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La aventura de Rocha, de “mendigo” a millonario en felicidad

El esfuerzo de un club que fue campeón del Apertura de Primera en 2005, jugó la Libertadores 2006, pasó nueve años en Segunda, en 2017 cayó al último nivel del fútbol uruguayo y el domingo regresó al profesionalismo
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21 de enero de 2020 a las 05:03

El futbolista se compró un terrenito en La Paloma con los pocos dólares que tenía ahorrados. Aquel dinero era producto de cinco años de sacrificio jugando en Irán, un país con una cultura diferente y un idioma complejo de aprender. Allí levantó su casita. Aún jugaba en Primera división. Atenas de San Carlos lo había incorporado a su plantel. Todas las mañanas, Martín Barlocco recorrió los 100 kilómetros que separan La Paloma de San Carlos para entrenar y defender al arco del club carolino. Al año siguiente se fue a Deportivo Maldonado. Hasta que una mañana de 2017 le sonó el teléfono. Se sorprendió. Un dirigente de Rocha Fútbol Club le pedía si podía volver. El club estaba en la Primera División Amateur. Barlocco no lo dudó. Aceptó el desafío a pesar de sus 40 años.

Jamás imaginó que el club corría riesgo de desaparecer. Mucho menos que se terminaría transformando en el referente de un plantel plagado de juveniles, entre los que se encuentra un chico de 13 años que entrena con plantel.

La historia, que por estas horas tiene un final feliz con el regreso de Rocha FC al fútbol profesional, no fue sencilla. El club vivía un momento complicado. Corría serio riesgo de desaparecer.

Por ese entonces, a Dora De León se le había terminado el sueño de ser futbolista. Tenía cerca de 40 años cuando había jugado un partido oficial con la camiseta de Rocha. Pero una lesión la llevó a respaldar a sus compañeras desde afuera de la cancha ejerciendo tareas de dirigente. El desembarco de su hijo en la Cuarta división del club fue el ancla que la mantuvo en el club. Cuando el chico terminó las formativas le pidieron si podía dar una mano para colaborar con el fútbol grande. Integró la directiva y se terminó quedando.

Aquel año 2017, cuando el club decidió recurrir a Barlocco, el presidente del club renunció. El club se venía a pique.

“Se corrió riesgo de desaparecer. Rocha descendió (al tercer nivel del fútbol uruguayo, Primera Amateur). Y siendo hincha del club tuve que hacerme cargo del plantel en el 2017. No había dinero. Me apersoné ante el plantel y les dije a los jugadores que nos acompañara el que pudiera”, contó De León a Referí. En aquella charla estaba Barlocco.

El golero, lejos de abandonar el barco, decidió quedarse a remar.

“Quería poner ese granito de arena para que Rocha no desapareciera, para que el club volviera al profesionalismo. Hubo momentos que fueron bravos porque no se sabía qué iba a pasar. Aquel primer año en la C fue complicado en todos los aspectos”, reveló el capitán del equipo a Referí.

Mientras en los clubes grandes de la zona como Palermo, Lavalleja o Tabaré los jugadores cobraban algunos pesos por jugar, en Rocha Fútbol Club, el equipo que ganó un torneo oficial de la AUF en 2005 y jugó la Copa Libertadores 2006, no percibían nada.

La situación era compleja en todos los aspectos. No tenían ropa de invierno. Alguna que otra vez los jugadores se tuvieron que bañar con agua fría. Y la mayoría trabajaba. En el plantel había policías, quienes trabajaban en un cuartel, otros como pisteros toda la noche en una estación de servicio, y hasta jugadores que se las ingeniaban haciendo changas de todo tipo para tener alguna entrada de dinero.

En medio de ese entorno, los jugadores se pusieron la camiseta del cuadro.

“Se hicieron muchas cosas para solventar gastos. Era común hacer una vaquita para juntar dinero y bancar el viaje de algunos compañeros. Sorteamos camisetas para conseguir la ropa de abrigo. De todas formas, el primer año tocamos fondo”, reveló Barlocco.

Los dirigentes también pusieron lo suyo. “A base de comidas recaudaban dinero. Por ejemplo, cada fin de semana se organizaba algo, alguna comida, como canelones y otras cosas”, reveló De León.

Rocha sorteó las dificultades del año 2017. Terminó en mitad de tabla en el Uruguayo: fue octavo entre 15 participantes (en 15 partidos ganó cinco, empató cuatro y perdió cinco).

Aire fresco

Para el año 2018 desembarcó en el club el gerenciador Nicolás Poggio para brindar un poco de aire fresco.

El plantel, bajo la conducción de Gustavo Machado, asumió un compromiso: entrenar todos los días como si fueran un equipo profesional.

“A pesar de las carencias, acá no se dejó de entrenar. Lo hablamos mucho con los dirigentes, los técnicos y los jugadores que si queríamos volver había que entrenar como equipo profesional”, comentó Barlocco.

Entrenar en Rocha no era sencillo. El club no tiene cancha. El Sobrero no lo ceden todos los días porque cuidan el campo de juego. Pero se selló un acuerdo con la Intendencia que les cedía El Tenis.

“Un club del interior tiene muchos gastos extras de locomoción. En 2017 no teníamos ningún acuerdo con ninguna empresa. Al año siguiente vino un gerenciador y pasamos el año lo mejor posible. La Intendencia nos cedió un viaje de ómnibus gratis por mes”, reveló De León.

Y Rocha arrancó otra aventura. A pura ilusión. Con un plantel plagado de muchachos que en su mayoría estudiaba o trabajaba. Todos se embarcaron en el esfuerzo. Algunos dejaron a sus familias en Montevideo.

Los viajes a la capital no fueron sencillos. Lo hacían todo en el día. El plantel viajaba de mañana. Los dirigentes armaban viandas para el almuerzo. En la mitad del viaje paraban en algún parador para almorzar, luego seguían hacia la capital. Llegaban a la cancha, jugaban y otra vez el regreso.

El capitán Barlocco recordó una semana que se suspendió la actividad por lluvias.

“Nos pasó de llegar a Montevideo y se suspendió por las lluvias. En una semana jugamos tres partidos seguidos en Montevideo y en menos de siete días hicimos 1.500 kilómetros. ¡Hay que vivirla!”, expresó.

Para Barlocco el esfuerzo fue más complejo aún. Es el entrenador de goleros de Atenas y viajaba todas las mañanas a San Carlos para cumplir con su tarea. A la tarde entrenaba con Rocha.

Muchas tardes se preguntó: ¿Qué hago acá? “Varias veces me pasó preguntarme eso. En partidos, en situaciones complejas que vivimos. Claro que lo pensé. Incluso hasta de largar todo. Pero tengo 42 años y siempre pasó algo que me dio el empuje de seguir, como ver a mis compañeros jóvenes con la ilusión de lograr jugar en el fútbol profesional. Y la verdad que no me arrepiento de nada”.

Y a pesar de los viajes, las carencias y dificultades vividas, Rocha llegó a la definición.

A pocos días de las finales contra Uruguay Montevideo, el 20 de diciembre de 2019, el club vivió una instancia histórica al elegir por primera vez a una mujer como presidenta. Dora De León, aquella mujer que había llegado con la ilusión de ser jugadora y una lesión la frustró, fue respaldada en el acto eleccionario por la mayoría de los 350 socios con que cuenta el club.

“Jamás imaginé ser presidenta. A mí me gustaba más el vínculo con los jugadores. Esta es una tarea más compleja en la cual tengo muchas cosas para aprender”, reveló.

La tarde del domingo 19 de enero de 2020, a los 42 años, el golero Martín Barlocco recibía una copa que jamás imaginó. La de campeón de Primera División Amateur. Devolver a Rocha al fútbol profesional fue un orgullo. El mismo que tuvieron todos los que fueron a recibir al equipo cuando regresó a la ciudad. Al día siguiente. En la tranquilidad de su hogar de La Paloma. En la casita que levantó con el esfuerzo de años en un país desconocido como Irán, Martín tuvo su instante de reflexión: “Esta alegría compensa muchos dolores”.

El nuevo Sobrero
La Intendencia de Rocha reinaugurará en febrero el estadio Mario Sobrero en el que se hicieron tareas para mejorarlo. Entre otras obras se instalaron nuevas butacas y un tablero. En Rocha el tablero era de chapas que se cambiaban si los equipos marcaban un gol. En el centro había un enorme reloj de agujas. La reinauguración está prevista para el 9 de febrero en un amistoso contra Danubio.
El cuadro de la vaca

Rocha quedó identificado a nivel mundial como el equipo de la vaca. Es que en el año 2005, cuando el elenco celeste se coronó campeón del Apertura de Primera División Profesional, ingresaron una vaca al campo de juego del Sobrero para dar la vuelta olímpica.

La vaca aún la recuerda. De hecho, al día de hoy se venden remeras con la figura de la cabeza del animal y la leyenda: “Los de la Vaca”.

Aquel año Rocha conquistó su único torneo oficial en el profesionalismo de la AUF. Contó con Pedro Cardoso como goleador del campeonato. Esto le permitió jugar al año siguiente, en 2006, la Copa Libertadores en un grupo que compartió con Vélez Sarsfield, Universitario de Perú y Liga Deportiva de Quito.

El equipo perdió la categoría y pasó nueve años en Segunda profesional hasta que en 2017 cayó al último nivel del fútbol de la AUF y se fue a la divisional amateur, la vieja C. Tres años después regresó al fútbol profesional.

Rocha FC llegó al fútbol profesional en 2000, luego de un llamado que la AUF realizó para completar una plaza en Primera División. Se postularon dos equipos: los celestes y Plaza Colonia. La Asociación se decidió por Rocha, y Plaza fue admitido en Segunda División.

 

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