El gobierno argentino presentó ayer su proyecto para gravar las ganancias inesperadas. No se trata de una definición incluida en la teoría o en la jerga tributaria, por lo que el presidente Fernández de Fernández se ocupó de aclarar que se refiere a las rentas excepcionales obtenidas con motivo de la guerra. Como su arrodillada industria no produce ni misiles antitanques ni cañones ni drones bélicos, es fácil colegir que se trata de un impuesto sobre la utilidad adicional que obtuvieron las empresas exportadoras agropecuarias con motivo de la suba de precios provocada por el doble efecto de la invasión rusa a Ucrania y por las sanciones de Occidente a Rusia para disuadirla.
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