Cuando en febrero del año pasado la Intendencia de Montevideo (IMM) anunció una licitación, Leonardo Novoa y su hermano Daniel tuvieron una idea: regalar a su padre un taxi eléctrico y devolverle la esperanza que tuvo de joven, como directivo de la Cooperativa de Trolebuses (Cooptrol), de ver a Montevideo con transporte público diferente, "más barato y más sano".
De un modo distinto pero con la misma ilusión, UTE apuntó este año a "poner sobre la mesa la temática" de la movilidad eléctrica, en el marco del proyecto Redes Inteligentes mediante el cual el organismo busca integrar las nuevas tecnologías al desarrollo de sus actividades, contó a El observador Eduardo Bergerie, director del proyecto.
Si bien esperan que la flota continúe creciendo, el objetivo para este año es otro: la instalación de estaciones de recarga rápida para autos eléctricos en Uruguay.
La iniciativa comenzó con un modelo de "prueba", ubicada en Montevideo en las calles Rondeau y General Pacheco, que ya está funcionando. Cuenta con un solo punto de recarga y está disponible para los cuatro taxis eléctricos que circulan hoy en día, dado que realizan mayores distancias.
A mitad de año prevén la apertura de una nueva estación en la capital, ubicada en las calles Joanicó y Batlle y Ordóñez, con cuatro puntos de recarga rápido. En una primera fase estará a disposición de los taximetristas, pero en una fase posterior también se prevé dar acceso a cualquier conductor de un vehículo eléctrico.
Con miras al futuro, se prevé colocar estaciones en las carreteras para brindar cobertura nacional. Con esto se apunta a "bajar la barrera psicológica" por la cual los conductores no se "animan" a comprar este tipo de autos al creer que su duración no es suficiente para grandes recorridos, contó Bergerie.
"Este auto es querido y odiado. Porque, sacando que el seguro es un poco mas caro, no tiene más gastos. No le doy (plata) a las estaciones de servicio, a las casa de repuesto casi tampoco. Hoy el propietario del taxi vuelve a ganar y no el que esta abajo del taxi", contó a El Observador Leonardo Novoa, propietario de un taxi eléctrico desde agosto de 2015.
Los autos eléctricos cuestan una octava parte que los vehículos a nafta en lo que refiere a mantenimiento y operación. "No hay cambio de aceite, ni de agua, ni hay que verificar niveles" por lo que su mantenimiento es "casi nulo", sostuvo Bergerie. En el caso de los autos de UTE, el mantenimiento se realiza cada 10 mil kilómetros y su costo es de $ 1.800.
Aun así, ambos reconocieron que su principal desventaja es el costo de compra ya que, a pesar de las medidas fiscales que se tomaron en Uruguay para fomentar su venta, todavía es difícil acceder a ellos, contó Bergerie.
Los autos de UTE tienen un costo de US$ 45 mil y los taxis US$ 55 mil. Esto, sumado a la poca autonomía del vehículo, suele ser impedimento para su compra ya que mientras que un auto a combustión interna logra entre 500 y 600 kilómetros diarios, un auto eléctrico alcanza los 300 como máximo.
Para Bergerie, los costos van a bajar en la medida que su uso sea más habitual, como sucede con toda tecnología nueva que recién sale al mercado. Para Novoa, es una inversión que se recupera de inmediato.
"Nosotros no lo pensamos, lo hicimos. Pero muchas personas propietarias de taxi los frena el valor del auto. Mi experiencia es esta: el valor del auto puede ser caro pero con el ahorro (que implica), en el plazo que sacás el crédito bancario el auto se paga solo y el valor regresa al bolsillo del propietario. En un auto convencional eso es muy difícil", concluyó.
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