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Ganarle un mano a mano a los brasileños: una misión compleja para los grandes
Peñarol y Nacional se van a Brasil en procura de terminar con su eterno karma: los torneos internacionales. Los grandes tienen una deuda grande, valga la redundancia. Es que, al margen de que ya ha pasado demasiado tiempo de las últimas copas Libertadores ganadas (Peñarol en 1987 y Nacional en 1988) los golpes sufridos han sido tremendos.
Las derrotas llevaron a cambios de costumbres. Ahora se prioriza el Campeonato Uruguayo mirando el número de conquistas que se llevan seguidas.
La realidad golpea. Los números son elocuentes. En las últimas nueve ediciones de la Copa Libertadores, superaron una vez cada uno los octavos de final. Parece demasiado poco.
Peñarol llegó a la final en la edición de 2011 eliminando en octavos a Inter de Porto Alegre. Al tiempo que Nacional llegó hasta cuartos de final en la edición de 2016.
Defensor Sporting sacó la cara por el fútbol uruguayo en la Copa de 2014 llegando hasta las semifinales.
Hoy, de cara a una nueva definición, donde Nacional debe levantar el 0-1 con Inter en el Beira Río, se plantea la interrogante si vale ilusionarse.Es cierto que la ilusión es lo último que pierde el hincha, pero la realidad es elocuente.
Nacional sabe de triunfos y derrotas en estos duelos de Copa. En 2016 empató 0 a 0 con Corinthians de local y tuvo que definir la clasificación en territorio brasileño donde logró su cometido igualando 2 a 2.
En la siguiente edición, la de 2017, perdió 0-1 con Botafogo en el Parque y en Río cayó 2-0.
Otro triunfo tricolor que se puede anotar en Brasil en los últimos años, es el conquistado en 2018 contra Chapecoense.
Nacional ganó de visitante por 1 a 0 y en la revancha se volvió a registrar el mismo marcador.
Aquellos partidos correspondieron a la segunda fase de clasificación a la ronda de grupos. Chapecoense era un equipo en reconstrucción tras el accidente aéreo sufrido donde perdieron la vida muchos integrantes de su plantel.
Peñarol en cambio, se encuentra jugando la Copa Sudamericana donde también deberá ir a buscar la clasificación afuera, en territorio brasileño, ni más ni menos.
En la Libertadores, como se explicó líneas arriba, Peñarol no juega ni siquiera los octavos de final desde la Libertadores de 2011.
A nivel de Copa Sudamericana, el conjunto aurinegro registra dos antecedentes contra equipos brasileños.
En la edición de 2010 quedó eliminado por Goiás. En la ida en Brasil perdió 0-1 y la revancha la ganó el conjunto brasileño 3-2 pero quedó afuera por marcar menos goles de visitante.
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En la Sudamericana del año pasado fue golpeado por Atlético Paranaense. El carbonero perdió 0-2 en territorio norteño y en la revancha se llevó una bofetada tremenda al perder 1-4 en el Campeón del Siglo.
Los equipos uruguayos no han tenido suerte en sus duelos de Copa Sudamericana ante los brasileños.
El único club que logró eliminar a los norteños de la referida Copa fue River Plate en dos oportunidades.
En el año 2009, el darsenero dejó por el camino a Vitória y en la presente edición sorprendió eliminando a Santos con el que empató los dos juegos pero haciendo valer un gol de visitante.
Esta semana los grandes salen a escena. Los dos perdieron de local y deberán buscar la clasificación en Brasil. Algo que no está avalado por los antecedentes porque mano a mano con los uruguayos, Brasil manda.
