De Rai a Ronaldinho, la marca brasileña en Paris

Algunos de los brasileños dejaron huella a su paso por el equipo de la capital francesa, a menudo para bien, pero en algunos casos por motivos menos positivos.

El rey Rai:

"Creo que mi historia en el PSG y mi relación con los aficionados abrieron el camino a otros brasileños y creo que todavía existe una cultura de relaciones entre el fútbol brasileño y el fútbol francés, a la cual yo contribuí", estimaba en 2015 Rai, en una presentación de un libro de fotografías que repasaba su carrera como jugador.

Rai, capitán emblemático del club, es sin duda el brasileño que más ha marcado la historia del PSG. El número 10 pasó cinco temporadas en París, de 1993 a 1998, una época gloriosa con un título de campeón de la liga francesa (1994), dos dobletes Copa de la Liga/Copa de Francia (1995 y 1998) y, sobre todo, una Recopa de Europa en 1996. Disputó 215 partidos y marcó 72 tantos con los colores del PSG.

Se despidió del Parque de los Príncipes el 25 de abril de 1998, entre lágrimas y bajo la lluvia. El estadio lució orgulloso aquel día los colores verde y amarillo de Brasil.

Ronaldinho y el fútbol-samba:

Ronaldinho sólo pasó dos años en el París SG, de 2001 a 2003, sin conseguir ningún título. Pese a ello, continúa en la memoria de los aficionados por sus regates endiablados y sus detalles técnicos antológicos, con partidos especialmente inspirados, como el Clásico ganado 3-0 al Marsella en marzo de 2003 o su doblete en la semifinal de la Copa de Francia ante el Burdeos (2-0).

Esos dos años estuvieron marcados por una cierta irregularidad, una relación tensa con su entrenador Luis Fernandez y por polémicas sobre su modo de vida y sus hábitos, algo que no le había impedido ser una estrella y proclamarse campeón del mundo con su Seleçao en 2002.

Tras su paso por París, con un balance de 25 dianas en 77 partidos, se fue el FC Barcelona. Allí ganó el Balón de Oro en 2005 y la Liga de Campeones en 2006.

Valdo y Ricardo, los precursores:

Antes de Rai, Valdo y Ricardo fueron los hombres que abrieron camino en la historia de amor parisino-brasileña. Traspasados desde el Benfica en 1991, el volante ofensivo y el defensa fueron las figuras de principios de los años 1990, una época en la que las televisiones habían dado un nuevo impulso al fútbol francés. Obtuvieron, junto a Rai, el título nacional en 1994.

También destacaron en las aventuras europeas del PSG. ¿Cuál es el mejor recuerdo de Valdo? La vuelta de los cuartos de final de la Copa de la UEFA ante el Real Madrid en 1993. Los parisinos habían perdido 3-1 en la ida en España, pero se impusieron 4-1 en Francia con tantos de George Weah, David Ginola, Valdo y Antoine Kombuaré en el descuento. Un partido de leyenda para el PSG.

La doble etapa de Leonardo:

Leonardo tiene un estatus especial en la historia del PSG.

Primero estuvo como jugador, una única temporada (1996-1997), antes de volver como director deportivo de 2011 a 2013, para ayudar a los nuevos propietarios cataríes a desarrollar el club, atrayendo grandes jugadores o futuras estrellas.

En el campo, Leonardo era un centrocampista técnico y elegante. Apenas un año en París le bastó para brillar.

El PSG terminó ese curso segundo de su liga y fue subcampeón en la Recopa (derrota 1-0 ante el FC Barcelona) en 1997. En total marcó 10 tantos en 44 partidos, teniendo en cuenta todas las competiciones.

Diez años más tarde, su papel como director deportivo dejó buen recuerdo. El París Saint-Germain actual debe mucho a Leonardo, que estuvo detrás de las contrataciones en los últimos años de Javier Pastore, Thiago Silva, Zlatan Ibrahimovic, Marco Verratti o Edinson Cavani.

Everton-Willamis Souza, una doble decepción:

En enero de 2008, la llegada de dos brasileños, Everton Santos y Willamis Souza, fue presentada como muy esperanzadora en el mercado de enero. En conferencia de prensa, Everton Santos llegó a compararse con Robinho, uno de los atacantes estrella de aquellos años.

Ese doble traspaso terminó siendo un gran fracaso. Everton Santos sólo participó en tres partidos, mientras que Willamis Souza lo hizo en 17, pero sin llegar nunca a convencer. Ambos terminaron siendo objeto de la ira de los hinchas.