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El Chongo Escalada: el fútbol hace 60 años

El Chongo recordó para Referí viejas épocas de su notable pasado futbolero
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18 de marzo de 2019 a las 05:03

Escalada es uno de los tres sobrevivientes de aquella selección que logró el campeonato disputado en Montevideo. Los otros dos son Héctor Ramos que vive en España y Óscar Melgarejo, quien se encuentra en una casa de salud.

Iban 36 minutos del partido Uruguay-Brasil en el estadio Monumental de Buenos Aires por el Campeonato Sudamericano de 1959. Guillermo Escalada recibió un pase adentro del área, hizo un control orientado de la pelota, como se dice ahora, y antes de que tocara el piso metió el zurdazo al ángulo. “No me acordaba de ese gol, para qué le voy a mentir”, dijo Escalada con total sinceridad hace unos días después de mirar el video de la jugada durante un homenaje que le hizo la Asociación de Historiadores e Investigadores del Fútbol Uruguayo (AHIFU) en el Museo del Fútbol, recordando el título del Sudamericano Extraordinario de 1956 que conquistó Uruguay.

Eran tiempos en los que la televisión no atomizaba con las imágenes como ahora, en los que las incidencias quedaban en las retinas de quienes estaban ahí en ese momento o en la pericia de un fotógrafo que tomara la instantánea y al otro día apareciera en el diario. Hace 60 años el mundo era otro mundo y el fútbol otro deporte.

Escalada, o el Chongo Escalada como lo recuerdan los viejos futboleros, tiene 82 años y es de los pocos jugadores vivos de una generación maravillosa que convivió con los últimos campeones del mundo de 1950. Puntero izquierdo de Nacional, de temible pegada según cuentan y que se agrandaba en los clásicos. Guapo y buen tipo, también dicen de él.

En aquel Sudamericano de 1956 el técnico Hugo Bagnulo le dio la camiseta número 10 (generalmente usaba la 11), la que había usado José Schiaffino y por eso lo bautizaron el “Pepe Negro”. “Fue una decisión del técnico, me llamó aparte y me habló: ‘Vas a tener que jugar de 10’. En esa época uno quería jugar y más contra los argentinos. Así se dio y la suerte me ayudó. Era otra época del fútbol y otros jugadores. A medida que pasan los años, el fútbol nuestro va tomando otro carácter”, contó Escalada.

Recordó que el seleccionado del 56 se armó con futbolistas “que estaban muy callados en el fútbol porque el fútbol acá estaba mal”, aunque hacía apenas seis años la celeste se había coronado en Maracaná. En aquella época se hablaba de la rudeza de los futbolistas uruguayos, pero Escalada le bajó las revoluciones: “Nuestro país siempre se caracterizó por tener jugadores fuertes” y en ese sentido recordó a Brazionis, el Lobo Miramontes, William Martínez y Leonardo Blanco, quienes se ponían la camiseta y “se hacían sentir”.

El plantel celeste que dirigía Hugo Bagnulo realizó la preparación en Piriápolis y después se concentró en una casa quinta de Colón. Por salir campeones cada uno de los futbolistas cobraron
$ 2.600 de premio.

Escalada contó que vio a muchos grandes jugadores en su época, pero el mejor de todos fue Héctor Rodríguez: “Había muchos, no quiero desmerecer a ninguno. Pero Ciengramos era un jugador excelente. Por el físico pequeño y cómo era él, nadie daba dos pesos, pero era muy habilidoso y antes de agarrar la pelota ya sabía lo que iba a hacer”.

Cuando el Chongo Escalada tenía 15 años se fue a probar a Nacional en una cancha ubicada en Propios y Marne. Ese día había más de 200 aspirantes y él fue uno de los elegidos. Comenzó así su historia con la camiseta tricolor. Con 17 años fue campeón Sudamericano juvenil en 1954 y con 18 recién cumplidos debutó en Primera División en un partido contra Rampla Juniors. En el Sudamericano de 1955 debutó en la selección mayor.

“Era otra época, yo no quiero comparar con la de ahora. Era distinto, no había tanto dinero en juego” dijo Escalada a Referí, sin querer meterse en problemas. Nunca le gustó mucho hablar con los periodistas, ni concurrir a actos públicos. El año pasado fue  a Los Céspedes porque Nacional bautizó con su nombre el vestuario y la concentración de las divisiones formativas. La semana pasada recibió otro homenaje en el Estadio Centenario y con la humidad de los grandes, expresó: “El fútbol es lindo cuando hay personas que quieren hacer las cosas bien, sea la época que sea”.

 

 

SU CARRERA EN NÚMEROS

Nació en Montevideo el 24 de abril de 1936. Debutó oficialmente en Primera División el 2 de mayo de 1954 frente a Rampla Juniors. En Nacional disputó 289 partidos y convirtió 116 goles. Logró 18 títulos locales con Nacional. Fue campeón uruguayo en 1955, 1956 y 1957, y campeón de la Copa Teresa Herrera 1958. En la selección uruguaya fue campeón sudamericano juvenil 1954, bicampeón de América en 1956 y 1959. Mundialista en 1962.

Hizo 11 goles con la celeste, siete de ellos en Copa América. Fue capitán de Nacional entre 1958 y 1960. Marcó 11 goles frente a Peñarol, siendo el cuarto goleador tricolor en los clásicos. En 1964 y 1965 defendió a Gimnasia y Esgrima La Plata, donde disputó 26 partidos. Cerró su carrera defendiendo a Wanderers.

 

URUGUAY EN EL SUDAMERICANO 1956

Rival    Res. Goles

Paraguay    4-2   Míguez, Escalada 2, Roque

Perú     2-0    Escalada, Míguez

Chile    2-1    Míguez, Borges

Brasil     0-0          -

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