China anunció que lanzó nuevos ejercicios militares alrededor de Taiwán en respuesta a la visita de cinco legisladores estadounidenses, dos semanas después del viaje a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
"La zona occidental del comando militar del Ejército Popular de Liberación de China ha organizado maniobras conjuntas y misiones de patrullaje alrededor de Taiwán con la participación de distintas ramas de las Fuerzas Armadas, lo cual debe ser una respuesta decisiva y un factor de contención para la connivencia entre Taiwán y EEUU", anunció el portavoz del Ministerio de Defensa de China, Wu Qian.
La delegación estadounidense, encabezada por el senador Ed Markey de Massachusetts, llegó ayer por la noche a Taiwán y se reunió con la presidenta Tsai Ing-wen, según la embajada de facto de Washington en Taipéi. El grupo "tuvo la oportunidad de intercambiar opiniones con homólogos de Taiwán sobre una amplia gama de cuestiones de importancia para Estados Unidos y Taiwán", señala el texto que recoge la agencia de noticias AFP.
Tsai, en tanto, dijo a los legisladores que quiere "mantener un status quo a través del estrecho de Taiwán" y "mantener conjuntamente la prosperidad y la estabilidad de la región Indo-Pacífica", dijo su oficina en un comunicado. El documento agrega que la guerra en Ucrania demuestra "la amenaza que los Estados autoritarios suponen para el orden mundial".
Esta segunda visita intensificó las tensiones en torno a Taiwán, que se exacerbaron tras el viaje de Pelosi, situación a la que Beijing respondió con las mayores maniobras militares de su historia en torno a isla con buques de guerra, misiles y aviones de combate, que en la práctica funcionaron como un bloqueo de cinco días a isla.
El Ejército chino "sigue entrenándose y preparándose para la guerra, defendiendo resueltamente la soberanía nacional y la integridad territorial, y aplastando con determinación cualquier forma de separatismo e intentos de injerencia extranjera", declaró Wu Qian. “Las nuevas maniobras constituyen una solemne disuasión contra Estados Unidos y Taiwán por seguir haciendo trucos políticos y socavar la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán", agregó Shi Yi, portavoz del Comando del Teatro Oriental del ejército chino.
"No deberíamos tener miedo de que vengan nuestros amigos, sólo porque tenemos un vecino malvado", dijo el primer ministro taiwanés, Su Tseng-chang, luego una reunión en la que participaron los legisladores estadounidenses y el canciller taiwanés, Joseph Wu. "China autoritaria no puede dictar cómo la Taiwán democrática hace amigos, gana apoyo, se mantiene resistente y brilla como un faro de libertad", agregó Wu vía tuit.
China estima que Taiwán, con una población de unos 23 millones de habitantes, es una de sus provincias, que todavía no ha logrado reunificar con el resto de su territorio desde el final de la guerra civil china en 1949. Al oponerse a cualquier iniciativa que dé legitimidad internacional a las autoridades taiwanesas, Beijing está en contra de cualquier contacto oficial entre Taiwán y otros países.
Si bien los funcionarios estadounidenses visitan con frecuencia la isla, el gobierno chino consideró el viaje de Pelosi, la más alta autoridad estadounidense que había visitado la isla en décadas, como una provocación importante.
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