En 1998 Hugo De León asumió como entrenador de Nacional, empezando una etapa de gloria para el equipo, pero también iniciando una saga de terror para él, que tuvo su punto final la semana pasada con la decisión judicial que lo habilita a dirigir en el fútbol uruguayo.
La Asociación Uruguaya de Entrenadores de Fútbol (Audef) denunció en 1998 que el título que poseía De León no lo habilitaba para entrenar equipos profesionales, pero después de 14 años un Tribunal de Apelaciones civil le dio la razón al riverense, que ya piensa en armar un nuevo cuerpo técnico para trabajar en 2012 en el exterior. Su idea es regresar a Nacional cuando termine la presidencia de Ricardo Alarcón, con el que está distanciado.
En 1998 las palabras “acreditar” y “revalidar” se hicieron tan famosas en el ambiente futbolístico como offside o tiro de esquina. Según De León (asesorado por Hernán Navascués) le bastaba con acreditar su título de entrenador obtenido en Brasil para trabajar en Uruguay, mientras que para Audef debía revalidarlo, esto es, cursar los años que le faltaban para recibirse de acuerdo al reglamento uruguayo.
Así, la disputa se hizo carne en todos los espacios deportivos del momento. Había pro y contras de De León, quien jamás dio el brazo a torcer y su carácter a prueba de balas no le permitía ni siquiera dudar sobre sus razon.
Mientras las discusiones se desarrollaban fuera de la cancha, adentro De León conseguía éxito tras éxito en el fútbol uruguayo. Bajo su conducción, Nacional fue campeón Uruguayo en 1998, 2000 y 2001. En 1999 perdió las finales con Peñarol.
Durante todo este tiempo dirigió los partidos desde adentro de la cancha avalado por la Asociación Uruguaya de Fútbol, aunque el gremio de entrenadores estaba en total desacuerdo con la medida.
En 2001 De León se fue de Nacional por decisión propia. En 2004 dirigió por un corto tiempo a Monterrey de México sin suerte; el equipo fue eliminado de la Copa de Campeones de Concacaf y chau técnico.
A mediados de ese año regresó a Nacional. El presidente Eduardo Ache despidió sorpresivamente a Santiago Ostolaza y contrató a De León. Dirigió el Apertura y el Clausura (aquel año participaron 10 equipos) y perdió la final del Uruguayo contra Danubio. El litigio con Audef continuaba y el riverense tuvo que dirigir desde la tribuna. “Lo hice de pierna con Eugenio (Figueredo, presidente de la AUF) que me dijo, ‘dirigí estos cinco meses desde afuera que después se arregla’”, admitió ayer De León en AM Libre.
La Asociación pensó en él para dirigir a la selección que jugaba las Eliminatorias para el Mundial de Alemania 2006, pero el problema con su título lo dejó afuera de concurso.
Luego de su segunda etapa en Nacional, De León fue contratado por Gremio, donde es tan ídolo de los hinchas como en los albos. Pero no le fue bien y permaneció poco tiempo.
Decidió no dirigir más en el fútbol uruguayo mientras no se aclaraba su caso. Se dedicó a emprendimientos empresariales en Uruguay y en Brasil.
En 2009 se acercó activamente a la política, siendo candidato a vicepresidente de la República en la lista del Partido Colorado que encabezó Pedro Bordaberry.
Ese año también apoyó a Mario Garbarino en las elecciones de Nacional. Perdió 10-1 contra Ricardo Alarcón, cuya gestión fue criticada por De León.
Ahora el técnico, probado su título en la cancha y en los escritorios, se prepara para volver a los 53 años.
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