Agro > MONITOREO CONSTANTE
China quitó el pie del acelerador y hay preocupación en ganaderos, frigoríficos y el gobierno
Actores involucrados en la agroindustria de la carne y el gobierno monitorean constantemente lo que sucede en China, el principal cliente en la lista de destinos para las colocaciones desde Uruguay, preocupados por un cambio en su demanda que ha tenido impactos en el mercado interno.
Las consecuencias son adversas para el productor ganadero y las compañías industriales, también lo serán para la economía nacional si esa realidad se acentúa y extiende, no obstante han determinado una ventaja para el consumidor, dado que el precio en carnicerías y supermercados ha disminuido sensiblemente desde el inicio de setiembre.
Juan Ignacio Buffa, subsecretario de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), comentó a El Observador que “es claro que Uruguay tiene una alta concentración de sus exportaciones en China y cuando un mercado donde colocamos más del 60% tiene alguna desaceleración es inevitable que haya un impacto en los precios internos, tanto del ganado gordo como en el mercado de la reposición”.
El peso de un gigante
El jerarca señaló que la estrategia de Uruguay “es clara y se sustenta sobre dos patas”.
Una es mejorar la inserción en los mercados externos. “El MGAP en esta administración cada cinco días calendario ha hecho una gestión para abrir un mercado o para sostener un mercado”, afirmó.
La otra, señaló, “es mejorar la calidad de nuestra inserción internacional a través de los tratados de libre comercio”.
China, Turquía y el Transpacífico
En ese sentido, explicó, se avanza hacia un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China, se avance en una gestión de ese estilo con Turquía y dentro de algunas semanas se enviará la nota para la postulación formal de Uruguay para el ingreso al Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica.
Esto último genera importantes expectativas, admitió, dado que se trata de una zona del mundo “deficitaria en alimentos, que importa por US$ 245 mil millones en alimentos, por lo tanto ahí tenemos una enorme oportunidad para mejorar la calidad de nuestra inserción internacional”.
Buffa apuntó que “solo el 10%, en números redondos, de nuestras exportaciones de alimentos está sujeto a ciertas preferencias arancelarias (…) entrar al Acuerdo Transpacífico automáticamente nos llevaría a casi el 50% de nuestra producción con preferencia arancelaria y en eso es en lo que estamos trabajando”.
Además, resaltó, durante la actual administración de gobierno se logró habilitar el ingreso de 33 nuevos productos a distintos mercados, con base en lo que definió “una agenda permanente” para avanzar en el rol que tiene el MGAP en la inserción internacional, lo que denominó “llave sanitaria proactiva”.
Descenso sistemático
Buffa realizó esos comentarios tras participar en la jornada Forrajeras 2022, organizada por Calvase, en la estancia San Alberto (en Florida), donde en un momento de severo déficit hídrico se apreció un manejo que, con base en genética vegetal de alta calidad, permite disponer de un stock abundante de alimento para los rodeos. Eso, se destacó en la actividad, incide en la rentabilidad de las empresas agropecuarias y es fundamental de modo de maximizar buenos momentos en los mercados y minimizar los problemas cuando, como ahora, el viento sopla en contra.
Alberto González, director del establecimiento, sobre el tema mercados comentó: “Lamentablemente, una sumatoria de causas han hecho que el mercado internacional de la carne en los últimos dos meses haya tenido un quiebre notorio, un franco deterioro”.
Sobre los motivos, señaló temas internos en China, donde hay 200 millones de personas confinadas por la pandemia de covid, pero también que en los cinco continentes se enfrenta aumento en el nivel de los precios al consumo, de dos dígitos incluso.
González comentó que tomado en forma unitaria, el mercado más importante para la carne es el interno, no obstante globalmente el 75% de la carne que produce Uruguay se exporta.
La caída del precio internacional, semana tras semana, se ha ido trasladando no solo al precio del ganado gordo y al de la reposición, con bajas notorias también en ambos casos.
En las últimas seis semanas, además, se ha dado “un descenso sistemático” en los valores de la carne en el mercado interno, que estimó en US$ 200 por tonelada por semana, con un acumulado de US$ 1.200.
Eso, además, se ha ido trasladando al consumidor, de la mano de una baja que solo en esta última semana fue de US$ 0,23 por kilo en el gancho a los carniceros y a los supermercados.
