Con preocupación por la sequía y críticas al "irracional" conflicto en Conaprole, la Federación Rural celebró un nuevo congreso en Durazno

"¿Cuál es el conflicto? Un sindicato que de forma irracional se fija un enemigo que es la realidad ineludible del cambio, y deja en el medio de esto a los productores. Desde su comodidad, estos sindicalistas intentan solventar el capricho de no querer adaptarse a lo que es una realidad ineludible que tenemos que procesar en todos los sectores", señaló el presidente saliente de la federación, Martín Uría, cuyo rol pasará tras este congreso a ser ocupado por Jorge Andrés Rodríguez. 

El discurso era escuchado a pocos metros por el presidente Luis Lacalle Pou, así como el ministro de Ganadería, Fernando Mattos (recientemente llegado de una misión oficial por China), y el subsecretario, Juan Igancio Buffa. 

Minutos antes de Uría había sido el turno de Javier Falco, secretario de la asociación, quien fue el encargado de leer la proclama del congreso. Como primer punto, esa declaración aprobada por los productores expresó la "preocupación" de las consecuencias derivadas de la sequía, la "peor" en décadas, resaltaron. 

"Reconocemos las medidas adoptadas para paliar la situación, exhortamos a fortalecer las herramientas de apoyo para la reactivación productiva ajustando los tiempos burocráticos a las necesidades de la producción, la cual ha garantizado la seguridad e inocuidad alimentaria de la producción", leyó Falco. 

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Y pidió al "sistema político" y a la "institucionalidad agropecuaria" tomar "conciencia" de una política nacional que ponga el foco en el "aprovechamiento hídrico del país". 

La federación también apostó en la declaración por impulsar reformas que permitan al país tener una "economía más competitiva". Y en ese sentido se hicieron oír los reclamos por la falta de "competitividad" derivada del "atraso cambiario". 

"El atraso cambiario existente es un factor determinante que deteriora la competitivdad de nuestro sector", afirmó sobre ese tema. 

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Y luego Falco se refirió a Conaprole, un conflicto al que también aludirían después Uría y Lacalle Pou. "Consideramos las prácticas extorsivas utilizadas por el sindicato de Conaprole contra la cooperativa y las condenamos", afirmó Falco. 

Según leyó el secretario de la Federación Rural, la postura del gremio genera "enormes perjuicios a los productores". A fines de 2022 Conaprole importó desde Suecia una envasadora por unos US$ 4,5 millones que permite discontinuar dos máquinas que tenían 30 años. Aunque el sindicato lucha por mantener 32 personas para operar esa nueva máquina, la empresa alega que sólo son necesarias 22 o 23. Y plantea que el resto sea reubicado en otros labores que ya han realizado durante instancias anteriores. De esta manera, no se plantean despidos ni rebajas salariales. 

La postura del gobierno

El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos –que estuvo cerca de tres semanas de misión oficial en China y arribó al país en las últimas horas– también se refirió a la sequía. 

"Está claro que acá va a haber consecuencias porque el productor que la venía llevando con dificultad en función de su escala, para muchos, puede ser un golpe complejo, muchas veces definitivo", advirtió. 

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Y prosiguió: "Si esta sequía se extiende uno o dos años más, las consecuencias van a ser terribles. No sólo para el sector agropecuario, sino para toda la sociedad". 

En línea con lo expresado por otros actores políticos, Mattos consideró que "nadie" se había dado cuenta del impacto de la sequía hasta que se anunció por primera vez que algunos centros poblados tendrían agua por 15 o 20 días. 

"Eso es una falta de conciencia agropecuaria", reconoció. "No hemos sabido transmitirle la importancia de este sector al país. Hemos fracasado en absoluto en transmitir la importancia del sector agropecuario, lo asumo como productor, como gremialista y como gobernante. Algo debemos hacer", señaló.