Es la esquina de un bar con mesas plásticas rojas, una sombrilla con propaganda y sillas blancas de jardín, fue así durante décadas y podría seguir siéndolo, pero lo cierto es que sus competidores ya no son iguales, como eran antes. La pospandemia acentuó una tendencia que en los últimos años cobro relevancia a nivel internacional y ya se hacía presente en Uruguay, la de las marcas con sello propio.
Lograr una identidad de marca en arquitectura no es sencillo, pero si se logra es la llave del éxito. Así lo asegura Ernesto Figueroa, director de Estudio Toro Arquitectos—un estudio de arquitectura especializado en locales gastronómicos y comerciales—.
La emergencia sanitaria obligó a los locales comerciales a salir a buscar al cliente, ahora no basta con que la oferta exista, tiene que ser atractiva. Diferenciarse no es cosa sencilla y por eso los inversores dejan en manos de empresas especializadas su diseño y, con ello, una cuota de su éxito.
Tomás Varela, director de CartelUp recuerda que su empresa comenzó trabajando en cartelería pero al ver la demanda de las empresas por diferenciarse empezaron a especializarse cada vez más en construcción a través de la carpintería para lograr proyectos más completos a la medida de los clientes.
"Lo que estamos viendo es que hay muchos argentinos que quieren buscar su identidad acá, nos dan una referencia (de un local que ya existe) pero siempre apuntan a ser mejores", dice y no tiene dudas de que en el negocio hay más competencia.
En estudio Toro ayudan a construir la identidad de marca a través del análisis del público objetivo, pensando en cómo optimizar el espacio para entender una marca a través de la arquitectura, "que cuando veas un local de la marca lo reconozcas", explica el director de Estudio Toro.
"Antes en Uruguay juntabas tres mesas y tres sillas y armabas un local, hoy no. Ahora hay impacto de marca, la gente quiere sentirse cómoda en un asiento, quiere tener para cargar el celular, estar en un espacio agradable y sacarse una foto para instagram. Cada vez importa más cómo ese concepto se lleva a la realidad", resalta Figueroa.
De hecho su estudio no se caracteriza por tener un estilo en particular “tenemos una metodología de trabajo que hace que el proyecto entre al estudio, que se ejecute en tiempo y forma, que tenga la mejor optimización de costos y que sea una proyecto que pueda vender más", afirma el creador de Estudio Toro.
Cartelup
El diseño de Hard Rock Café por CartelUp
La inversión para llevar adelante este local con identidad dependerá de la necesidad del cliente. "Pueden gastar US$ 2.000 o US$ 100.000", sostiene Varela. Algunos además ya vienen con la identidad creada como es el caso del mítico Hard Rock Café en el que trabajó CartelUp. En otros casos también los asesoran para llegar al mejor diseño.
El ejemplo más emblemático de Studio Toro es Plaza de Chueca, una firma uruguaya con cinco locales que tiene el estilo español impregnado en su ADN. "Sus fachadas son pintadas a mano, tiene un perfume especial, la música es española; es una experiencia y cuando vas sabés que estás en Plaza de Chueca, y eso marca una diferencia con cualquier otro lugar".
En el otro extremo, Figueroa evoca el ejemplo de las cervecerías que una vez que se pusieron de moda "eran todas iguales", lo que hacía que también el cliente no recordara si había ido a una u otra. "Cuando vas a un local gastronómico no lo tenés que olvidar y la experiencia ya no es solo la comida, es todo", enfatiza el director de Estudio Toro.
Studio Toro
El exterior de Plaza de Chueca por Studio Toro
Para lograr la mejor experiencia se debe crear un ambiente de confort que incluye aspectos como la calefacción, lumínica o sonido (por ejemplo colocando paneles abajo de las meses para que absorban el sonido de las conversaciones).
Si todo esto se logra y se construye una experiencia realmente singular, los especialistas en arquitectura coinciden en que tendrá un impacto directo en la caja de los negocios.
El impacto pospandemia
Para los referentes en arquitectura y diseño la pandemia fue un antes y después en la imagen de los locales gastronómicos. "De un día para el otro todos los proyectos vinculados a la gastronomía se frenaron, pero al mes todos volvieron a llamar para continuar", dice Figueroa. Esto derivó en un empuje del sector y el efecto del aislamiento se sintió cuando una vez finalizada la emergencia sanitaria los locales empezaron a llenarse cada vez más en un boom, sobre todo gastronómico, que persiste hasta el día de hoy.
Para el director de CartelUp no hay dudas de que la pandemia lo cambió todo. "En mi rubro nunca vi a Uruguay tan bien", asegura Varela y confirma que ese crecimiento se sostiene hasta el día de hoy y aporta que esté fenómeno ocurre también en locales comerciales y en las islas de los shopping.