Iba a enfrentar los micrófonos de los periodistas centrado en anunciar medidas para evitar el aumento de casos de violencia de género durante la emergencia sanitaria. De hecho, ese fue el foco cuando el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, se sentó en su primera conferencia de prensa de ese día junto a la directora del Instituto Nacional de las Mujeres, Mónica Bottero, y el prosecretario, Rodrigo Ferrés. Sin embargo, una vez que esa comparecencia terminó una noticia de último momento cambió los planes. Delgado subió al piso 11 de la Torre Ejecutiva, donde están su despacho, el del prosecretario y el del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y le confirmaron que acababa de morir la primera persona por coronavirus en Uruguay. Bastaron unos pocos minutos para definir que él, como representante de todo el gobierno, sería el encargado de informarlo.
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