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El Chino Navarro se renovó con el aire fresco de los jóvenes violetas

Firmó contrato por medio año con Defensor, porque quería ver como se encontraba futbolísticamente; actualmente es el goleador del equipo
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04 de octubre de 2018 a las 05:02

Antes los grandes le transmitían experiencia a los más chicos, ahora hay que estar a la altura de los juveniles para responder día a día”. Los tiempos cambian, los grupos mutan, pero en Defensor los jóvenes siguen siendo los protagonistas. Más allá de que la voz de la experiencia casi siempre llega desde los más veteranos, el ritmo se lo pone el semillero violeta.

Navarro es el goleador de su equipo en el Torneo Clausura y a los 33 años no piensa en volver a emigrar ya que su familia desea quedarse a vivir en Uruguay. Es consciente que por el gran semestre que está cumpliendo llegarán ofertas desde el exterior, pero se tendría que ir solo, porque su esposa y sus hijos prefieren no emigrar más.

“La familia no se quiere ir del país porque ya está, fueron muchos años afuera. Es difícil para mis hijos más grandes tener que seguir cambiando de hogar y colegio. Si sale algo muy bueno, me tendría que ir solo. A mitad del año pasado tuve la chance de arreglar en un club de India, pero preferí quedarme”, aseguró el Chino.

Además recuerda cuando tuvo que vivir el nacimiento de su tercera hija en Chile, más precisamente en el desierto de Atacama, estando solamente con su esposa: “Fue un momento difícil porque estaba solo con mi señora. La llegada de nena se adelantó dos semanas, tuvimos que dejar a los dos más grandes con unos amigos argentinos y nuestros familiares tenían todo arreglado para llegar dos semanas después. Fue un momento lindo pero también muy duro”.

“Mi señora es una fenómena, está acostumbrada a bancar. Uno nunca ve de afuera lo que hacen las señoras de los jugadores. En nuestro caso estamos juntos desde los 17 años, cuando íbamos los dos al liceo número 37, en la Curva de Maroñas y desde que nació la primera nena hasta ahora es la que siempre se queda sola”, comentó Navarro sobre Giovanna.

Motivos para no partir le sobran más allá de saber que el factor económico cambia para bien cuando en el fútbol cuando se trabaja en el exterior. Pero Navarro se siente muy cómo en Uruguay y en especial en Defensor, en donde se tuvo que volver a adaptar a los nuevos compañeros y al estilo de juego que propone el entrenador Eduardo Acevedo.

“Me costó al principio la adaptación al nuevo grupo y a la intención de Acevedo. Pasé ocho meses sin jugar y vine sin pretemporada. Me encontré con un equipo que estaba al 100%, por lo que yo me tuve que adaptar a ellos. Eduardo (Acevedo) plantea agresividad e intensidad durante todas las semanas y es importante mantenerlo. Estoy muy agradecido porque desde que llegué me fueron llevando de a poco”, agregó el delantero.

Navarro ya pasó por todas en el fútbol. Salió campeón en Brasil y peleó el descenso en Argentina y en Chile. “Me fui siendo un juvenil y volví siendo un hombre”, aseguró.

La nueva adaptación a Defensor la tuvo que cumplir en el terreno de juego, porque en el club para el Chino nada cambió: “Cuando llegué me volví a encontrar con las mismas personas en los campos de entrenamiento y el Franzini. Hasta las mismas cocineras están y eso es hermoso”.

Si bien los compañeros de plantel cambiaron, el semillero violeta también está intacto y fueron los más jóvenes los que marcaron la vara de juego y entrenamientos desde el primer día de su regreso, algo que también destaca Navarro: “Le da una dinámica diferente al grupo tener tantos chicos. En Defensor ahora me encontré con uno o dos mayores que yo. En Argentina, Brasil, Chile y México si había un juvenil en el primer equipo era mucho. La mística que tiene Defensor en ese sentido te da un aire fresco”.

Si bien su vínculo contractual vence en diciembre el Chino goleador desea seguir jugando uno o dos años más, para luego encarar la dirección técnica.

“Aprobé la primera licencia para ser entrenador. Me voy preparando con todas las exigencias del fútbol actual. Voy a trabajar con Aldo Silvera, que es un amigo y el técnico de mi hijo en Uruguay Solymar, de baby fútbol. Cuando tenga el curso terminado voy a ir paso a paso para ver si estoy para dirigir niños, juveniles o en Primera”, aseguró Navarro, el experiente y renovado goleador violeta.

“El fútbol uruguayo está igual de pobre que hace 10 años atrás”

Entre idas y vueltas Navarro pasó más de la mitad de su carrera en el exterior y cuando volvió no pudo observar superaciones en el fútbol uruguayo y le parece increíble que sigan saliendo grandes jugadores: “Lo veo todo igual que cuando me fui. Era de mirar mucho el fútbol uruguayo cuando estaba en el exterior. Es un fútbol pobre, cuando a uno le toca ir a otras canchas, observás que están igual que hace 10 años atrás. En el aspecto económico también. Igual es impresionante porque a donde vayas siempre te vas a encontrar a un uruguayo jugando. Es un fútbol exportador y es en lo único que sigue bien”. 

 

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