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Biden y Putin, con acusaciones cruzadas en dos foros por la disputa de la hegemonía mundial
En dos ámbitos diferentes, el presidente norteamericano, Joe Biden, y su par ruso, Vladimir Putin cruzaron acusaciones que pusieron en evidencia la batalla que, como trasfondo de la guerra en Ucrania se está jugando por la hegemonía mundial o, si se quiere, la definición del rumbo en la encrucijada de los caminos que conducen a un mundo unipolar o a otro multipolar.
“El brutal y no provocado asalto de Rusia a su vecina Ucrania ha alimentado una crisis energética mundial y ha agudizado la necesidad de lograr una seguridad energética a largo plazo”, dijo Biden esta mañana en el marco del Foro de las Principales Economías sobre Energía y Clima.
Horas antes, Putin se había despachado en el Foro de San Petersburgo con una afirmación contundente en el sentido que el dominio de Occidente en la política y la economía global no será eterno, sino que entró en una cuenta regresiva. “No hay nada eterno. Además, nuestros colegas no solo niegan la realidad, sino además intentan ignorar el curso de la historia, piensan en categorías del siglo pasado, están cautivos de sus propios conceptos erróneos”, aseguró.
Y fue más allá al decir que en el mundo ya no funcionan “los patrones que de manera burda y sin alternativa alguna se imponen desde un centro único. El fallo se encuentra en la idea misma, de que existe una sola potencia, aunque muy fuerte, con un círculo limitado de Estados cercanos, o, como dicen, avasallados por ella".
Biden habló en la reunión virtual que convocó a países entre los que se cuentan China, Alemania, Arabia Saudita, el Reino Unido y los que componen la Unión Europea. También estuvo presente Egipto, que será el anfitrión de la próxima reunión de la ONU sobre el clima y el secretario general de la ONU, António Guterres.
Hizo su discurso en un preocupante contexto para su país por la escasez de combustible que ha disparado los precios. “Estoy usando cada palanca disponible para bajar los precios para el pueblo estadounidense, pero el punto crítico es que nuestras acciones son parte de nuestra transición a un futuro energético limpio y seguro y a largo plazo”.
La cuestión de los combustibles fósiles – como el petróleo y el gas – llegó a un punto crítico con la guerra de Ucrania y las sanciones económicas con que respondió Occidente y que llevaron a Rusia a cortar o disminuir el suministro de gas a varios países de la Unión Europea.
En medio de ese tironeo, con sus declaraciones los dos presidentes parecieron estar hablando cara a cara en una charla centrada en disparar acusaciones cruzadas.
Sin embargo, en este juego aparentemente en espejo es necesario tener en cuenta a un tercer actor, China, que entró fuertemente en la discusión hace unos días, cuando el presidente Xi Jinping se comunicó telefónicamente con Putin e hizo deliberadamente público el contenido de la conversación: “China desea seguir apoyando a Rusia en cuestiones como son la soberanía y la seguridad y en otros temas que representen un interés fundamental y una preocupación mayor", dijo el líder chino según la TV pública de ese país.
Fue la segunda conversación que mantuvieron los dos presidentes desde que comenzó la operación rusa en Ucrania, el pasado 24 de febrero.
Frente a este fuerte apoyo chino a Rusia, del lado occidental hay más fragmentación que unidad en las posturas, más allá de las declaraciones rimbombantes de condena hacia Rusia. Lo cierto es que el ingreso de Ucrania a la OTAN y la Unión Europea, que fogonea Estados Unidos está lejos de plasmarse y ya ha recogido fuertes cuestionamientos de varios países de la UE.
