La ultramaratonista uruguaya Silvia Amodio no para y a partir desde este lunes correrá la carrera Arrowhead Winter Ultra Race 135, una carrera de 217 kilómetros (135 millas) en el frío de International Falls, Minnesota, Estados Unidos, donde se esperan temperaturas de hasta -40° C.
Se trata de una prueba de autosuficiencia en la que los corredores deben llevar un trineo con sus sobres de dormir (que deben ser aptos para -40° como requisito obligatorio), carpa, alimentos y abrigos.
Para la corredora uruguaya radicada en España y madre del basquetbolista Jayson Granger será un nuevo reto en las series de carreras de 135 millas.
“Venía pensando en hacerla después de que terminé la Badwater (en el Valle de la Muerte, California) porque es la carrera que me estaba faltando para completar la Copa del Mundo de 135 millas, que la comprenden la BR 135 de Brasil, con el terreno más complicado que fue la primera que hice en 2019, después la Badwater, la más caliente que también la hice en 2019, y mi ilusión era terminar esta de ahora para ser la décima atleta en tener el campeonato completo de 135 millas”, contó a Referí antes de volar a Estados Unidos.
La corredora de 59 años tenía en mente esta carrera desde ese entonces y tras correr la PT 281 de Portugal, de 281 kilómetros el año pasado, tomó fuerza para seguir entrenando cuando en noviembre se abrieron las fronteras tras la pandemia de covid-19.
En ese momento comenzó a entrenar más fuerte y con un plan distinto a los habituales debido a las características que tendrá esta carrera.
“La preparación ha sido totalmente diferente porque es atípica a lo que estoy acostumbrada a correr”, contó. “Entrené un 75% en trabajo de fuerza y un 25% de carrera a pie, porque me voy a enfrentar a un terreno en el que necesito mucha fuerza y tirando de un trineo, porque es un carrera de autosuficiencia en la que tenemos que llevar un trineo con todo el material obligatorio”, contó.
En Arrowhead se esperan temperaturas extremas de -30° y -40°. “A eso no lo he podido entrenar porque no tengo cerca temperaturas de ese tipo, entonces no sé no cómo va a reaccionar mi cuerpo”, indicó.
“Otro tema es el de tirar de un trineo”, agregó. “Eso lo pude ir llevando. No soy una corredora con un biotipo fuerte, soy más bien pequeñita y peso 50 kilos, entonces tirar se me hace bastante complicado. Eso lo trabajé mucho atándome un neumático en la cintura, que era lo que se me asemejaba más”.
Y otro punto será la superficie. “Vamos a correr en hielo y nieve, lo que tampoco pude entrenar. Sí lo hice en arena, que era lo que más se me asemejaba. Y así la fui llevando”.
“Por suerte fue un invierno frío, pero lo más mínimo era 0° o 1°. Tenía que salir a entrenar de madrugada o de noche y con poca ropa para ir sintiendo el frío en el cuerpo”, dijo sobre su adaptación en España.
La carrera tendrá 75 competidores elegidos que deben presentar sus pruebas completadas para ver si están aptos para participar.
La competencia tiene un índice de corredores que la completan de un 44% a 45%, contó Amodio, quien agregó que se larga en categoría bicicleta, ski y corriendo, que es la modalidad que hará ella.
“También depende de la sensación térmica que haya. En 2019 solo la terminó un 13%, ya que hubo sensación térmica de -50°. Para este año por las estadísticas se espera que sea de -26° y -30°”, comentó.
Además de las pruebas que les solicitan a los corredores para poder inscribirse, para largar Arrowhead deben presentar un exigente kit obligatorio con todos los materiales de supervivencia (ver apunte) que les piden.
“Me asesoré muchísimo con el tema de ropa y calzado y voy bien equipada. Los cuidados más grandes que hay que tener son con los pies, manos y cara, que son las zonas más expuestas al frío”, dijo Silvia.
Cubrir todas las precauciones que solicitan “es complicado”, agregó. “Dentro de las precauciones te exigen en el material un saco de dormir para -40° grados, que si te presentas el día de la revisión con un saco de -15° o -20°, ya no te dejan salir directamente, porque sería una locura”.
“En el reglamento te advierten que se pueden sufrir congelamientos. Si te pasa algo en un desierto de hielo, mientras viene un rescate tenés que protegerte y lo único es ese saco y una carpa pequeña”, explicó.
Otro aspecto es el de alimentación en una prueba de autosuficiencia total que tendrá tres puntos de control en los kilómetros 56, 112 y 170, en los que en todos habrá hidratación y solo en el intermedio habrá comida caliente.
“Por eso te tenes que llevar todo en el trineo”, agregó la ultramaratonista, quien durante meses estuvo probando alimentos en el freezer de su casa para descartar los que se les congelaban.
“Por suerte pude conseguir unos termos que te aguantan más de 24 horas el liquido sin congelar y también uno de comida en el que podes meter algo”, indicó. “También vi que algunos chocolates con galleta no se congelan, como también los cereales y los frutos secos. Todo eso va a ser con lo que voy a tirar”.
Para Amodio, está será una de las carreras más difíciles a las que se enfrentará. “Sobre todo por la incertidumbre, no soy una corredora y de este tipo de carreras. En el CV te piden que tengas de este tipo de carrera. Yo no tenía. Creo que me eligieron por mi trayectoria y lo único que tengo parecido fue cuando corrí en la India, con -20°, pero una carrera de 10 horas, cuando aquí voy a estar a -40° y no menos de 50 horas”, dijo.
“Así que no sé cómo va a reaccionar y soportar eso mi cuerpo”, agregó la uruguaya que este lunes comenzará una nueva y fría aventura.
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