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El PIT-CNT advierte: con esta reforma jubilatoria “hasta el trabajo será un privilegio”
El PIT-CNT ratificó en el Parlamento su férrea oposición al proyecto de reforma del sistema de seguridad social promovido por el gobierno y comprometió su "aporte y participación" en la contribución de acuerdos que, a su juicio, salven la disconformidad que "amplios sectores" de la población -jubilados, empresarios y parte del sistema político- mantienen sobre el planteo.
Su presidente, Marcelo Abdala, consideró indispensable establecer así un espacio de diálogo en el que se pongan "las manos y los hombros" y le den "para adelante" a un "tejido de acuerdos" que logren reunir consensos más elevados que el actual proyecto de ley.
Una delegación de la central compareció este martes ante la Comisión Especial del Senado analiza el tema. La visión más firme y clara de la posición contraria del PIT al proyecto del gobierno es en referencia al cambio jubilatorio. A “modo de consigna”, señaló Abdala y según “los dichos de los trabajadores en sus lugares de trabajo”, el planteo oficial se traducirá en que "se quiere hacer que los trabajadores trabajen más para cobrar menos”.
No se trata, dijo, de una posición caprichosa. “A todos los nacidos desde 1973 se establece, al barrer, una elevación de los años para jubilarse y, por ende, de los años de trabajo, sin un estudio real del mundo del trabajo y de “sectores enormes” en los que el desgaste físico e intelectual harán prácticamente imposible que los involucrados puedan mantener su empleo desde los 60 a los 65 años de edad.
La reforma propuesta por el gobierno exceptúa del aumento de la edad de retiro a 65 años a los trabajos de la construcción y del ámbito rural que "requieran un alto grado de esfuerzo físico". "Otros sectores de actividad laboral que contemplen condiciones y medio ambiente de trabajo particularmente exigentes, podrán solicitar fundadamente la inclusión de puestos de trabajo de los mismos en regímenes de causal jubilatoria anticipada, dentro del plazo de doce meses de la vigencia de la presente ley", dice el texto del proyecto.
Al contrario de lo que plantea la reforma, indicó Abdala, los cambios que se están produciendo en el mundo del trabajo desde el punto de vista tecnológico -con el consiguiente aumento de la productividad- hará inevitable que en el horizonte de las relaciones laborales aparezca la reducción de la jornada de trabajo sin reducción del salario y que "tiene más que ver" con reducir la edad en la que un trabajador se jubila.
"En este régimen lo que va a suceder es que hasta el propio trabajo será un privilegio", aseguró Abdala. Otro de los efectos, advirtió, será que la elevación de la edad de jubilación hará más difícil resolver la falta de empleo para los sectores jóvenes de la población.
Trabajar más para cobrar menos
Por otra parte, el PIT demostró "con números" que, a medida que el tiempo transcurra, en todas las franjas salariales el monto a liquidar por jubilación será peor que el actual. En particular porque se tomarán en cuenta los mejores 25 años, en vez de los mejores 20 como hasta ahora. "Por eso decimos que este es un proyecto de ley que plantea trabajar más tiempo para cobrar menos", insistió.
Se trata de una información diametralmente opuesta a la que presentó la delegación del gobierno que, la semana pasada, fue el Parlamento a defender la reforma. Así Hugo Bai, economista del Instituto Cuesta-Duarte realizó comparaciones. Según la gráfica presentada, en los salarios más bajos la diferencia estará en el entorno del 10%. Esas rebajas, indicó, se incrementan a medida que el salario sube. En niveles de entre $ 60 mil y $ 70 mil, dijo, se ubicaría en 38%, llegando en algunos casos a representar una rebaja de $ 20 mil en la jubilación mensual para una persona que se retire con 65 años en 2043.
Según el economista en los casos en que puede haber algún tipo de incremento en los haberes, el acumulado de la jubilación será menor ya que -como lo plantea la reforma- deberán trabajar más años.
Bai apuntó otro detalle. Si se compara la expectativa de vida media entre los sectores del decil más bajo de ingreso con el decil más alto, existe un diferencial de casi diez años. Por otra parte -y en otro aspecto en el que se rebate al gobierno- los cálculos del Cuesta Duarte señalan que la reforma solo contribuiría a reducir en medio punto del PBI el déficit del sistema para el año 2070: pasaría del 2,1% al 1,6%.
El gran capital y los militares
Buena parte del “antagonismo y oposición frontal y fundamentada” del PIT a esta reforma, según Abdala, se basa en que el proyecto carece de medidas sustantivas de cambio en los mecanismos para financiar la seguridad social.
En particular su carencia para permitir que los sectores patronal y obrero realicen “aportes equitativos”. Abdala cuestionó allí que los trabajadores sigan aportando el doble que los empresarios: 15% frente a 7,5%.
“Para construir una sociedad igualitaria y equitativa, en algún momento habrá que pensar en una reforma tributaria de segunda generación” insistió el presidente del PIT en torno a uno de los viejos reclamos del movimiento sindical.
Esa reforma, indicó, debería apuntar a la “gran riqueza” del país, al “gran capital” que "ha logrado depositar cerca de US$ 40 mil millones en el sistema financiero" y que “deberían contribuir de una menor manera a la pública felicidad, cosa que en este proyecto no está planteado”.
La preocupación de la central en cuanto a la financiación del sistema fue compartida por el senador y líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, que pidió saber si el PIT tenía una propuesta concreta.
La respuesta de Bai fue directa y incluyó medidas muy específicas. Entre ellas revisar exoneraciones fiscales que no sean esenciales. Bai estimó que las exoneraciones del impuesto al Patrimonio y a la renta empresarial (IRAE) representan unos US$ 1.600 millones al año, el 2,6% del PBI.
También equiparar el aporte patronal rural al resto de las actividades y exigir un aporte adicional a los que se jubilaron en las últimas décadas a través del Sistema de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas, la "Caja Militar".
"Así como existe un impuesto a las altas jubilaciones notariales y hoy se está discutiendo incorporar un impuesto a las altas jubilaciones de los profesionales", mencionó el economista, "quizá como una señal de legitimidad para la discusión se podría incorporar un impuesto a las altas jubilaciones militares". Ninguna de estas alternativas, recordó, fueron aceptadas por el Poder Ejecutivo para incorporarlas al proyecto.
El análisis de Bai apuntó a las condiciones "de privilegio" de la "Caja Militar", que a su juicio ameritarían cambios mucho más profundos y urgentes que los que plantea esta reforma. En particular, dijo, el período de transición debería ser mucho más corto al planteo y con cambios "bastante más drásticos" que hagan converger las condiciones de retiro y el cálculo de los beneficios con el resto del sistema.
Por otra parte, consideró necesario discutir una serie de cambios en la matriz de financiamiento del sistema así como algunas ideas que han venido siendo planteadas. Por ejemplo, un aporte mínimo patronal para los sectores que presenten altas ganancias con altas rentabilidades y que, en general, contratan trabajadores por fuera de la relación de dependencia.
El PIT-CNT reparó en el hecho de que 51 artículos del proyecto de ley incrementan el poder discrecional del Poder Ejecutivo para resolver cuestiones vinculadas a la seguridad social. Podrá ser, observó Abdala, al margen no solo del Parlamento si no también de cualquier forma de participación social, como las distintas representaciones que integran el propio Banco de Previsión Social (BPS), y al margen de las recomendaciones de la Organización Internacional de Trabajo (OIT). "Establece una condición profundamente peligrosa, sea el gobierno que sea", advirtió Abdala.
