El gobierno busca destrabar un conflicto que se arrastra desde hace meses entre MontevideoGas y el sindicato de trabajadores. La razón es sencilla: hay cerca de 60 mil usuarios que reciben gas natural por cañería y cortar el suministro les generaría un perjuicio. El negocio de la distribución, asumido por Petrobras a través de una concesión, fue malo hasta el momento y por esa razón la estatal brasileña amenaza con retirarse del país, en un tire y afloje con el Ejecutivo en el que además hay un juicio pendiente. Sin embargo, hay posturas más optimistas sobre el negocio del gas en el país pensando en el futuro.