Mundo > Previsión de la ONU
La mitad de la población mundial tendrá escasez de agua en los próximos ocho años
La Organización de Naciones Unidas (ONU) pidió “actuar ya" contra la sequía y la desertificación de vastos territorios del planeta para evitar "desastres humanos” que causará a corto tiempo la falta de agua.
“La mitad de la población mundial afrontará una grave escasez de agua en los próximos ocho años", dijo el africano Ibrahim Thiaw al cerrar este viernes una conferencia mundial por el Día Mundial de Lucha contra la Sequía. La reunión de expertos se desarrolló en Madrid, en un momento que en numerosos países del hemisferio norte se registran primaveras con elevadísimas temperaturas.
"Lo sabemos todos: un número creciente de personas se ven afectadas por la sequía", advirtió Thiaw, que es secretario ejecutivo de Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (Cnuld).
Es indispensable "poner en marcha sistemas eficaces de alerta precoz y movilizar fondos duraderos para mejorar la resistencia" de las poblaciones a la desertificación, evitando así "desastres humanos", según la agencia de noticias AFP.
"No hay lugar en la Tierra donde esconderse. Ningún país, rico o pobre, está al abrigo" del problema, advirtió.
Varios países al norte del ecuador, como Estados Unidos, España, Italia y Francia, están sufriendo olas de calor extremo inusuales para esta época del año, con temperaturas superiores a los 40ºC.
"Estamos ante temperaturas que ya no son una anécdota", dijo el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, al hablar en la conferencia, donde recordó que hace pocos días algunas ciudades española treparon hasta los 43ºC.
Los países de las orillas del mar Mediterráneo, entre ellos España, se encuentran entre las zonas del mundo más afectadas por la escasez de agua y las consecuencias del cambio climático.
Esta conferencia se realiza casi un mes después de la conferencia mundial sobre biodiversidad (COP15) contra la desertificación, que reunió a 7 mil personas en Abiyán, Costa de Marfil, donde se resolvió restaurar 1.000 millones de hectáreas de tierras degradadas de aquí a 2030 para responder a la "emergencia climática".
