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Gobierno cierra una etapa y levanta la emergencia sanitaria: qué se sabe y qué no sobre sus efectos
Fueron 752 días hasta que, finalmente, llegó lo que el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas definió como un lunes “especial”: el gobierno anunció el cese de la emergencia sanitaria que fue decretada hace más de dos años, lo que en la práctica pondrá fin a una serie de facultades del Poder Ejecutivo y en el plano simbólico cerrará una etapa que, en muchos aspectos, cambió la vida de los uruguayos.
El anuncio llegó primero de la mano de un mensaje del presidente Luis Lacalle Pou a través de su cuenta de Twitter, tras el acuerdo ministerial mantenido con Salinas y el subsecretario José Luis Satdjian.
A la salida de Torre Ejecutiva, los dos jerarcas del MSP dieron una breve rueda de prensa de unos diez minutos.En contraste de la mayoría de las instancias principales de la pandemia donde la comunicación de las autoridades estuvo basada en largas conferencias, el punto final llegó sin mayores grandilocuencias, casi como un reflejo de esa “normalización” a la que, ahora, se pretende avanzar.
Salinas aseguró que para la determinación se tuvo en cuenta el “momento epidemiológico muy favorable para el país”, además del alto porcentaje de inmunización que se logró mediante la adhesión a la campaña de vacunación y los importantes niveles de contagio que se registraron en los últimos meses. “Es el momento de hacerlo”, sintetizó el jerarca ante las cámaras y micrófonos este lunes, si bien anteriormente ya se habían despojado algunas restricciones del decreto conforme avanzó el estado sanitario del país.
Qué implica
Si bien hay un factor simbólico en juego –el Poder Ejecutivo define que el covid-19 ya no supone una emergencia y se deshace de las atribuciones especiales que le confería el estado de excepción–, las consecuencias concretas del levantamiento de la emergencia sanitaria dependerán en buena parte de los nuevos decretos que elaborarán Presidencia y el MSP.
Se espera que el decreto que dará luz verde a los anuncios sea firmado en las próximas horas por el presidente y sus ministros, y su redacción será clave para determinar cómo deberán implementarse las nuevas medidas sanitarias de ahora en más.
Una de las modificaciones más importantes tiene que ver con que el uso de tapabocas en lugares cerrados pasará a ser, de ahora en más, una "recomendación", y solo en algunos lugares específicos.
Según la explicación que dio el ministro y de acuerdo a un documento difundido por el Ministerio de Salud Pública (MSP) en la tarde, el uso de mascarillas será apenas una sugerencia para aquellas personas que viajen en el transporte público, para los funcionarios encargados de grupos vulnerables o de personas no vacunadas y para los manipuladores de alimentos, además de aquellos que se encuentren en espacios cerrados con aglomeraciones “donde no se diferencie el estado vacunal” y los casos donde se sospeche la ocurrencia de un “brote de enfermedad respiratoria”. Sin embargo, sí se mantendrá la obligación en el caso de las personas sintomáticas.
Ahora bien, ¿esa recomendación será para los usuarios o para las empresas que brindan esos servicios? Ante la consulta de El Observador, desde el MSP dijeron que aplicará "para todos".
Consultado específicamente respecto a si las empresas podrán tomar esa "recomendación" para exigir el uso de tapabocas a los clientes o usuarios, Salinas respondió: "Puede ocurrir. Es la responsabilidad de cada uno la que hace a la de todos". De todos modos, el jerarca insistió en que "recomendación no es obligación".
Sin un marco normativo ya claro de antemano, tanto en la Intendencia de Montevideo como en el transporte público está arriba de la mesa la posibilidad de seguir exigiendo el tapabocas.
Juan Salgado, presidente de la Cámara de Transporte y referente de Cutcsa, dijo a El Observador que “en el transporte todavía hay que mantener la cuestión del tapabocas para personal y pasajeros”.
El experto en derecho público Pablo Schiavi explicó por su parte que si el cuerpo normativo vuelve a la fotografía previa a que se confirmaran los primeros casos, las compañías no tendrán el respaldo jurídico para obligar a usar mascarillas. Sin embargo, el experto indicó que bajo algunas bibliotecas pueden entender que, si el decreto hace una recomendación, las empresas “pueden mantener la obligatoriedad” al amparo de esa misma sugerencia.
Un escenario distinto se configura en el caso de las oficinas públicas, precisó Schiavi, porque cuando para el Estado algo deja de ser obligatorio, nadie puede indicar lo contrario: “En lo privado es distinto porque vos podés tener una especie de derecho de admisión”, justificó el experto en diálogo con El Observador.
El ministro Salinas volvió a mencionar un concepto repetido durante los casi 25 meses de pandemia en Uruguay, al asegurar que se seguirá apelando a la “responsabilidad individual” de la gente en el control del avance del coronavirus en el país.
Entre los anuncios del jerarca también se habló de la eliminación de los aforos en los lugares cerrados, que pasarán a ser del 100% como ya lo eran en el caso de los espacios abiertos, y de que en acuerdo con los ministros de Salud del Mercosur, los tradicionales informes diarios emitidos por el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) pasarán a ser semanales después de Semana Santa.
La expectativa a futuro es que el virus pase a tener un comportamiento "endémico con picos epidémicos" como sucede "con otros virus", explicó en ese sentido el ministro Salinas. De ahí surge la explicación de por qué se siguen haciendo algunas recomendaciones y no se eliminan definitivamente todos los protocolos hasta ahora vigentes.
Un día “anhelado”
Apenas Salinas atravesó la puerta para hablar con la prensa luego de reunirse con el presidente Luis Lacalle Pou, el ministro dejó a entrever una sonrisa que se traslucía incluso por debajo de su tapabocas. Lo mismo sucedía con el subsecretario José Luis Satdjian que lo acompañaba y que también participó del encuentro con el primer mandatario.
Luego de volver a decir que “era el momento” de levantar la emergencia sanitaria y de procesar un "cambio cualitativo", Salinas reconoció que se trataba de un “día especial”. Fuera de micrófonos los jerarcas insistieron en esa idea y señalaron, otra vez, que este 4 de abril era un “día anhelado” luego de un largo camino que dejó a su paso casi 900 mil contagios y más de 7 mil fallecidos.
El ministro de Salud insistió, igualmente, que la pandemia todavía no terminó, pese al anuncio que marcará la derogación del decreto 93/020 dado a conocer en aquella recordada conferencia de prensa que Lacalle Pou dio acompañado de todo su gabinete, la noche del 13 de marzo de 2020.
El posible cese de la emergencia sanitaria había estado sobre la mesa en varias oportunidades, incluso desde el año pasado cuando la campaña de vacunación logró sacar a Uruguay de los primeros lugares en contagios y decesos per cápita, luego de la llegada de la variante P1 primero y de delta, después. Al menos desde octubre el anuncio estaba en la esfera de Presidencia de la República, pero su eliminación traía aparejada una serie de complicaciones y una de las más importantes tenía que ver con el Fondo Coronavirus, un tema que Salinas definió este lunes como “netamente administrativo”.
En cualquier caso, la explosión de casos que se registró a partir de diciembre por el ingreso de la cepa sudafricana ómicron volvió a postergar la decisión del mandatario, pero ante la reducción de los contagios y de los principales indicadores que se habían visto resentidos a comienzos de 2022, el propio Lacalle Pou trajo el tema nuevamente a la discusión pública.
En la conferencia de prensa que realizó en Torre Ejecutiva para defender la ley de urgente consideración (LUC), el presidente dijo que este era uno de los focos a los que había que hincar el diente una vez consumado el referéndum, y, finalmente, así fue. A ocho días de la instancia que frenó la agenda política por un buen tiempo, Lacalle Pou hizo público el anuncio que abre una nueva etapa en su gobierno.
