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El ovejero que soñó con hacer camisetas de Uruguay para el mundial
Alberto Bozzo conoce la raza Merino de toda la vida. Su abuelo era productor ovejero y su madre y su tío también lo fueron. Siempre eligieron esa raza. Como un amor que pasó de generación en generación, Alberto eligió trabajar con la misma oveja que conoció desde niño, y una vez que se recibió de ingeniero agrónomo comenzó a criar Merino en el basalto superficial de Arapey Chico, en Salto, orientado al mejoramiento genético y a la producción de un Merino superfino.
Antes de la década de 1990, cuando arrancó a trabajar, no se imaginó que una idea suya llegaría a tener relación con un Mundial de Fútbol, pero eso se hizo realidad este año: él fue quien tuvo la idea de que la selección uruguaya de fútbol luciera en Qatar prendas hechas con lanas Merino uruguayas.
En abril, en un seminario sobre valorización de la lana, Alberto escuchó que “somos chicos y que una campaña de marketing sale cara”, y se le ocurrió una idea para mostrar la producción nacional: hacer las camisetas con las que la selección uruguaya jugará el Mundial de Qatar 2022, recordó a El Observador.
Su sueño fue que los jugadores fueran a la cancha a defender una camiseta celeste hecha con lanas Merino, pero desde el inicio la cosa no fue fácil.
Por sus características (fina, suave y aislante térmica) la lana Merino se usa para la producción de ropa deportiva, así como de ropa de lujo, interior y de bebés. La selección australiana de fútbol, por ejemplo, utiliza equipos hechos con este tipo de lanas, comentó.
Llegar hasta el presidente
La idea tuvo varias idas y vueltas. Tras el seminario, trasladó la propuesta a su gremial, Cooperativas Agrarias Federadas (CAF), donde encontró apoyo, pero no fue fácil luego tener otros adeptos. “Pasamos dos meses golpeando puertas y nadie nos decía que sí”, recordó.
Varios productores de ovinos se unieron a Alberto para hacer ese sueño realidad, pero las respuestas eran negativas, principalmente porque tras la producción de las camisetas de fútbol hay marcas asociadas y acuerdos comerciales ya firmados.
Luego de varias reuniones decidieron plantear la posibilidad de hacer con lanas uruguayas los trajes para vestir a la selección en los eventos formales del Mundial.
Ante la negativa, y después de sentirse bajoneados y decepcionados, pero convencidos de que por los sueños hay que luchar, decidieron contarle su idea al presidente de la República, Luis Lacalle Pou, para buscar ayuda o al menos visibilidad. Pero algo pasó, y no fue necesario que los ovejeros visitaran la Torre Ejecutiva.
Rafael Normey, uno de los productores involucrados en el tema, le contó la idea al presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Ignacio Alonso, y cuando lo hizo “le encantó y dijo: ‘esto tiene que sí o sí salir”, destacó Alberto.
Para los que luchan en el campo
Fue así que varias instituciones se embarcaron en la iniciativa que hoy se llama “Lana Celeste a Qatar”, por la cual con lanas uruguayas se hilaron telas para hacer los trajes que vestirán en el Mundial los jugadores de la selección, el cuerpo técnico y los directivos de la AUF.
Alberto es delegado en el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) por varias gremiales de productores y como tal representó a ambas instituciones. También se unieron al proyecto el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), la industria topista (empresas que lavan y peinan la lana y hacen tops) y Uruguay XXI.
Llegar a concretar parte de su idea: promocionar la lana uruguayas en Qatar, lo llena de orgullo y satisfacción, indicó.
“Esto demuestra que nunca hay que dar nada por perdido. Este es un sueño que se hace realidad con un final feliz. Se hizo con mucho sacrificio y después de tocar un montón de puertas en donde nos decían que no se iba a poder. Hay que golpear muchas puertas y no hay que desestimularse cuando uno tiene un objetivo. Ningún sueño se hace realidad si no hay esfuerzo y sacrificio”, expresó.
Con esto espera dar a conocer la calidad de las lanas uruguayas, además de darle más trabajo a los productores.
“Si nos conocen más y podemos vender mejor nuestros productos podemos mejorar el nivel de vida de esos 15 mil ovejeros familiares que la luchan todos los días en el campo por llegar a fin de mes. A la larga lo que queremos es eso, que nuestros productores se vean beneficiados”, explicó.
En el marco del proyecto “Lana Celeste a Qatar” se confeccionarán 70 trajes para los jugadores de la selección, el cuerpo técnico y los directivos de la AUF. Además de los trajes, artesanas uruguayas harán 200 boinas para que la delegación lleve al Mundial, informó Bozzo. Y, como los trahes, también tendrán de materia prima lana Merino fina uruguaya de 18 micras.
Merino, la raza del futuro
Alberto trabaja con la majada de su familia, en la que ha desarrollado el mejoramiento genético con la importación de sangres australianas y haciendo una selección basada en datos objetivos como los de EPD. En su establecimiento se produce una lana que en promedio es de 17 micras y los ovinos tienen buenos índices reproductivos, contó.
“Con el paso de los años el Merino ha ido evolucionando en Uruguay, con una lana más fina y ejemplares con más peso de vellón y más cuerpo. Esto gracias a los proyectos de selección del INIA, del Crilu y otras instituciones como Central Lanera Uruguaya con el Club de Merino Fino", dijo y subrayó: "Sigo eligiendo al Merino cada vez más, es la raza del futuro, hoy la lana fina es tendencia mundial y si se baja de las 18 micras se logra tener un montón de usos, es lana que se puede usar contra el cuerpo, que no da picazón ni alergias. Y es un producto asociado a la producción sostenible, todo lo contrario a los derivados del petróleo”.
Lana ideal para el desierto
Para hacer los trajes para el Mundial, lana de 18 micras fue lavada y peinada por peinadurías uruguayas y enviada a Italia, donde se hiló.
Se hicieron 300 metros de tela, los necesarios para confeccionar 70 trajes, cada uno con un peso de 800 gramos, detalló.
La tela liviana llamada Super 130’s fue traída desde Italia para que Studio Muto se encargara de la confección de cada prenda a nivel local.
Alberto destacó que el estudio de sastres tuvo “muy buena voluntad” y logró un acuerdo con los privados para que los trajes se confeccionaran con un bajo costo.
Cada metro de tela tiene un peso de 260 gramos. Además de ser livianas, son frescas e ideales para utilizarlas en lugares con altas temperaturas, como Qatar, que tiene zonas desérticas.
“Uno asocia la lana al invierno y a los buzos gruesos, pero la Merino es ideal para Qatar, es liviana y fresca. Espero que cuando los jugadores se prueben los trajes piensen ‘opa, esto me gusta y quiero usarlo’ y así quieran mostrarlos”, comentó.
En diálogo con El Observador, el presidente de la AUF, Alonso, resaltó que llevar producción nacional al Mundial de Fútbol servirá para “destacar la calidad del producto uruguayo”.
“Queremos mostrar que tenemos una representación más allá de lo deportivo. Tenemos al sector productivo atrás”, expresó.
Misión cumplida
Alberto está contento de que su sueño se vea plasmado. Sobre si le gustaría ir al campeonato, respondió que no. “Esta es una primera etapa, y es una misión cumplida para mí. Ahora necesitamos apoyo para realmente sacarle el jugo a esta idea y esta movida. Que se conozca en todos los rincones del planeta la excelente calidad de las lanas uruguayas, ese es mi objetivo principal”, reflexionó.
