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El calvario de Gorocito: así fueron sus cuatro años preso, tras ser acusado de homicidio

El delantero contó cómo y con quiénes convivió en el penal en México, cómo pasaba las horas, lo que le regalaron los presos cuando salió en libertad y su lucha por demostrar su verdad. Una charla donde admitió que está en cada uno creer o no en su palabra pero en la que se declara inocente.
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01 de febrero de 2020 a las 05:02

Noche del 17 de agosto de 2015. De la salida nocturna se pasó a la discusión y una pelea callejera que terminó con un chico muerto. En un abrir y cerrar de ojos Luis Gorocito se vio esposado arriba de una camioneta policial. Fue trasladado a la Fiscalía. De una noche detenido pasó a seis. Hasta que, acusado de homicidio, lo trasladaron a prisión. Un calvario. Compartió celda con tres compañeros. Tenía una cama, un espacio para dejar la ropa y un baño compartido. Lloró en la soledad de la noche. Por la mañana salía a un patio que compartía con todo tipo de personas. Ocupó la mente realizando distintas tareas.

Gorocito, quien estaba acompañado de su compañero de equipo Alejandro Molina quien también fue encarcelado, reconoció haber peleado con una persona aquella noche del incidente, pero afirma que jamás lo hizo con Luis Mariscal, el joven de 22 años que murió el 3 de noviembre de 2015 producto de las lesiones recibidas.

Según lo que informaron entonces los medios mexicanos el hecho se originó cuando los futbolistas se refirieron con palabras obscenas a una mujer que acompañaba a la víctima. 

La Fiscalía pidió 22 años de prisión por homicidio doloso. Sin embargo, a fines de 2017 la carátula del caso cambió a homicidio culposo generado en riña y se reconoció que el futbolista uruguayo había sido provocado.  

Gorocito pasó un año, dos, tres, cuatro en prisión. Su padre fue un león. No se apartó jamás del caso. El delantero peleó por su libertad hasta que la logró. Volvió a Uruguay donde intenta reconstruir su carrera desde el fútbol del ascenso con Racing.

En un mano a mano con Referí contó el calvario que vivió. Cómo y con quiénes vivió en el penal. Cómo pasaba las horas. Lo que le regalaron los presos cuando salió en libertad y su lucha por demostrar su verdad. Gorocito aspira a que le saquen el rótulo de homicidio a su caso. En la charla admitió que está en cada uno creer o no en su palabra, pero se declara inocente.

¿Qué le queda después de todo lo que le tocó vivir en México?

Queda mucha experiencia. Quedan muchas cosas que a lo mejor desde un inicio no se veían. Valoro muchas cosas y trato de disfrutar el día a día porque no sabés que te puede pasar el día de mañana.

Se suele afirmar que el ser humano valora más la vida después de pasar por situaciones límites. ¿Es su caso?

Y sí, empezás a valorar muchas cosas. Capaz que se llevaron por muchas versiones y estoy agradecido a los medios que fueron cambiando esa versión que se dio en un principio porque no fue verdad. En algún momento voy a tener la posibilidad de decir bien cómo fue la situación.

¿Se sintió respetado por los medios?

Mirá, uno también entiende porque llega una nota, que capaz que no se sabe quién la sacó y a lo mejor no tienen pruebas, pero 'ta... Lo que sí está bueno es que se reconozca que no fueron así las cosas que pasaron. Cosa que en México no salió mucho. Cuando salió el tema fue una bomba pero cuando se brindaron pruebas y evidencias que demostraron que no fue lo que se contó en un principio, apenas tocaron el tema por arriba. Uno entiende que a lo mejor sin pruebas salen cosas, pero lo bueno es reconocer también cuando se equivocaron

¿Qué pasó la noche del incidente? ¿Usted salió a bailar?

En este momento no quiero tocar mucho el tema porque estoy en un proceso de amparo y por recomendación del abogado no puedo hablar mucho. Yo lo que estoy peleando es una absolución del homicidio, porque vos me podés creer lo que yo te diga, mi versión, pero si querés no me podés creer. Pero los videos no te pueden mentir. Yo al muchacho que falleció, que lamentamos que le haya pasado lo que le pasó, en ningún momento lo toqué.  

¿Esa resolución le permitiría quedar libre de todo?

Me quitarían el antecedente. Estamos peleando por ese motivo. Allá cuando salió el tema capaz que había una presión para el juez. Pasaron muchas cosas, estaba una jueza, luego nos cambiaron a juez, entonces nosotros lo que buscamos es la absolución del homicidio.

¿A usted lo detienen la misma noche del incidente?

La misma noche. Me llevan a una comisaria donde jamás había estado. Yo era consciente de lo que había hecho y no me imaginaba una gravedad así del problema. Yo en ningún momento me di cuenta de lo que le sucede al muchacho (que falleció), pero bueno, 'ta…

¿Y cómo siguió el tema después?

Pasé la noche en la Fiscalía que es donde se reciben las evidencias, las pruebas, y luego me pasan al penal. En principio era por tres días, pero de tres pasamos a seis. Después nos dictan como una pre-sentencia y de ahí se fue alargando el proceso. Seis meses, ocho meses. Lamentablemente a nosotros los videos, que son las pruebas, nos llegaron a los dos meses del proceso entonces había que esperar a que se resolviera el amparo. Era muy tardado todo.

¿En qué prisión lo encerraron?

En un Cereso (Centro de Readaptación Social) de Aguascalientes. Hay tres en el estado de Aguascalientes. A mí me metieron en el que están los pre-procesados, los que no tienen sentencia.

¿Con qué clase de presos convivió?

Encontré mucha gente. En México encontrás muchos delitos, incluso de los que acá no se ven como la delincuencia organizada, el narcotráfico. Yo en un principio convivía con gente que no tenía un perfil tan peligroso. Pero al momento de salir a hacer tus actividades al patio te cruzas con gente. Pero gracias a Dios no nos tocó vivir una experiencia fea. Desde que llegamos nos vieron de buena forma. Yo apenas llegué me puse a hacer actividades como jugar fútbol entonces se nos acercó mucha gente. Lamentablemente encontrás de todo. Hay gente que cometió delitos graves como también otros que están cumpliendo condenas por delitos que no cometieron. Puedo decir que ahí adentro hice muchas amistades. Valoro mucho el tiempo que pasé con gente de buen corazón.

¿Le tocó compartir celda con gente pesada?

No, no, en la celda no. Capaz que en una actividad de ir a una capacitación de trabajo, un estudio, o al hacer algún deporte, te cruzás con gente. Pero están con otra idea, capaz que ya no tienen la cabeza que tenían cuando estaban afuera. Obviamente que encontrás de todo, encontrás gente conflictiva, pero yo trataba de evitar esas cosas. No me tocó vivir ninguna mala experiencia.

¿En algún momento los presos le dijeron ojo con aquel o cuidado en aquel lugar?

Los Ceresos están bien organizados. Cuando vos llegás ven tu perfil, ven el delito que cometiste y te distribuyen en los módulos, entonces, como pasó en mi caso, conviví con gente tranquila todo el tiempo. Está bastante controlado por la custodia. Al primer conflicto están arriba, no es como otros penales que matan ahí adentro, que no se pueden ni pisar. Yo en el día a día trataba de estar ocupado. No tenía los grandes lujos. No tenés nada, solo lo que se permite. Capaz que una tele, un (sic) radio, hacer deportes. Por suerte no nos tocó pasar situaciones feas.

¿Cómo era un día común en el penal?

Cuando te abrían la celda te daban la posibilidad de salir a correr en un área, en una cancha. Había un área de gimnasio para hacer pesas. Tenés para estudiar, una sala para jugar ajedrez o dominó. A los que les gusta el fútbol lo podés seguIr por la tele. Para no pensar ni dañarte la mente había que tener la cabeza ocupada.

¿El régimen de comidas cómo era?

Te daban tres comidas diarias. En caso de que no quieras salir a desayunar hay unos kioscos donde vos te podés comprar tu alfajor, un café. Vos podés comprarte  tu comida. Te depositan dinero de afuera y tenés como un carné con el que podés comprar las cosas. Hay un área donde se hacen trabajos de carpintería. En un momento me puse ahí para aprender y pasar el rato. En otra oportunidad estuve trabajando en los kioscos. Trataba de hacer lo que fuera para mantener la cabeza ocupada.

A la celda iba solo a dormir.

Claro. Hay momentos donde los custodios tienen pase de lista y vos tenés que acatar esos horarios. Por ejemplo vos podías salir tres o cuatro horas en la mañana, ibas a comer, volvías, y pasaban lista. Luego podías salir en la tarde. Y ya en la tarde-noche no tenés actividad. Estás encerrado.

¿Cómo era la celda?

En el módulo que me tocó estar era para cuatro personas, cada uno con su cama, su colchón. Luego tenías un espacio para poner tus cosas, un baño con ducha. Estaba prolijo. Y te daban la posibilidad de tener tu tele, tu radio, tus libros, tus juegos. Y esos juegos, en la tarde noche, donde cada uno está en su celda, son fundamentales. El espacio era reducido pero no había superpoblación.

¿Qué sintió la primera vez que tuvo que declarar ante un juez?

En el penal los juzgados están ahí mismo entonces no se hacen traslados. Claro que llegás y no sabés lo que puede llegar a pasar. Pero el abogado te asesora y te hace las preguntas.

Imagino que no debe ser sencillo estar frente a un juez siendo acusado de un homicidio.

En un principio tenía temor e impotencia porque se daban versiones de cosas que no sucedieron. Obviamente y lo vuelvo a repetir, nadie quería que pasara eso esa noche (la del incidente). Lamentamos mucho lo que pasó esa noche pero también tengo que decir que las cosas no se dieron así. Y cuando tuve la chance de declarar le solicitamos al juez que pidiera los videos. A partir de ahí toda la historias nos cambió en cierta parte. Se rumoreaba que un homicidio debería tener una pena de 30 años y se pasó a un homicidio en riña. Lo que estoy peleando es por eso. No solo que me ayuden a bajar años sino que me deslinden de ese problema porque no fueron así las cosas como se dijo.

¿Tuvo contacto con la familia del chico fallecido?

No, no. En cierto periodo del proceso quisimos tener un acercamiento. Pero más por la parte humana. No fue tener el contacto para intentar tocarlo (con dinero). No. Primero está lo humano. No deseábamos que pasara eso. Lamentamos mucho esa situación, pero en mi caso se dijeron muchas cosas que yo no cometí y que me hicieron sufrir.

¿A qué cosas hace referencia?

Muchas cosas. Mis padres, mis hermanas, mis amigos, como que en ciertos momentos eran señalados y esas cosas me dolían. Obviamente a mi no me lo demostraban, pero yo sé lo que sufrieron.

Su padre fue un león peleando por su causa.

Sí. Mi papá Antonio estuvo desde el día uno allá. Mi madre también pero no se quedó porque tenía sus actividades acá, tenía que atender a mi hermana chica, pero los dos, sin palabras. Mis hermanos, mis amigos que estuvieron allá y fueron a las audiencias. Valoro mucho eso.

¿Se hizo algún tatuaje en prisión?

No, allá adentro no. Yo los tatuajes que tengo me los hice antes.

¿Se trajo algo en particular que le recuerde la cárcel, que represente el lugar?

Me regalaron un juego, un juego de mesa que jugábamos mucho allá adentro que en los ratos libres lo utilizábamos. Me lo mandaron lo reclusos.

¿Hay alguna frase de algún recluso que le quedó grabada?

Hay varias, pero ahora no recuerdo. Es que te levantás y no sabés cÓmo vas a estar. Y a lo mejor yo tuve que ayudar con unas palabras a mi compañero y al otro día él me tenía que ayudar a mí. Me tocó encontrarme con muchas personas, hayan cometido el delito o no, porque no somos nadie para andar juzgando, y me tocó vivir con mucha gente buena, de gran corazón y eso lo valoro mucho.

¿Cómo eran las visitas, dónde se daban?

Era un área de pasto, había una mesita y ahí estábamos conviviendo con tu familia y la del otro preso al lado. Entonces tenías trato con las familias de otros reclusos. Tanto hice amistades con internos como con familiares, los custodios, y los trabajadores del lugar. Eso es algo lindo que me traje de México.

Luego de la visita, cuando se despedía de su familia y volvía a la celda, ¿era el momento más duro?

Sí, pero más que nada porque veías como se despedían algunos internos. Eso te pegaba. Tenés que ser fuerte de cabeza y tratar de mantener la calma.

Supongo que habrá llorado en la oscuridad de la noche.

Sí, sí, porque como te dije muchas cosas no fueron como se hablaron y eso genera mucha impotencia y el no tener la posibilidad como ahora de hablar, tal vez porque no podías, o no dejaban entrar a la prensa, eso generaba impotencia. Que estén hablando mal de vos y no puedas defenderte es duro.

¿Se arrepiente de algo?

(Piensa) Sí, obviamente que capaz que de las cosas cómo pasaron esa noche. Nosotros teníamos nuestro tiempo para todo. Recién habíamos jugado ese día. Somos jóvenes, podíamos salir a divertirnos y uno no anda provocando situaciones. Obviamente lamentamos mucho lo que pasó, que se hayan dado así las cosas, ojalá el muchacho estuviera vivo y las cosas no hubiesen pasado así, pero uno no provocó esa situación, la pelea o como se dieron las cosas. Capaz que con el diario del lunes todos decimos 'me hubiese quedado' (no haber salido aquella noche) pero esto te puede pasar en un segundo en cualquier lado. Capaz que saliste, agarraste el auto, te chocaron, te bajaste y te peleaste, entonces puede pasar en cualquier situación.

Se considera inocente.

Ehhhh, es como te digo, muchas cosas no se dieron de la forma que mencionaron en un principio. Los videos en cierta forma me ayudaron para cambiar de un homicidio a un homicidio en riña, pero no me ayudaron en ese momento para deslindarme del homicidio. Yo mismo declaré que intercambié golpes con uno de los muchachos, pero a ese muchacho que falleció yo no lo toco.

Entonces es inocente.

Es lo que estoy tratando… Los videos lo dicen todo. A lo mejor ahora te vas y decís 'le creo', o capaz que me decís 'no te creo', pero si te sentás dos segundos y lo ves te das cuenta de que lo más cerca que estuve del muchacho son tres metros.

Pero al margen de que yo o la gente le crea, está lo que dice su interior, ¿usted puede decir que es inocente?

Es por eso que digo que muchas situaciones dan mucha impotencia porque estaba pasando procesado, un año, dos años, cuatro años.

¿Qué fue lo primero que hizo cuando salió en libertad?

Yo no salí del penal a la calle. En ningún momento salí a la calle. Fue del penal a las oficinas de migración y de allí al aeropuerto por tener vencida la estadía.

¿Sintió temor?

Sí, obviamente que le tememos mucho a lo desconocido y vemos alguna película, alguna serie, e imaginamos lo peor. Pero afortunadamente me tocó en un lugar bastante controlado, con internos tranquilos.

¿Y temor a represalias tuvo?

No, no, porque como mencioné hace un rato uno sabe lo que hizo y lo que no. Capaz que mucha gente hablaba o decía, escuchaba comentarios, pero afortunadamente de a poco las cosas se fueron aclarando. Pasaron de decir que éramos los peores a decir, ''ta, no fueron', no se dieron así las cosas, ellos no provocaron eso, no hicieron las cosas que se mencionan.

Si titulo esta nota “soy inocente”, ¿usted qué dice?

(Piensa) Como te dije, si querés creerme, créeme, pero ahí la gente tiene las pruebas.

¿Pero usted lo dice?

Sí.

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