Opinión > EDITORIAL
Caen los estigmas de la marihuana
Canadá avanza en la conquista del mercado mundial del cannabis al legalizar este miércoles la posesión y el uso recreacional de la marihuana y convertirse así en el segundo país del mundo en hacerlo.
El primero fue Uruguay. Como en todos los países donde se avanzan casilleros en la legalización de la marihuana, la medida viene acompañada de una gran discusión en la opinión pública.
Particularmente en Canadá se debatió con fuerza sobre la conveniencia del cambio en el marco legal por el tema de la capacidad de la policía para controlar un posible aumento de conductores bajo la influencia de hierba. Suena hasta jocoso que esa haya sido una de las polémicas que copó los debates y las tertulias.
El primero fue Uruguay. Como en todos los países donde se avanzan casilleros en la legalización de la marihuana, la medida viene acompañada de una gran discusión en la opinión pública.
Además de los consumidores de marihuana que por obvias razones celebraron la legalización, ayer hubo otro sector que brindó por el porvenir. Se trata de los operadores que comienzan a tallar en la industria del cannabis. El mercado comienza a dejar atrás el aura negativa que traía consigo la marihuana y empieza a ver con enorme atracción las posibilidades comerciales que se abren en el terreno de la industria, la cosmética y la salud.
El mercado tiene grandes expectativas respecto a la industria del cannabis y lo dice. Es algo que se percibe, como cuando la brisa trae olor a primavera. El estigma de la marihuana comienza a quedar atrás. Hasta la multinacional estadounidense Coca-Cola confirmó que sigue atentamente la evolución de este mercado y que estudia junto a una compañía canadiense la posibilidad de desarrollar infusiones que alivien las inflamaciones, el dolor y el calambre, según indicó un informe de la BBC.
En Uruguay también el miércoles ocurrió un hecho muy importante. Se creó la Cámara de Empresas de Cannabis Medicinal. Algo absolutamente impensado una década atrás. Cuenta con el apoyo de 14 empresas que empiezan a ver cómo la tendencia que inició Uruguay empieza a ser imitada en otros países.
En Uruguay también el miércoles ocurrió un hecho muy importante.
En la presentación de la cámara realizada en el Sindicato Médico del Uruguay afirmaron que las inversiones en el país por estas firmas alcanzan los US$ 100 millones. Marco Algorta, su flamante vocero, destacó las virtudes del desarrollo de la industria del cannabis medicinal y dijo que el país se encuentra en la vanguardia del tema a nivel mundial y que está en una posición inmejorable para atraer inversores nacionales y extranjeros, logrando así la diversificación de la matriz exportadora. A su vez se refirió al empleo destacando que, entre labores zafrales y permanentes, la industria puede generar 5.000 puestos de trabajo.
El tren de la marihuana arrancó hace muchos años. Contó con mala prensa, fue perseguida y castigados sus usuarios. Se buscó prohibirla y pese a ello florece con toda la fuerza de una demanda que busca volver a darle a la planta un valor que trasciende por creces lo recreacional. No debería de extrañar si en un par de décadas las exportaciones de marihuana se citan junto a la carne, la leche, el arroz, la soja y el trigo. Si así sucede será una demostración palpable de que Uruguay y su mentalidad pueblerina sacó la mano del freno y decidió por fin avanzar firme y convencido hacia adelante.
