Lacalle sobre Maduro: "Era difícil hablar de libertad habiendo invitado a dictadores"

"En mi discurso hubo dos pilares, la defensa de derechos y la libertad en todas sus manifestaciones. Era muy difícil decirlo habiéndole dado lugar o invitado a dictadores", dijo Lacalle Pou al ser consultado por Gerardo Bongiovanni, de la Fundación Internacional para la Libertad.

El presidente argumentó que si bien existen relaciones diplomáticas entre los dos países, la ocasión se trataba de la ceremonia de asunción de un nuevo gobierno.

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Lacalle Pou ratificó de este modo su postura crítica con Maduro, en un tema de política exterior sobre el que ha señalado su compromiso. “Yo no estoy dispuesto a que en nuestra asunción esté el dictador Maduro, es una decisión personal de la cual me hago cargo”, había dicho Lacalle Pou el 15 de febrero luego de participar de la ceremonia de inauguración de la nueva legislatura.

La postura del gobierno sobre Venezuela generó un cruce entre el presidente y su canciller, Ernesto Talvi, luego de que el ministro de Relaciones Exteriores afirmara el 6 de junio en una entrevista con El Observador que desde ese rol evitaría calificar al régimen de Maduro como una dictadura. Tras esas declaraciones de Talvi, Lacalle Pou transmitió a su círculo de confianza que en Venezuela hay una dictadura y que él sí está dispuesto a decirlo.

Más allá de que considera y afirma que en Venezuela no hay una democracia, Talvi asegura que desde su rol no puede denominarla como dictadura. El posicionamiento del canciller en el tema chocó con la determinación del presidente y de sus allegados, y también le valió cruces con otros dirigentes del Partido Colorado. 

Lacalle Pou también aprovechó la conferencia para exponer su visión acerca de la política exterior y se permitió discrepar con otros mandatarios por llevar adelante una diplomacia basada en afinidades ideológicas. 

"Estoy viendo que en algunos grandes líderes del mundo, las políticas exteriores no se llevan en un sentido nacional, sino de quedar bien con su electorado", dijo y tras mencionar que no sabía si había sido lo suficientemente claro agregó: "hay grandes líderes que se relacionan con el mundo mirando a su electorado, aparte de su país. Hay que despojarse del signo político, las naciones no son extremas cuando se trata de vinculación con otros países, el aislacionismo no cabe y va a caer por su propio peso porque mientras se fracasa en el intento no avanzamos en la unión de las regiones y naciones".

El presidente recurrió a una cita de Lord Palmerston, que repetía su bisabuelo Luis Alberto de Herrera, para referirse a la situación con Argentina. "Los países no tienen amigos ni enemigos permanentes sino intereses permanentes", expresó y dijo que con el país vecino había "intereses confluyentes en su gran mayoría", lo mismo que con Brasil y Paraguay. 

"Obviamente que tenemos alguna disputa pero es íntimamente menor", señaló y contó que había llamado por teléfono a su par argentino Alberto Fernández para hablar sobre la navegabilidad del río Uruguay. "Está desaprovechado y tiene mucho para darle a Argentina, Uruguay y al centro de Río Grande del Sur (Brasil)".

Por último, Lacalle Pou dijo que Uruguay sentía una "deuda histórica" con Paraguay, un país que necesita "salir al mundo porque está creciendo" por lo que había una "preciosa oportunidad en el granero del mundo". "Soy enemigo de los grandes proyectos, soy amigo de concreciones en cortos plazos que devengan en obras, y eso va a retroalimentar una visión positiva de la relación bilateral", dijo.