El opositor armenio Nikol Pashinián pidió a sus partidarios que cesen sus protestas, tras asegurar que cuenta con apoyo suficiente en el
parlamento para ser investido primer ministro en una nueva votación, el martes 8.
"Actualmente todos los grupos (parlamentarios) han dicho que apoyarán mi candidatura. La cuestión quedó resuelta" aseguró elmiércoles pasado Pashinián ante decenas de miles de seguidores reunidos en la Plaza de la República, en el centro de Ereván.
"Vamos a interrumpir nuestras acciones y a descansar", añadió.
Pashinián, de 42 años, líder de un movimiento que desde el 13 de abril ha sacudido la escena política armenia, convocó a un paro general el martes 1°, después de que su intento de investidura fracasara en el parlamento.
Su llamado a la "desobediencia civil" fue seguido por decenas de miles de personas en la capital.
Casi todas las calles de la ciudad fueron cortadas, incluida la carretera que va al aeropuerto, y muchos comercios permanecieron cerrados. Los servicios de trenes suburbanos estaban muy perturbados.
Armenia está sumida desde hace tres semanas en una crisis política sin precedentes.
El movimiento de protesta provocó el 23 de abril la dimisión de Serzh Sarkisian, que había sido elegido primer ministro seis días antes por los diputados tras haber sido jefe de Estado durante 10 años.
El parlamento anunció el miércoles 2 que organizará una nueva votación en seis días. Si fracasa de nuevo en elegir al jefe del gobierno, deberá disolverse y convocar elecciones legislativas anticipadas.
El parlamento había rechazado el martes 1° la candidatura de Pashinián pese a que era el único candidato.
En cuanto se anunció su candidatura al cargo de primer ministro, Pashinián multiplicó las demostraciones de fuerza reuniendo casi a diario a sus partidarios en la plaza de la República.
Muchos armenios tienen en mente la muerte de 10 manifestantes en 2008 en enfrentamientos entre sus partidarios y la policía, cuando Sarkisian acababa de obtener su primer mandato presidencial.
Pashinián pasó entonces a la clandestinidad durante varios meses antes de entregarse. Fue encarcelado, pero en 2011 quedó el libertad gracias a una amnistía.
Su papel de líder en las últimas semanas de protestas lo transformó en "héroe" a ojos de muchos armenios, asegura el experto independiente Ervand Bozoyan.
Los partidarios de Pashinián reprochan a Sarkisian, presidente de Armenia de 2008 a 2018, y a su Partido Republicano, no haber hecho retroceder la pobreza y la
corrupción y haber dejado a los oligarcas el control de la
economía de esta exrepública soviética del Cáucaso con 2,9 millones de habitantes. (AFP)