maldonado– fueron los principales bastiones del abogado penalista. Barra de Valizas, Punta del Diablo (donde le ganó al Partido Colorado), La Barra y Balneario Buenos Aires están entre las 15 localidades en las que Salle votó mejor –considerando localidades con al menos 100 votos a los partidos–, según los datos del escrutinio primario procesados por El Observador y el politólogo Juan Ignacio Pintos.
“Gente que se va a vivir a la zona periférica, que quiere escapar de la ciudad, de los controles del Estado. No lo tengo analizado, pero evidentemente que la militancia de Maldonado, y por lo que veo también de Rocha, trabajaron muy bien”, intentó esbozar una explicación el diputado electo en conversación con El Observador. Una sensibilidad mayor por las cuestiones ambientales o un más cuestionamientos a las vacunas durante la pandemia fueron otras de las percepciones.
Estos dos departamentos fueron algunos de los que Salle recorrió durante la campaña electoral, al menos un par de veces. En Maldonado, sobre todo, hizo recorridas, y hasta algunos actos con “buena concurrencia”.
Antes de ser candidato, incluso, Salle recorrió el país con las denominadas Caravanas de la verdad, donde grupos de personas antivacunas se manifestaban en distintos puntos del país. En Maldonado, una de esas caravanas tomó notoriedad porque se generaron incidentes y hubo al menos seis detenidos.
Uno de los principales referentes de Identidad Soberana en Maldonado es Silvio Pereira, un maestro jubilado que empezó a seguir a Salle con el Partido Verde Animalista en 2019. Cuando armó el nuevo lema, en Maldonado fueron varios los que empezaron a organizarse a través de grupos de Whatsapp que apoyaban al candidato. El principal tiene 140 personas, y sumados con otros grupos sallistas en la aplicación llegan a unos 200 militantes.
“La mayoría de los que estamos en el grupo somos antisistema, antivacunas, no estamos vacunados contra el covid-19 y algunos están pero se arrepintieron. Salle fue el único que durante la plandemia —así le llaman los descreídos de la pandemia— se la jugó por todos cuando nos veíamos desprotegidos”, describe.
Lo que tienen en común los votantes sallistas en Maldonado, dice Pereira, es un interés, por ejemplo, por el cuidado de la costa —están en contra de las construcciones que se quedan con la playa o tapan las vistas—, y el cuidado del agua. En plena crisis hídrica la preocupación por la calidad del agua en el río Negro —donde se instaló la segunda planta de UPM— y la llegada de un inversor chileno ofreciendo el sistema de siembra de nubes para hacer llover fueron los temas que más unieron a lo sallistas en el departamento. Otros temas fueron la militancia contra las antenas 5G.
En Rocha, el principal referente sallista es Juan Acosta, un trabajador independiente que se dedica a la construcción y que hace 15 años que vive en La Paloma –una de las localidades donde Identidad Soberana votó mejor–. Su familia es de la ciudad rochense. La agrupación la empezaron cuatro personas después de las internas. La idea era al principio abrir una “trinchera de valores”, como le dicen los sallistas a los locales políticos, pero finalmente se tiraron a tratar de colaborar en la administración del partido en el departamento: creación de remeras, pancartas, folletería, visitas a ferias de los diferentes balnearios y ciudades del departamento. Lo que los une en Rocha, dice Acosta, es el descreimiento hacia el sistema político, pero también una cultura más amigable con el medio ambiente. “Todas las causas de Salle terminan en el medio ambiente: los recursos naturales del país, la playa”, argumenta.
Montevideo
El barrio Peñarol fue la localidad de todo el país en la que Salle recibió más votos en números absolutos. Fueron 1.769 de los 59.597 que se emitieron para algún partido (3%), pero más allá del dato puntual ese barrio ejemplifica lo que pasó en la capital: el discurso de Salle caló más en los barrios populares que en los más acomodados.
De hecho, Punta Carretas, Carrasco y Pocitos son los tres barrios de Montevideo en los que obtuvo el menor porcentaje. De todos modos, el voto de Identidad Soberana en la capital fue bastante homogéneo y votó arriba del 2% en todos los barrios de la capital.
Voto por edad
Otra de las variables a mirar en el voto sallista es la edad. En los circuitos que tenían un promedio de edad de 32 años o menos, el partido de Salle tuvo el 2,8% de los votos válidos. Ese mismo porcentaje se mantuvo hasta las franjas etarias que van hasta los 52 años y a partir de esa edad comienza el descenso. Entre los mayores de 83 años solo recibió el 0,8% de los votos válidos.
Se trata de una distribución etaria del voto similar a la del Frente Amplio, que tiene cierta fortaleza entre las edades más jóvenes que se mantiene hasta los 50 años y luego empieza a decrecer la prevalencia del voto sallista.
Lobos solitarios
En 17 departamentos Gustavo Salle logró que 51 lobos solitarios pusieran la lista de Identidad Soberana en la urna. Cada uno de ellos fue el único en su localidad que votó el lema sallista. Tuvo casos en los que fueron localidades de un solo circuito, en zonas rurales del país. Otros en los que la lista de Salle apareció en solitario entre algunos cientos de votos.
¿Cómo llegaron esos votantes a optar por Gustavo Salle? Para los lugares adonde el diputado electo no visitó —durante la campaña recorrió la mayoría de las ciudades capitales y algunas secundarias— la radio y las redes sociales —y los contenidos viralizados— han sido sus principales aliados.