Foto de archivo. El homicidio ocurrió el 31 de julio en la localidad canaria 18 de Mayo; un hombre fue imputado

Nacional > un vecino le disparó

Guardaba una cocina robada en la casa de su abuela y lo mataron cuando quiso trasladarla: la historia detrás del homicidio en 18 de Mayo

Un vecino de la propietaria de la vivienda, que conocía a la víctima, cargó una escopeta y le disparó desde su azotea; ocurrió en la localidad 18 de Mayo, y el homicida fue imputado
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03 de agosto de 2022 a las 16:58

Era la hora 6.30 del domingo cuando un joven de 22 años pasó tambaleándose frente a una cámara de seguridad de una casa, luego de haber sido baleado de un escopetazo en la espalda. 

Lo mató un hombre –imputado este lunes– que lo había visto llevándose una cocina desde la casa de la abuela del fallecido, próxima a su hogar, en la localidad 18 de Mayo (Canelones).

Declaró en la fiscalía que supuso que la víctima estaba robándole a su vecina, pero de acuerdo a la investigación, el joven la había sacado del terreno de la abuela, que estaba fuera del país.

El joven no la robó ahí, sino que la trasladaba, indicaron desde la fiscalía este miércoles. Según la policía, la víctima había robado la cocina en un lugar que aún no está claro por no haber una denuncia existente, explicó a El Observador el vocero de la jefatura departamental, Alejandro Ferreira.

Tiempo atrás, el joven ya había robado a su abuela. Tenía tres antecedentes penales.

Quien le disparó este domingo sospechaba que quien le había robado la bicicleta hace una semana era él. Tampoco hay denuncia por el hecho porque el dueño de la casa no confiaba en que la policía y la Justicia fueran a hacer algo. Ambos se conocían de vista y el imputado sabía que era el nieto de su vecina.

El agresor dijo a la fiscalía que el 31 de julio, aproximadamente a la hora 6:30, escuchó ladrar a los perros y vio al muchacho cargando una cocina en la vereda de la casa lindera. Él observó todo desde una de las ventanas de su casa en la planta alta. Minutos después vio que la víctima volvió a la casa contigua a la suya, por lo que salió a la azotea con una escopeta y la amartilló.

Cuando vio que la víctima ingresó en la casa lindera, le gritó "¡qué haces ahí?", a lo que escuchó “¡andá a cuidar tus hijos!", seguido de un insulto.

Disparó y le dio en la espalda, a una distancia entre 5 y 10 metros.

La llamada al 911 y las horas siguientes

El imputado tenía la escopeta calibre 16 con un cartucho, en un pasillo próximo a la azotea. Luego de disparar, se vistió y bajó a la calle, donde se encontró con dos vecinos que también habían salido por escuchar el estruendo y los gritos de la víctima, indica la investigación fiscal.

El hombre no les dijo que era él quien había disparado. 

Ese domingo, ya a las 9 de la mañana, la policía llegaba al lugar del hecho por una llamada de una vecina que dijo que había una persona caída en la calle. El cuerpo yacía en una cuneta. 

Fue en las calles Caraguatá casi Alemania. Todos quienes viven en las casas más próximas estaban en sus hogares. Al 911 había ingresado otra llamada a la hora 6:30, de una vecina que informaba sobre ruidos en la calle, una detonación y la voz de un hombre.

Varios vecinos se reunieron esa mañana sobre la calle; uno de ellos que vive a tres casas del hecho, dijo que había pasado un hombre corriendo. Detrás de un camión estacionado, había una cocina y un secarropa.

El imputado no decía nada.

Negó ayuda

Cuando el imputado se enteró de que el joven había muerto, y ante la solicitud de la policía de acceder a las filmaciones de sus cámaras de seguridad, se negó.

Tras insistencias de la policía y la fiscalía, accedió a que los efectivos ingresaran en su casa en busca de las filmaciones y el arma. 

Pero momentos después que inició la búsqueda el hombre volvió a negarse, manifestando que eso era un allanamiento y no quería que siguieran revisando su vivienda. 

Tras el allanamiento pudo incautarse el DVR que está conectado a la cámara de filmación, pero no el disco duro.

Desde las 6:30 del domingo que disparó, y desde que se enteró pasada la hora 8:00 que la víctima había muerto, no cooperó con la investigación y esperó las órdenes judiciales para entregarse, según la información oficial. La escopeta la escondió con una vaina percutida y varios cartuchos vivos, en una cañería

Antecedentes y delitos

De la pericia del arma del imputado surge que tenía residuos de disparo reciente. La escopeta estaba denunciada como robada en la zona de La Paz, también en Canelones.

La fiscalía comprobó que la víctima recibió un disparo de esa misma escopeta. Por los hechos, la Justicia de Las Piedras imputó al agresor por "homicidio especialmente agravado por la brutal ferocidad a título de dolo eventual", con un delito de receptación. Para la fiscalía, corresponde el "agravante de alevosía".

Cumplirá 150 días de prisión preventiva, mientras la fiscal Bárbara Zapater reúne más elementos para un eventual juicio oral.

El homicidio fue uno de los 37 ocurridos en julio pasado, de acuerdo con un relevamiento de El Observador.

 

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