La Guardia Civil española informó a las autoridades uruguayas del hombre que viajó a Madrid desde Montevideo a través del aeropuerto de Carrasco con dos valijas y 47 kilos de cocaína. Sin embargo, desde la Brigada de Drogas se aseguró a El Observador este martes que no estaban al tanto de este caso, ni había ninguna investigación en curso. Hasta el momento tampoco se iniciaron investigaciones sobre la incautación a nivel de Aduanas ni de Policía Aérea.
Un portavoz de las fuerzas policiales españolas dijo a El Observador que en ese país se investiga el vínculo de Uruguay con la banda organizada que trasladaba droga desde varios países de Sudamérica. La Operación Despegue Madrid comenzó la investigación en enero, a raíz de la incautación de 47 kilos de droga del español que arribó al aeropuerto de Barajas, procedente de Montevideo.
Desde Fuerza Aérea dijeron "no tener nada para comentar" y explicaron que la responsabilidad de la Policía Aérea Nacional es chequear, mediante escáner, el equipaje de mano y personal del pasajero, para detectar "cualquier tipo de carga" y específicamente aquella que presente "algún tipo de peligro para el vuelo, las personas y la terminal aérea en general", como elementos punzantes.
Por su parte, fuentes de Aduanas explicaron que la normativa dispone que el organismo tiene la responsabilidad de controlar el equipaje que ingresa en los aeropuertos, pero no el que sale, ya que eso "corresponde a Policía Aérea".
El Observador también consultó a Interpol para saber si había existido algún tipo de comunicación a través de esa dependencia, y se informó que no y que eso correspondía a la división de Drogas.
La investigación determinó que la banda estaba integrada por dominicanos y españoles que vivían en Madrid, Valladolid y en Palma de Mallorca, informó La Vanguardia.
Una vez que la droga llegaba a Madrid, se distribuía en vehículos "de doble fondo" hacia otras partes del territorio. Por este caso quedaron detenidos siete hombres y una mujer, dominicanos y españoles.
En la organización, había quienes se encargaban de conseguir los contactos y enviar la droga, mientras otros se encargaban de la llegada de la cocaína a España. Otros la custodiaban y también había quienes se encargaban del traslado y de la venta.
Este caso se suma a otros que ocurrieron en el último año, en el que se capturaron cerca de cinco toneladas de droga en el exterior procedente de Uruguay, que no fue detectada por las autoridades. Uno de ellos también sucedió en el aeropuerto de Carrasco, cuando un cargamento de 600 kilos de cocaína partió en un jet privado y fue incautado el 16 de mayo en un aeropuerto francés ubicado próximo a Suiza. Por este caso, fueron imputados un funcionario de policía aérea, su exesposa, y un funcionario de Interpol.
El entonces director de Aduanas, Enrique Canon, renunció el pasado 2 de agosto a raíz de los escándalos generados por este cargamento y el contenedor con 4,5 toneladas de cocaína que salió del Puerto de Montevideo y fue incautado en Alemania.
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