Luis Alberto Heber y Rodrigo Ferrés en comisión general del Senado.

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Gobierno apostó al "empate" y apuntó a gestiones del FA para diluir discusión sobre caso Astesiano

El Ejecutivo sacó a relucir casos de gobiernos frenteamplistas también vinculados con los custodios presidenciales
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13 de octubre de 2022 a las 05:01

Habían pasado casi cuatro horas de debate con cruces de alta intensidad en el Senado cuando Alejandro Sánchez y Luis Alberto Heber, los protagonistas de la discusión sobre el caso del excustodio Alejandro Astesiano, se encontraron casualmente en uno de los baños del Parlamento. Allí, entre bromas y risas, se plantearon una interrogante: "¿Qué estará haciendo Astesiano ahora?". Sánchez mismo se respondió: "Estará tomando mate". 

A esa altura el partido ya estaba jugado. Heber había sido convocado por Sánchez para explicar oficialmente todo lo relacionado al caso del exjefe de la custodia presidencial, procesado por "asociación para delinquir" y otros delitos al integrar una organización que se dedicaba a fraguar documentación uruguaya para la expedición irregular de pasaportes a ciudadanos rusos. 

“Esto es la democracia, que no se pierda”, bromeaban entre risas por haber elegido el mismo momento para acudir al baño. “Que no se pierda esta convivencia”, insistió el senador colorado Germán Coutinho, testigo del momento. 

En la comparecencia, el ministro Heber defendió al gobierno sacando a luz episodios ocurridos en los gobiernos del Frente Amplio para diluir el impacto del caso actual. Según confió a El Observador un senador del Partido Nacional, la estrategia fue "apelar al empate" y, más que profundizar sobre el caso Astesiano, salir a demostrar que en pasadas administraciones también hubo irregularidades similares y que "nadie puede decir que está exento" de este tipo de problemas. O, más gráficamente, "todos tiene un muerto en el placard". 

Una estrategia que los senadores de la coalición recién conocieron minutos antes de la sesión y que les fue explicada por Heber en una reunión previa en la que también participó el publicista Roberto Lafluf, asesor de Presidencia. La explicación fue que esa nueva información no se les transmitió antes para evitar "filtraciones" y que la oposición pudiera así preparar su defensa. 

Una de las cartas que jugó Heber fue apelar a los antecedentes judiciales de varios de los custodias que se desempeñaron con Tabaré Vázquez y con José Mujica. Estaban en un documento que el ministro puso sobre su mesa de trabajo al inicio de la sesión, a partir del cual enumeró sus nombres y su prontuario: allí, destacó, figuran delitos como tráfico de estupefacientes e incluso homicidio. 

Uno de los nombres mencionados fue el de Carlos Haller, responsable de la custodia durante el mandato de José Mujica. Un hombre de gran confianza del exmandatario, compañero suyo en el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN) y preso político. Heber denunció en el Parlamento que sus antecedentes fueron borrados y su prontuario retirado del registro de Policía Científica. El senador Sánchez le respondió que Haller fue uno de los beneficiados por la ley de Amnistía aprobada en el Parlamento en 1985, al retorno de la democracia. Eso explica, dijo el senador, la falta de antecedentes. 

El centro de comando

El asesor de Presidencia, Roberto Lafluf, en tanto, permanecía en la Sala de Ministros del Senado, donde el ministerio instaló su "centro de comando". La función del asesor presidencial fue la de monitorear en forma constante los medios de comunicación y las redes sociales y así –según contó un integrante de la bancada–detectar los "mensajes" o "relatos" que por allí se transmitían para comunicar en forma inmediata al ministro y sus asesores una respuesta adecuada. Según les transmitió "el partido se estaba jugando afuera". 

Otro de los planteos de Heber fue que la organización integrada por Astesiano ya operaba desde 2013, por lo que "nada tiene ver el Piso 4 de la Torre Ejecutiva", donde el excustodio tenía su oficina y donde incluso tuvo reuniones vinculadas a estas maniobras. Según la información del ministro, esa organización fue la responsable –en los tres gobiernos del Frente Amplio– de falsificar 140 pasaportes. En este gobierno, apuntó, "lamentablemente" fraguó 55 documentos de viaje. 

Y, si bien aclaró que su intención no era "generar suspicacias", Heber presentó un mensaje que, durante el gobierno de Mujica, Presidencia envió al Ministerio del Interior. Estaba firmada por María Minacapilli, secretaria del entonces presidente, que aclaraba que "a solicitud" del mandatario le transmitía al ministerio la "inquietud" planteada en una carta que había llegado a la Torre Ejecutiva. El remitente había sido Alexey Slivaev, que residía en Uruguay desde 2008 y que ahora fue imputado como uno de los integrantes de la banda que también integra Astesiano. 

El ruso, detalló Heber, ya pedía allí a Presidencia que le dieran un pasaporte. Según el ministro, en esa carta Slivaev dio como dirección de contacto Colonia 920, que es la del estudio del escribano Álvaro Fernández, integrante de la banda que hoy está preso. “El mail es del escribano Fernández. En el 2013. ¿Cómo va a decir que se instaló en el cuarto piso?”, dijo. 

El ministro también capitalizó en su discurso el "éxito" de haber desbaratado la organización que –insistió– operaba desde hace casi una década. También que el presidente Luis Lacalle Pou resultó "engañado" sobre los antecedentes de Astesiano, que fueron "ocultados". El caso, dijo, se investiga. "El presidente dio la cara y asumió su error. No le hubiera confiado la custodia de sus hijos de haberlo sabido". 

"Nos pidieron toda la verdad, y la verdad empieza en 2013, no empezó en 2020 ni empezó con Astesiano", remarcó Heber. 

Qué digan la verdad

En la bancada nacionalista se elogió la intervención del senador Sánchez, pero se estimó que no logró aportar ninguna información nueva. "Todo lo que dijo ya lo sabemos todos", señaló un legislador blanco. También que la propia bancada oficialista no tenía un margen mucho mayor para operar fuera de la estrategia del ministerio, más allá de reconocer los "errores" en torno al caso Astesiano. 

"Tenían la oportunidad de decir que se equivocaron, pero no", dijo el legislador del MPP y lamentó que el gobierno recurriera a "excusas" para eludir su responsabilidad. La premisa del Frente Amplio ante la convocatoria fue clara: "Que digan la verdad". 

Una de las cartas que intentó jugar la izquierda –un tanto descolocada por el camino por el que optó el gobierno– fue  la "mentira" pronunciada en sala por el prosecretario de la Presidencia, Rodrigo Ferrés, que afirmó que era "equivocado" decir que Astesiano era jefe de la custodia presidencial, y que en realidad es ocupado por Ricardo Martínez. Para eso apeló al decreto de designación de Martínez, emitido en marzo de 2020.

Sin embargo, Sánchez sacó a relucir una notificación oficial, firmada por Astesiano y con sello oficial, en el que el implicado suscribía como "jefe de la Custodia Presidencial". También una resolución de Presidencia, donde se designa la misión oficial que acompañó al presidente a la República Democrática del Congo, en la que Astesiano también es mencionado como jefe de seguridad de Presidencia. 

"Pudo haber habido algún error", señaló al respecto Heber sobre la resolución. Se trata, dijo, de una simple "resolución" y que además no debió incluir el término "jefe de Seguridad Presidencial". Los representantes del gobierno no explicaron el sello oficial en la notificación. "Lo que vale es el decreto", insistió Ferrés, en el que se designa a Martínez. 

Otras prioridades

El senador Guido Manini Ríos, fue de los grandes ausentes en la sesión. El líder de Cabildo Abierto tenía "otras prioridades" que no pasaban precisamente por presenciar el largo debate. Según dijo a El Observador su correligionario Guillermo Domenech, la "prioridad" de su líder era estar en Sarandí Grande. En esa localidad del departamento de Florida se celebró este miércoles el acto oficial por un nuevo aniversario de la Batalla de Sarandí, y la oratoria fue encabezada por la esposa de Manini, la ministra Irene Moreira. 

"Tal vez después se dé una vuelta", aventuró Domenech, que apenas presenció los últimos cinco minutos de la reunión previa de coordinación con Heber. Fue el único senador titular de su partido en la sesión, ya que Raúl Lozano estaba de misión oficial en Rwanda.

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