Cardacio casi se va a las manos con un delegado de Rampla

El volante de Defensor Sporting Mathías Cardacio criticó duramente el arbitraje de Diego Riveiro en el partido que su equipo dejó dos puntos el sábado al empatar con Rampla Juniors y reveló que estuvo a punto de irse a las manos en el Olìmpico con un delegado de los picapiedras.

Cardacio contó que vivió un incidente con el delegado de Rampla Juniors: "Estaba en la puerta del vestuario y alguien me estaba sacando fotos. le pregunté por qué me sacaba y me dijo que era el delegado de Rampla y me dijo que no podía estar ahí porque yo estaba expulsado. Entonces le dije, '¿a vos quién te dijo que yo no puedo estar acá?'. Me respondió que era el delegado de Rampla. Que me importa, andate de acá que es la puerta del vestuario de Defensor le respondí.Quería inventar una regla para después reclamar los puntos. Le dije que se fuera y le hirvió la sangre. Acá quieren ganar puntos de cualquier manera, es un mamarracho. Estuve a un segundo de que le dieran ganas de tirarme un piñe (sic) para agarrarme a trompadas", contó.

Crítica a los árbitros

"Es bravo hablar de esto. Si el penal que cobró fue penal habría 500 mil penales por partido. El criterio del árbitro fue cambiante, inseguro y eso lo trasladó a toda la terna, a los jugadores y a la tribuna. Sinceramente fue un desastre. Hacía tiempo que no veía a alguien perder la brújula tan fácilmente. La dualidad de criterio en todas las jugadas eran asombrosas. Por lo que cobró tuvo que cobrar muchos más penales y por las rojas que mostró haber expulsado a más gente", dijo el volante en La Oral Deportiva que se emite por AM 970.

A Defensor Sporting le expulsaron a Martín Rabuñal y Ayrton Cougo. Cardacio estaba suspendido por su expulsión en la segunda fecha ante Torque, decretada por Leodán González.

"A nosotros nos afectó, creamos muchas situaciones de gol Y nos quedamos con el sabor amargo de no haber podido ganar", agregó.

"Los jueces tienen algo personal con nosotros, no quise hablar en las redes porque es agotador y afuera del fútbol hay familia. Seguramente hay algo personal con Defensor, estaría bueno que vengan acá los árbitros, se sienten y lo digan, porque sinceramente es muy difícil así. Se olvidan que el fútbol es un trabajo. Hay que cuidar a los jueces, pero también a los jugadores. Parece que ellos están en una cajita de cristal. Esto es por plata, está el futuro de la familia en juego", dijo muy molesto.

"Hay maneras de ser la ley, es muy fina la línea para ser justos. Me gustaría que un día sean sinceros y nos digan. Ya llevamos tres expulsados y no sé cuantas amarillas", recalcó.

"Sentimos que con nosotros hay un trato diferente, esto es chiquito, acá se sabe todo. Se dicen muchas cosas, se comenta que a ciertos jugadores de Defensor hay que tratarlos diferente y entonces entramos condicionados. Las reglas tienen que ser para todos iguales. A veces te hablan diferente, me pasó una vez, después lo quise hablar por privado y no pude. Se piensan que tienen el derecho de ensuciarte, decirte lo que quieren y capaz que te terminan perjudicando. Sos árbitro durante 90 minutos, pero después todos somos seres humanos", manifestó el Bochita.

"Acá se queja José Luis Rodríguez, se queja (Rodolfo) Catino y es parte del fútbol. Se queja Defensor y lloran. Se queja Mourinho y se quejan en Argentina. El arbitraje del otro día fue un arbitraje de barrio", expresó.

"Desde que arrancó el campeonato, dije que iba a poner la pelota al piso. Viendo y enterándome de muchas cosas que pasan, me sacaron las ganas de hablar. Me debo a Defensor, pero este fútbol me saca las ganas de estar acá. Tengo autocrítica, pero los demás hacen lo que quieren y no pasa nada", agregó.

"Perdimos dos puntos que capaz que son los puntos para ser campeón", dijo Cardacio.

"Eduardo (Acevedo) levanta el dedo y son todos moralistas, en Twitter son embajadores de los derechos humanos. Nos putean, nos escupen, estás a un centímetro de agarrarte a trompadas como me pasó en el vestuario y no podés hacer nada. Vivimos en un fútbol muy limitado", dijo.

"Cada vez que salimos a la cancha los jugadores nos jugamos el futuro de nuestra familia. Cuando pasa lo que pasó el fin de semana te vas triste, no le voy a caer al árbitro para no entrar en un círculo vicioso, me quedo con el todo y es que te sacan las ganas de estar acá", reflexionó.

Este martes, Defensor Sporting inicia su camino en la Copa Libertadores ante el vigente campeón Gremio: "Mañana se puede jugar intenso, pegar una patada que no sea amarilla. Es otro deporte, una intensidad linda y te hierve la sangre. Gremio es el último campeón y la sensación del momento en América. Sabemos que nuestro negocio es el torneo local. En la Copa hemos dejado la vara alta y la idea es mantener eso, volver a sorprender y aferrarnos a lo que nos hace fuertes", concluyó.