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Descuartizaron vaca Holando a punto de parir
A poco menos de un mes de parir, una vaca preñada con semen importado fue descuartizada en la madrugada de este lunes por delincuentes que le sacaron los cuartos, las paletas y los lomos. El hecho ocurrió en la zona de Paso Severino, a siete kilómetros de Mendoza, en Florida, y los ladrones huyeron del lugar.
La víctima fue una vaca de la raza Holando de alto potencial productivo, ya que en tres lactancias había reportado casi 25.000 litros de leche. Ocurrió en un campo utilizado para la parición, donde se tiene al ganado seco (no en producción) que está próximo a parir.
El potrero, a solo un kilómetro de Mendoza, tenía 15 vacas y una de ellas fue faenada. El animal tenía seis años y, según se estima, hubiese tenido su ternero el próximo 3 de abril.
Si el animal fuese vendido ahora en una comercialización particular su costo hubiese sido aproximadamente de US$ 1.000.
La vaca daba alrededor de 8.000 litros por lactancia, es decir que aproximadamente producía más de US$ 2.000 de leche.
A ese monto hay que añadirle la pérdida de la cría que estaba gestando y la inversión en genética que el productor realizó.
Los delincuentes ingresaron al predio en un vehículo porque la portera, de casualidad, estaba sin candado. Sin embargo, al estar tan cerca de un camino, el hecho de que la portera tenga tranca o no la tenga no es impedimento para que los delincuentes realicen un delito de abigeato.
Así lo aseguró Fabián Hernández, el productor rural afectado. En diálogo con El Observador sostuvo que en su predio no habían experimentado este tipo de sucesos. De hecho, indicó que a pesar de que la zona está complicada, ha estado bastante tranquilo y desde hacía un año no sufrían faenas clandestinas.
“Somos rehenes de la delincuencia”, aseguró.
Hernández realizó la denuncia y la Policía acudió al predio, hizo un rastreo y muestreo del ADN. Actualmente se trabaja en el caso, precisó. El productor aseguró que la Policía "respondió muy bien".
La vaca nació en el establecimiento de sus padres, ya que Hernández trabaja solo desde hace cuatro años.
El productor maneja 516 hectáreas arrendadas en siete fracciones. Cuenta con dos unidades de ordeñe y en cada una de ellas trabaja alrededor de 200 vacas.
“Se siente angustia, dolor e impotencia al saber que no somos dueños ni de nuestros propios animales. Hay mucho trabajo atrás del animal, esfuerzo e inversión en genética. El tambero tiene un carisma especial con los animales y es algo que deja mucho dolor. Más aun por la manera en la que son faenados”, lamentó.
Finalmente, Hernández espera que si la Policía logra hallar al delincuente la Justicia tenga "mano dura" para que estas cosas no vuelvan a pasar.
“El abigeato es como un virus que tenemos en el campo. Para que no ocurran más desastres, tampoco debe haber quien compre carne en faena clandestina. La justicia tiene que atacar en todos los puntos”, apuntó.
