Tres semanas atrás, en el medio de la psicosis colectiva por la emergencia sanitaria, unos pocos melómanos dieron cuenta en las redes de la desaparición física del músico Walter Cambón. La noticia quedó perdida en la maraña de informes reales y falsos, consejos e indignaciones motivados por la pandemia. Pero no habría que culpar solo al estado de las cosas por que la mala nueva haya pasado desapercibida. Hacía décadas que Cambón estaba alejado del mundo musical y su actividad artística casi se había circunscripto a una banda que existió durante un período muy breve medio siglo atrás. Es entendible que muy pocos conocieran su nombre. El asunto es que esa banda se llamaba El Kinto y cambió la historia de la música popular uruguaya, dejando además un puñado de hermosas canciones.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá